El brutal ataque al que está siendo sometido los trabajadores y trabajadoras y su legítimo representante, el Sindicalismo Confederal, por parte del los medios al servicio del capital más neoliberal, solo puede responderse con sosiego, inteligencia, militancia, lucha, convicciones éticas, morales e ideológicas.
El sindicalismo confederal es atacado por ser el último dique ante la corriente neoliberal, que siendo los creadores de la crisis, han encontrado en los derechos de los trabajadores la explicación a la crisis económica y política actual, culpando igualmente a los trabajadores de la baja competitividad de nuestros productos frente a terceros.
Al dique del sindicalismo confederal se le están colocando cargas explosivas para proceder a su voladura controlada, a saber:
•Orientando toda la capacidad mediática del neoliberalismo para lanzar falsedades, medias verdades, para impactar a una población perpleja y desesperanzada.
•Poniendo en cuestión la legitimidad de la representatividad del sindicalismo confederal (en este sentido ha venido muy bien el escaso seguimiento de la huelga en el sector público, donde el sindicalismo confederal siempre ha encontrado resistencias para realizar su acción sindical).
•Atacando los derechos sindicales emanados de la Constitución Española (como la utilización del crédito horario sindical o las ayudas institucionales que desde el año 85 recoge la Ley ORGANICA DE LIBERTAD SINDICAL), cuestionando, de esta manera, la escasa democracia participativa en el seno empresa de este país.
La derecha política no queda rezagada inaugurando una nueva línea argumental: ellos se transmutan como los genuinos representantes de los trabajadores.
La socialdemocracia en el poder con su irresponsable actitud ha facilitado que el mercado sin control, gobierne en estos momentos la política.
Ante esta situación hay que combinar una estrategia de defensa y ataque, para salvaguardar los intereses de los trabajadores, y preservar el instrumento de acción de trabajadores y trabajadoras el sindicalismo confederal.