miércoles, diciembre 31, 2008
Toxo: "Marx no es el libro de cabecera en este momento. Es una referencia, pero no en la actualidad"
miércoles, diciembre 24, 2008
Feliz Navidad para todos y todas
sábado, diciembre 20, 2008
Adíos a la cocina de Fidalgo, comienza la alacena de Toxo
Posteriormente tuve la oportunidad de apoyarle en el VII Congreso Confederal donde se presentó como “tapado” frente al dilema que parecían encarnar Toxo y Rodolfo Benito (las vueltas que da la tierra). Recuerdo su contundente discurso de toma de posesión y el abrazo con Antonio Gutiérrez, este último subido en una silla para ponerse a su altura. De esta legislatura también me recuerdo la crisis con Benito, que abrió una nueva senda de conflicto en el interno.
En el VIII Congreso de Confederal formé parte de los 1001 delegados y delegadas de los congresos de CCOO. lo apoyé de manera militante y conscientemente, a pesar de que, ami entender, no había sabido cocinar adecuadamente la resolución de algunos conflictos.
En Extremadura ha estado siempre que lo hemos requerido. Me viene a la cabeza el Curso de Verano de la Universidad de Extremadura, sobre el papel de las ideologías y el compromiso en el siglo XXI, donde criticó el modelo productivo, anticipando el final del ciclo expansivo y de la explosión de la burbuja inmobiliaria. Tampoco olvidaré su participación en Badajoz en las movilizaciones para recuperar los derechos de los trabajadores del Campo de Extremadura y Andalucía, o su intervención en la inauguración de la sede de CCOO en Plasencia, y su clara intervención recientemente con ocasión asamblea congresual en Mérida.
Fidalgo es un intelectual, su trayectoria comienza en la Federación de Sanidad, de donde llegó a Secretario General, en aquellas ocasiones también nos acompañó para implantar la federación de sanidad. Siempre repite la anécdota de su primer viaje a Plasencia donde la amiga Elena le fue a recoger a la estación de trenes. Elena solo sabía que venía alguien de Madrid a una asamblea en el Hospital Virgen del Puerto, pero nadie le advirtió de su envergadura, le fue a recoger con un Seat 600, donde encontró dificultad para acomodarse.
El tercer Secretario General de la Confederación S. de CCOO es un intelectual, con un carácter práctico, por ello siempre ha tenido en poca consideración a la “fontanería” interna de una organización tan complicada como las Comisiones Obreras. Esta dificultad ha hecho que no siempre se encontrara a gusto con la gestión de lo interno con mucha gente, a él le gusta la cocina, y en la cocina no puede haber mucha gente. Esto es un problema en CCOO.
La cocina tampoco daba para entender cosas como las veleidades extemporáneas de la CONC, lo que pone de manifiesto que en este país siempre ha que gestionar teniendo muy presente la realidad periférica. Tampoco ha sabido tener una política clara en materias de fusiones entre federaciones. Durante estos años su gestión lejos de cerrar las heridas de la confrontación con otras sensibilidades ha ido acrecentándose, mientras en la mayoría de las organizaciones estas tensiones desaparecían o se difuminaban, facilitando una gestión compartida. Estas cosas han creado un caldo de cultivo favorable al relevo producido en este congreso.
De su gestión hay muchos aspectos positivos, pero por su transcendencia quiero destacar la postura su papel fundamental para la consolidación de la Seguridad Social en España siendo uno de los padres del Pacto de Toledo y por tanto de su consolidación presente y futura.
La Confederación de Comisiones Obreras ha tenido desde su constitución como sindicato en 1978 tres Secretarios Generales hasta el momento, Marcelino Camacho, Antonio Gutiérrez y José Mª Fidalgo que merece el respeto, la consideración y el cariño que a sus antecesores les procesan sus compañeros y compañeras. Gracias José Mª. Otro día hablaremos de la “Alacena” de Toxo.
jueves, diciembre 18, 2008
El Presidente de Extremadura. Un bloger convencido
El Parlamento Europeo rechaza la jornada laboral de hasta 65 horas

Los eurodiputados aprobaron por mayoría absoluta una serie de enmiendas que exigen que en un plazo máximo de 3 años se supriman todas las excepciones ('opt out') a la jornada laboral de 48 horas semanales.
La Eurocámara reclamó además que se considere tiempo de trabajo la totalidad del tiempo de guardia, incluido el periodo inactivo. Esto cuestiona también el acuerdo alcanzado por los Veintisiete, que establecía que el cual el periodo inactivo de la guardia (por ejemplo, cuando un médico duerme en un hospital) no debe considerarse como tiempo de trabajo a menos que la legislación nacional, un convenio colectivo o un acuerdo entre interlocutores sociales disponga lo contrario. Las enmiendas fundamentales contra las 65 horas semanales recibieron un respaldo muy superior a la mayoría absoluta de 393 votos que era necesaria para que salieran adelante. La mayoría obtuvieron más de 500 votos. Ello significa que, además de socialistas y grupos de izquierda, fueron apoyadas por muchos eurodiputados del Partido Popular Europeo, incluidos los españoles. El voto de la Eurocámara abre ahora un nuevo periodo de negociación de 90 días (denominado 'conciliación') entre el Parlamento y el Consejo al cabo del cual, si no hay acuerdo, decae el texto. El acuerdo alcanzado por los Veintisiete en junio y bloqueado ahora por la Eurocámara permite que continúen indefinidamente las excepciones a la jornada laboral de 48 horas semanales. En virtud de acuerdos individuales entre empresario y trabajador, sin entender la situación de asimetría que supone el permanente conflicto entre capital y trabajo, se podría alargar la jornada laboral hasta 60 horas semanales, calculadas como media sobre un periodo de tres meses, e incluso hasta 65 horas en ausencia de un convenio colectivo o cuando el periodo inactivo de la guardia se considera tiempo de trabajo. Contra este compromiso votaron España y Grecia y se abstuvieron Bélgica, Chipre, Hungría, Malta y Portugal. Las enmiendas del Parlamento suprimen la opción de elevar a 60-65 horas el máximo de la jornada máxima semanal. Las negociaciones entre la Eurocámara y los Veintisiete se anuncian muy difíciles. La presidencia francesa ya dijo durante el debate celebrado el pasado lunes que no hay una mayoría suficiente en el Consejo para suprimir las excepciones a la jornada laboral de 48 horas semanales. Reino Unido y los países del Este forman un frente común para mantener el 'opt-out' y Francia e Italia, que permitían que hubiera una minoría de bloqueo, se han pasado de bando y apoyan las tesis británicas. También el comisario de empleo y Asuntos Sociales, Vladimir Spidla, había pedido a los eurodiputados que fueran "realistas", porque en estos momentos un total de 15 Estados miembros ya recurren al 'opt-out', frente a los 3 que lo hacían en 2003. "Muchos más Estados miembros quieren poder contar con esa posibilidad en el futuro", dijo Spidla, que recordó que estas excepciones ya están en la normativa actual y que la nueva directiva dará más garantías a los trabajadores para que los empresarios no abusen de ellas.martes, diciembre 16, 2008
El Noveno Congreso de CCOO se puede seguir en vivo en la red

A partir del míercoles 17 de diciembre a las 12,00 h., Comisiones Obreras abre un sitio web desde el que se puede seguir en directo todo el desarrollo del Noveno Congreso Confederal de CCOO, es una buena oportunidad para conocer en vivo de un congreso transcendente para los trabajadores y trabajadoras de nuestro país.
El Congresos es el máximo órgano de decisión de Comisiones Obreras, se celebra cada cuatro años y en él se evalúa el trabajo realizado desde el anterior congreso, se decide el plan de actuación para el siguiente periodo y se elige al Secretario General y a la nueva Comisión Ejecutiva.
lunes, diciembre 15, 2008
Seguimos reflexionando: Trabajo frente a capital versión 2.0

Para un viejo sindicalista, las relaciones laborales consisten en el difícil pacto entre capital y trabajo, dentro de un lenguaje cuasi marxista. La traducción más moderna sería el concierto entre la empresa y sus empleados, tanto de forma colectiva como individual.
Este cambio en el vocabulario refleja perfectamente cómo han cambiado las relaciones laborales en los últimos 30 años.
La transición heredaba la rígida estructura del papá Estado franquista, donde apenas existía el despido económico, sino únicamente el disciplinario, y la forma de contratación era única, grande e indefinida. Pero sobre todo no había sindicatos ni patronales independientes para concertar convenios colectivos ni huelga legítima como forma de presión. Los primeros años del Gobierno del centrista Adolfo Suárez trajeron la libertad sindical y el derecho a la huelga, y la Constitución recogió el papel de la negociación colectiva. También llegaron los Pactos de la Moncloa, donde se acordó el modelo recurrente en los siguientes años de subida salarial ligada a la inflación prevista. Pero, sobre todo, se aprobó el Estatuto de los Trabajadores (1980), la biblia de las relaciones laborales. A partir de entonces, los distintos Gobiernos, con diferentes reformas laborales del Estatuto, han tratado de compatibilizar la flexibilización (en la contratación y en el despido) con la creación de empleo. Pero no lo han tenido fácil, con los sindicatos dispuestos a empuñar el sable de la huelga general, y con recetas que no han conseguido que España deje de ser el país con más paro de toda Europa. La legislatura inicial del Gobierno socialista trajo la reducción de la jornada a 40 horas semanales y la primera gran reforma laboral (1984). El Ministerio de Trabajo de Joaquín Almunia introdujo la flexibilización de la contratación, con la aparición del contrato a tiempo parcial, el de aprendizaje y el contrato temporal para el fomento del empleo, al que los sindicatos culpan de la alta temporalidad de los siguientes años. Pero la gran batalla entre los sindicatos mayoritarios CC OO y UGT y el Gobierno socialista se libró el 14 de diciembre de 1988 (el 14-D) con motivo del intento del ministro Manuel Chaves de flexibilizar la contratación de los jóvenes con el conocido como 'contrato basura'. 'Era la gota que colmaba el vaso', explica Julián Ariza, dirigente de CC OO durante estos treinta años. Mientras el ministro de Economía Carlos Solchaga decía aquello de 'España es lugar donde cualquiera se puede hacer rico rápidamente' gracias al notable crecimiento económico, 'no se notaba la redistribución', asegura Ariza, 'y aumentaba la temporalidad'. La huelga fue un éxito y tumbó el proyecto cocido directamente en Ferraz. En 1992, la reforma de la cobertura del desempleo, en un periodo de crisis y con un gasto en prestaciones por encima del 5% del PIB, le costó al Gobierno otra huelga general y fue el preludio de otro gran paro dos años después, tras la reforma laboral más profunda hasta la actualidad y cuando la tasa de desempleo llegaba al 24%. La reforma de 1994, con José Antonio Griñán de ministro, amplía las causas de despido por razones organizativas y de necesidades de producción, además de por cuestiones técnicas y económicas. Aparte, se flexibilizan las relaciones laborales, trasladando a los convenios ámbitos que hasta entonces estaban regulados por ley: el reparto de la jornada, el tope máximo de horas o la remuneración de las horas extraordinarias. En la actualidad, en los convenios se negocian, en primero lugar, las subidas salariales (incluido pluses de productividad o pagas de beneficios), bajo el Acuerdo Interconfederal de Negociación Colectiva que vincula los incrementos a la inflación prevista (un 2%) más las cláusulas de revisión si los precios se disparan. Así se ha mantenido una moderación salarial cercana al incremento de la productividad de las empresas en los últimos años. 'Han sido 30 años de política de moderación salarial', explica Ariza, con unos agentes sociales que se han modernizado, profesionalizado y han demostrado su responsabilidad con el crecimiento económico al alcanzar numerosos acuerdos. Los convenios también se sofistican y recogen nuevos elementos como las prestaciones sociales complementarias o los planes de formación o de igualdad o si se hace uso de empresas de trabajo temporal (ETT). La reforma de Griñán -aprobada pese a la huelga- trajo, respecto a la contratación, la ampliación del contrato de formación con una remuneración por debajo del salario mínimo interprofesional (una reedición del 'contrato basura' de 1988), la supresión el contrato temporal de fomento del empleo (vigente sólo para tres colectivos), disminuye la protección social para los contratos a tiempo parcial y permite la intermediación de las ETT. Esta sería la última reforma del Gobierno de Felipe González y la última no consensuada con los agentes sociales antes del decretazo de 2002. Antes de la huelga general de 2002, con el PP en el poder, sindicatos y patronal llegaron en 1997 a un acuerdo en el que aparecía una nueva modalidad que fomentaba la contratación indefinida, pero con una indemnización por despido de 33 días por año trabajado, frente a los 45 de los anteriores. Del fallido decretazo queda la desaparición del salario por tramitación hasta el fallo del juzgado si la empresa deposita la indemnización por despido improcedente, 'un despido libre, sin causa, pero caro', reconoce José Ignacio Pérez Infante, profesor de Mercado de Trabajo y director general de Empleo de 1985 a 1990. La última reforma, la de 2006, extiende la conversión de contratos temporales en indefinidos. En el presente inmediato los sindicatos no quieren negociar una nueva reforma laboral o 'flexibilización' como ha solicitado la semana pasada el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán. Pérez Infante sugiere reducir el uso del desvirtuado contrato por obra y servicio, que ha entrado en las entrañas de las empresas, y generalizar, a cambio, el contrato indefinido de 33 días de indemnización. Explica también que España va a la zaga en el trabajo a tiempo parcial, que es marginal, mal pagado y con una baja protección social. Para el futuro, pende sobre el debate la extraña palabra flexiseguridad, impulsada por la Comisión Europea en la Agenda de Lisboa. Importada del modelo danés (con un 3,2% de paro), sugiere una mayor flexibilidad en las condiciones de empleo y despido para las empresas, a cambio de un potente sistema de protección de desempleo para el trabajador. Y el triángulo de oro danés se cierra con unas eficientes políticas activas de empleo, a través de la formación continua, para reducir el tiempo de paro. Precisamente en políticas activas es donde España está a años luz de este modelo. De momento, los sindicatos son reticentes a oír la palabra flexiseguridad, en las antípodas del modelo español de los últimos 30 años. Alfonso Simón Cinco DiasLa modernidad de Karl Marx

En efecto, un fantasma recorre el mundo desde hace semanas. Es el fantasma de Marx coincidiendo con el 190° aniversario de su nacimiento (Tréveris, Alemania, 1818-Londres, 1883). El pensador del siglo XIX que ha ejercido una influencia más directa, deliberada y profunda sobre la humanidad --según las palabras de Isaiah Berlin, el pensador liberal más prestigioso del siglo XX-- nunca había desaparecido del todo, pero ahora su presencia se ha hecho más visible tras los escombros de la contrarrevolución neoconservadora aplastada por la caída del muro de Wall Street.
viernes, diciembre 12, 2008
Delphi, el fin y el principio

Desde el mismo día que se anunció el cierre, la Federación Minerometalúrgica de CC.OO. de Andalucía comenzó a luchar junto a los trabajadores de la factoría de Puerto Real y sus industrias auxiliares. Desde el primer momento la federación denunció la ilegalidad del cierre y exigió el cumplimiento de los acuerdos tripartitos acordados entre la empresa, la Administración y los trabajadores.
Además, el sindicato organizó, participó y dio cobertura a todas las movilizaciones de trabajadores y ciudadanos que se llevaron a cabo durante el conflicto. El objetivo último que mantuvo la federación desde el principio hasta el final fue el mantenimiento de la actividad industrial no sólo en la factoría de Puerto Real, sino también en la maltratada Bahía de Cádiz.
Por el empuje sindical, finalmente se logró firmar un acuerdo explícito por el que la Administración, utilizando los activos que Delphi se vio obligada a aportar, se comprometió a industrializar la zona asegurando un futuro laboral digno no sólo a los trabajadores despedidos, sino también a sus familias y vecinos. Además, se reconoció a los trabajadores una indemnización de 45 días por año trabajado, los fijados por ley en caso de despido improcedente.
Para alcanzar estos objetivos la lucha fue muy dura pero, con el esfuerzo de todos, los trabajadores de Delphi tuvieron una salida digna y se sentó un precedente más para hacer ver que nunca será fácil el desmantelamiento industrial de la Bahía. El esfuerzo mereció la pena.
Producción, dirección y edición: Federación Minerometalúrgica de CC.OO. de Andalucía y la Fundación de Estudios Sindicales (Archivo Histórico) de CC.OO. de Andalucía
Coordinación: Eloisa Baena
Cámaras: José Julio Ruiz Manuel Bueno Marcial Sánchez
Soporte documental: Manuel Bueno
Realización y montaje: Técnica Audiovisual Digisuit S.L.
Para ver documental enlace en la imagen.
miércoles, diciembre 10, 2008
El permiso de paternidad se ampliará para alcanzar las cuatro semanas

Ayer fue aprobado por unanimidad en el Congreso de los Diputados, a propuesta de CIU, pedir al Gobierno que agilice los trámites para " dar un nuevo impulso a las familias y la implicación de los hombres en el cuidado de los hijos", según CIU. La medida correrá a cargo de la Seguridad Social, sin coste, por tanto, para las empresas.
Igualmente antes de finalizar el año, se elevará a veinte días el permiso de paternidad para las familias numerosas y aquellas que tengan hijos con discapacidad, con la misma argumentación que la medida ya mencionada, a saber: eliminar la discriminación que afecta a los hombres para que cumplan sus responsabilidades familiares.
martes, diciembre 09, 2008
El Archivo del Movimiento obrero Extremeño (AMOEX) sigue su andadura
|
|
|
El archivo del movimiento obrero extremeño (Amoex) se encuentra situado en Plasencia. En este momento trabajan un equipo de profesionales para su definitiva configuración.
martes, diciembre 02, 2008
Sobre los despidos objetivos por causas económicas. Una reflexión de Enrique Lillo

La jurisprudencia ha sido clara en el sentido de exigir que las pérdidas sean cuantiosas y reiteradas para justificar el cese por causa objetiva, (Tribunal Supremo 11 de junio de 2008, Recurso de Casación para la Unificación de Doctrina 730/07 Ponente Sr. López García de la Serrana). Junto con esta exigencia en esta sentencia se establece que basta con probar estas perdidas cuantiosas y reiteradas para justificar el cese, pues el mismo contribuye para mejorar la situación económica, según jurisprudencia anterior; no obstante no basta las pérdidas en un solo ejercicio.
Además, según esta doctrina la extinción de los contratos de trabajo debe implicar la amortización del puesto de trabajo, es decir se ha suprimir el puesto de trabajo del organigrama empresarial, puesto que estos puestos de trabajo no pueden ser ocupados por otros trabajadores, ya que en tales casos no habrá amortización de puestos, sino de contratos, que serían sustituidos por otros. No obstante el Tribunal Supremo admite una cierta flexibilidad a las empresas de modo que las tareas desempeñadas por el despedido pueden asignarse a otros empleados, pero no por otra persona que ocupe este puesto. Una de las situaciones que todavía no han sido objeto de solución judicial, al menos conocida, por parte de Tribunales Superiores de Justicia y, por supuesto, tampoco del Tribunal Supremo, dadas las dificultades de acceso al Recurso de Casación para la Unificación de Doctrina y la interpretación restrictiva que para el caso de trabajadores recurrentes hace la Sala de lo Social del Tribunal Supremo, es la definición del alcance de los requisitos exigidos en el art. 53.1.a) del Estatuto de los Trabajadores referidos al contenido que debe tener la carta de despido en los casos de despido por causa objetiva. En efecto, existen supuestos de despido por causa objetiva en los que se hace referencia a conceptos económicos indeterminados, que no están previstos en los documentos oficiales contables, sobre cuentas de pérdidas y ganancias. Así conceptos como evolución del margen comercial, ratio de endeudamiento, reducción de fondos propios, etc. Si la carta no traduce la repercusión de estos parámetros en datos económicos generales contenidos en documentos oficiales contables, el trabajador, sencillamente, está en absoluta indefensión para instrumentar su defensa en el acto de juicio. En estas circunstancias el trabajador no puede acceder a ninguna fuente de prueba para constatar la veracidad de estos hechos que sustenta la causa económica del despido. De ahí la exigencia de que la carta de despido se refiera a hechos que la empresa deduce de los documentos oficiales de contabilidad económica, puesto que estos hechos pueden ser constatados, y preparar la contradicción sobre los mismos, examinando la memoria, el balance y la cuenta de resultados que además son documentos públicos con acceso al Registro Mercantil. La posibilidad de contradecir que es la base de la defensa desaparece en esta clase de despidos donde los parámetros a que se refiere no son conceptos que tenga reflejo contable en los documentos oficiales. En este caso, incluso la empresa no puede obtener la procedencia del despido de ninguna manera, puesto que no se acreditaría la reiteración de pérdidas contables durante dos o mas ejercicios, que es la base previa para justificar la procedencia en el despido por causa económica, según ha definido la jurisprudencia unificada del Tribunal Supremo. Además este tipo de expresiones genéricas sin posibilidad de contradicción real y de defensa por parte del trabajador debe implicar la nulidad por incumplimiento del requisito contenido en el art. 53.1.a), máxime si tenemos en cuenta que en este tipo de casos el propio acto del despido vulnera el art. 24 de la Constitución, puesto que sitúa en una verdadera indefensión al trabajador para articular una base jurídica de impugnación judicial del despido, lo cual debe implicar la nulidad, puesto que el derecho de defensa, de contradicción y de utilización de medios de prueba es un derecho fundamental, que estaría lesionado en este caso. La doctrina judicial que ha valorado el requisito de la comunicación por escrito de las causas motivadoras de la extinción o amortización del contrato de trabajo por causas objetivas se ha mostrado contundente a la hora de exigir que en la misma se han de incorporar los datos sobre la situación real de la empresa que justifican la extinción del contrato, como exigencia ineludible del derecho de defensa del trabajador dado que, a diferencia de lo que acontece con los supuestos de despidos disciplinarios, los motivos invocados por la empresa para justificar la extinción del contrato por causas objetivas no tienen porqué ser conocidos por el trabajador. Esta jurisprudencia debe por tanto continuarse en los casos señalados. Antonio Baylos