A cointinuación reproduzco la intrevista publicada por el Diario Hoy de Extremadura, al Secreario General de CCOO de Extremadura
Julián Carretero (Higuera la Real, 49 años) afirma que a la crisis no se la combate con una huelga general. Este maestro dedicado al sindicalismo desde hace años reconoce que también las centrales sindicales tienen que cambiar y estar más presentes en las empresas. Su preocupación es la facilidad con que se destruye empleo. En España y especialmente en Extremadura. Carretero, que lleva casi cinco años como secretario general de CC.OO. en la región, optará a un nuevo mandato en el congreso que se celebra el 12 de marzo en Mérida. Su reelección está asegurada dado que la suya será la única candidatura.
-Hay mucha gente que se pregunta qué están haciendo los sindicatos ante la crisis económica.
-Los sindicatos están donde tienen que estar, movilizándose en aquellos sitios donde la movilización es la solución, y también en las empresas, que es donde se destruye el empleo, estudiando sus cuentas y su viabilidad.
-¿No es el momento de una huelga general, como podrían pensar algunos? En Francia la han hecho.
-Son situaciones diferentes. Aquí hay un proceso de diálogo social abierto donde las posiciones del gobierno son mucho más sociales que las de cualquier otro gobierno europeo. Las tesis sindicales de darle más cobertura al desempleo y que las políticas públicas se utilicen para crear empleo se están aceptando. ¿Una huelga general para qué?
-¿Sería sólo una protesta, un modo de sacar la rabia por la pérdida de empleos, o serviría para algo?
-Cualquier movilización es necesaria siempre que sea útil. Los sindicatos nunca nos hemos movilizado por pataletas. Las movilizaciones por una pataleta pueden ser contraproducentes. En Extremadura estamos negociando con el Gobierno todas las medidas y estamos trabajando en los centros de trabajo. Otra cosa es cuando se utiliza la crisis para hacer un ajuste de plantilla. Ahora hay que frenar la sangría de destrucción de empleo. Donde la movilización sea una solución vamos a movilizar.
-¿Hasta dónde llegará la crisis? Hay mucha incertidumbre entre los trabajadores, miedo a perder el empleo.
-La situación es muy complicada. En Extremadura el porcentaje de participación de la construcción en el PIB es mayor todavía que en España. Si a eso unimos que el sector industrial y los servicios de alto nivel son muy raquíticos tenemos una estructura del empleo muy vulnerable, con unas tasas de temporalidad muy altas. Si le añadimos que el empleo público de los ayuntamientos es también precario, destruir empleo en Extremadura es tremendamente fácil. En el último trimestre se han destruido 20.000 puestos de trabajo. Es una situación complicada en una región donde además ya teníamos problemas de empleo. Tenemos las tasas de actividad y de ocupación más bajas del país.
«Hacer reformas»
-Los datos de enero son desoladores.
-Hay un elemento en Extremadura que no se ha analizado mucho y que es importante y es que en el cuarto trimestre de 2008 además de pérdida de empleo ha habido un descenso de 4.000 personas en la población activa. Son personas que, o pasan a la economía sumergida o que no tienen perspectiva de trabajo y se dan de baja. El mercado laboral extremeño tiene una característica: que destruye empleo con mucha facilidad y por otro lado expulsa a gente de la población activa. De ahí que nosotros insistimos en que hay que hacer reformas estructurales. No podemos seguir con un tejido productivo en el que el 30% del PIB o más está en la construcción y el sector primario. No puede ser que el 7% esté en la industria. Hay que cambiar la estructura económica de la región. Hay que trabajar en las infraestructuras, el AVE, la Plataforma Logística.
-¿Los fondos de empleo para los ayuntamientos ayudarán contra el paro?
-Estas políticas debe ir acompañado de la exigencia a las empresas que han generado beneficios para que tengan un compromiso social. No puede ser que una empresa tenga un capital social de sólo 100.000 euros y haya tenido 200 trabajadores. Lo que ha pasado es que los beneficios se los han embolsado los socios y no han capitalizado la empresa. Eso provoca que en caso de crisis la capacidad para responder sea mínima. El capital social no puede responder. Los beneficios, lejos de ir a la empresa, han ido al patrimonio de los accionistas. La situación de crisis se está viviendo por las empresas y los trabajadores, pero no por los accionistas. Al final, los que pagan son los trabajadores.
«El tamaño importa»
-Siempre que hay crisis se reclama abaratar el despido. Lo ha hecho el gobernador del Banco de España.
-Nosotros le decimos al gobernador que se dedique más a lo suyo y menos a las tareas del ministro de Economía. El Banco de España está para saber qué márgenes de maniobra tiene la banca española. Esta crisis no tiene nada que ver con el mercado de trabajo. Si no fuera flexible no se hubiera destruido un millón de puestos de trabajo en 2008. Una de las características del mercado de trabajo español es que es muy flexible. En Extremadura el 40% son contratos temporales, con lo cual es facilísimo destruirlos. El origen de la crisis no es un problema laboral. Es del sistema capitalista llevado a sus extremos más liberales. Pedir que se abarate el despido son salidas de tono que pretenden eludir responsabilidades.
-¿Y qué le parece la propuesta de nacionalizar bancos?
-No hay que rasgarse las vestiduras por propuestas como la que ha hecho el presidente de la Junta de nacionalización de la banca. Aquí hemos tenido banca pública hasta ayer por la mañana. Otros países lo están haciendo.
-¿Cómo ve que se acelere la fusión de las cajas extremeñas?
-Creo que es necesaria y que hay que agilizarla. Es mejor una fusión por voluntad que por necesidad. Un sistema financiero como el español, que yo dudo que no esté tocado...
-Pero se ha presentado como el mejor de Europa.
-Sí, pero yo dudo que no esté tocado. No por nada, sino porque tiene microentidades donde si no se han hecho bien las cosas cualquier morosidad importante acaba con sus beneficios y no puede responder. El tamaño es importante. Y las cajas son fundamentales para la región. Hay proyectos empresariales que se podrán afrontar mejor con una entidad más grande. Fusión sí y que se pongan a trabajar los dos consejos de administración cuanto antes. Y es importante una mayor presencia de la sociedad civil en los órganos de las cajas. Menos presencia de los partidos y más sociedad civil. Vamos a reivindicar una presencia sindical en los órganos de gobierno.
-¿Y si la fusión supone destrucción de empleo?
-Hay que ver la situación global. En unos casos puede haber recolocaciones, en otros un rejuvenecimiento de plantilla paralelo a un plan laboral, un montón de cosas. Es bueno que se pongan a trabajar cuanto antes y afloren todas las cuestiones que sobre la mesa. También hay que homogeneizar salarios y condiciones sociales.
-Después de casi cinco años de mandato se presenta a la reelección. ¿No va a haber más candidaturas?
-Creo que no, aunque basta tener el aval del 10% de los delegados para presentarse. Pero el sindicato goza de una cohesión importante y se ha hecho un balance positivo. Hay un convencimiento de que debe haber continuidad. El equipo va a ser similar y se va a incorporar gente joven y nueva.
-¿A los sindicatos también va a llegar la crisis y se tendrán que replantear sus funciones?
-Hay que estar adaptándose constantemente. En Extremadura sí tenemos retos importantes. No lo hemos hecho todo lo bien que debiéramos. Hay que darle un componente más sociopolítico. El sindicalismo tiene que dar un giro y abordar la negociación colectiva de manera diferente. Los trabajadores no perciben el convenio colectivo como su referencia en las condiciones laborales. Hay cosas que no estamos haciendo bien. Creo que los sindicatos tenemos que estar más presentes en las empresas.
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