La Confederación Sindical Internacional (CSI), cuyas centrales sindicales suman 170 millones de afiliados y afiliadas en todo el mundo, ha convocado para el próximo 7 de octubre, la 2ª Jornada Mundial por el Trabajo Decente.
Cuando la crisis económica mundial, provocada por la irresponsabilidad y avaricia de los gestores del sistema financiero internacional y la falta de regulación y control del mismo amparada por los responsables políticos, puede llevar a la destrucción de más de 50 millones de empleos y arrojar a la pobreza severa a 200 millones de personas, según estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la lucha por la universalización del Trabajo Decente pasa necesariamente por la exigencia de políticas que permitan enfrentarse a la crisis y mantener y crear empleo.
La CSI, UGT y CCOO exigen a los gobiernos del G20, que se han autoencomendado la tarea de coordinar las políticas económicas mundiales, que los planes de estímulo de la demanda -que es necesario mantener, reforzar y coordinar mejor-, pongan a los programas específicos de creación de empleo como la principal prioridad junto con la ampliación de la protección a los desempleados. Por eso reclamamos en esta Jornada de movilización del 7 de octubre la implementación urgente del Pacto Mundial por el Empleo, aprobado el pasado mes de junio, por la OIT, por unanimidad de los gobiernos y los representantes de los trabajadores y los empleadores del mundo.
Una regulación del sistema financiero internacional exigente, que establezca órganos de supervisión y control nacionales y supranacionales, resulta imprescindible para que las causas de la actual crisis no vuelvan a repetirse. El sindicalismo mundial reclama que dicha regulación establezca el fin de los paraísos fiscales, normas que limiten las retribuciones abusivas de los directivos e implante un impuesto universal a las transacciones financieras.
La CSI, CCOO y UGT consideran necesario establecer las bases para que la salida de la crisis implique que nuestro modelo económico sea más justo, eficiente y sostenible tanto social como medioambientalmente. Una condición de partida para dicho cambio es el cumplimiento de los Objetivos del Milenio de la ONU.Estos son los principales objetivos que el sindicalismo internacional democrático y de clase se plantea en estos momentos de crisis para avanzar en la universalización del Trabajo Decente que, según la OIT, es aquel que se realiza en el respeto a los Derechos Fundamentales del Trabajo (Declaración de 1998 de la OIT), con un salario digno y una protección social básica.
En este llamamiento a la movilización del próximo 7 de octubre a los trabajadores y trabajadoras españoles, UGT y CCOO tenemos que resaltar los objetivos derivados de la difícil situación económica y social española, que atraviesa una situación de recesión que puede agravarse en los últimos meses de 2009.
La continua destrucción de empleo se debe a la mayor presencia de sectores intensivos en mano de obra que ha caracterizado el crecimiento del empleo del anterior periodo de bonanza económica, a lo que hay que sumar el efecto de la profunda crisis internacional en la economía española. Así, en el último año, la ocupación se ha recortado en aproximadamente un millón y medio de empleos, siendo los jóvenes, las mujeres, y los trabajadores y trabajadoras inmigrantes los más afectados por la misma. Por otro lado, la tasa de temporalidad se sitúa en el 25,2%, y por primera vez hay que destacar que el porcentaje de contratos temporales en el sector público (25,4%) es superior al del sector privado (25,2%).
Entre las repercusiones de la crisis económica es relevante también que el reparto de la renta ha empeorado, mientras que la productividad registra un progresivo incremento, siendo ambos fenómenos consecuencia de la destrucción de empleo registrada en el último año. Además, los salarios negociados se han moderado, y los beneficios empresariales están creciendo por encima de la remuneración de los asalariados.
A este panorama se añade la intransigente y maximalista posición de la patronal CEOE, que ha provocado la ruptura del diálogo social, ha paralizado la negociación colectiva y ha estancado la situación de los más de 1500 convenios que se encuentran en fase de renegociación, o bien que directamente está bloqueando la negociación colectiva correspondiente a sectores enteros de la actividad económica.
Esta situación sin precedentes, que afecta aproximadamente a cuatro millones de trabajadores y trabajadoras, muestra con claridad la escasa voluntad negociadora de la patronal, e indica que las bases para el desarrollo de la negociación colectiva de 2010, y en especial los criterios relativos a la política salarial, están en entredicho, lo cual previsiblemente generará una fuerte conflictividad laboral.
Los sindicatos reiteramos nuestra exigencia de desbloqueo de la negociación de los convenios colectivos de 2009 para no incurrir en mayores pérdidas de poder adquisitivo, así como la voluntad y disposición a incluir en la próxima negociación de 2010 y 2011 medidas que limiten la temporalidad y aumenten la estabilidad en el empleo, la negociación de los Expedientes de Regulación de empleo en las empresas con dificultades, y las medidas para desarrollar la igualdad entre hombres y mujeres, la formación, y la seguridad y la salud laboral.
Asimismo reclamamos al Gobierno una iniciativa decidida de políticas públicas para reactivar la economía, que la Ley de Economía Sostenible no se conciba como un conjunto de medidas aisladas, sino que se configure como un plan global, capaz de reactivar el conjunto de la economía y superar las deficiencias de nuestro tejido productivo, y que se refuercen las políticas sociales para garantizar la protección a los colectivos más desfavorecidos y el fortalecimiento de los sistemas públicos de empleo. Por otra parte, los posibles Pactos en materia educativa y de modelo energético no pueden iniciarse sin el consenso y la intervención de las organizaciones sindicales para ponerse en marcha.
Llamamos a las trabajadoras y trabajadores a participar activamente en la defensa de estos objetivos, en las acciones y movilizaciones que desarrollen las Organizaciones Confederadas, en las Asambleas en los centros de trabajo, en las concentraciones y manifestaciones en las ciudades. Invitamos a todos los ciudadanos y ciudadanas y a las organizaciones políticas y sociales que compartan estas reivindicaciones y demandas a sumarse a esta 2ª Jornada Mundial por el Trabajo Decente.
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