lunes, junio 28, 2010

CCOO convoca concentraciones contra la reforma laboral 30 de junio en Extremadura

CCOO y UGT de Extremadura han convocado concentraciones en todas las cabeceras de comarca de la región para mostrar el rechazo de los trabajadores y las trabajadoras a la reforma laboral que pretende poner en marcha el Gobierno.
Estas concentraciones se configuran como el inicio de las movilizaciones que los sindicatos realizarán durante las próximas fechas y que tendrán como culmen la huelga general del 29 de septiembre.
Todas las concentraciones se llevarán a cabo el miércoles, 30 de junio, a las 20:00 horas.
En Badajoz será frente a la Delegación del Gobierno;
en Cáceres, a las puertas de la Subdelegación del Gobierno;
en Mérida, ante la Presidencia de la Junta de Extremadura;
y en Plasencia,
Navalmoral, Coria, Zafra, Don Benito
y Almendralejo, en frente de sus respectivos ayuntamientos.
El Real Decreto-Ley 10/2010 (RDL) aprobado por el Gobierno y convalidado por el Congreso supone un grave atentado a los derechos de los trabajadores, en tanto que: Facilita a las empresas de manera más fácil, más rápido y más barato el despido individual y colectivo por razones económicas, técnicas, organizativas y productivas. No actúa debidamente sobre la contratación temporal. Al contrario se actúa sobre la dualidad del mercado de trabajo español, haciendo el empleo fijo igual de vulnerable que el empleo temporal.
Nos aleja del cambio de patrón de crecimiento, ya que la competitividad de nuestra economía se busca a través del factor trabajo mediante una reducción de costes laborales, y no por la vía de incrementar la productividad a través de la innovación, la formación y el empleo de calidad.
Es una reforma que no sirve para crear empleo, pues no se orienta dentro de una política global de reforma del sistema financiero que dote de liquidez a las empresas y a los particulares, y porque no diseñan políticas activas hacia las personas desempleadas para su transición laboral y reinserción en el mercado de trabajo.
No va a reducir la dualidad en el mercado de trabajo, ya que al contrario de lo que se pretende, la reforma va a incrementar notablemente la temporalidad por la generalización de los colectivos que pueden ser contratados en la modalidad de contrato de fomento de la contratación de indefinida, así como por los criterios de conversión de los contratos temporales en contratos de esa modalidad.
La reforma va a abaratar y facilitar el despido, posibilitando el “despido exprés” en la extinción del contrato por causas objetivas al otorgar al empresario la facultad de reconocer la improcedencia de la extinción o, lo que es lo mismo, dando eficacia al reconocimiento del empresario de que carece de causas o razones para la extinción (lo que supone la desaparición de los salarios de tramitación). Asimismo, se desregulan las causas del despido colectivo y se reduce la tutela judicial. El objetivo final perseguido es que se declare la procedencia de la extinción contractual.
Privatiza el desempleo, con la legalización y las amplias facultades que otorga a las agencias privadas con ánimo de lucro. Se abre la vía de la contratación de las empresas de trabajo temporal en sectores de riesgo.
Rompe la negociación colectiva y aumenta el poder de dirección empresarial para descolgarse de los incrementos salariales pactados en los convenios colectivos sectoriales, sin que éstos puedan establecer, como se hacía hasta la reforma, las condiciones y procedimientos de inaplicación salarial.

martes, junio 22, 2010

Será más fácil despedir que flexibilizar, por Antonio Gutierrez

En tiempos como estos se agradece la coherencia y la cordura, aunque sea de uno de los nuestros. Hoy el diario el País publica un artículo de Antonio Gutierrez, quien tiene con uno de los recorridos públicos más importantes de España al frente de la Confederación Sindical de Comisiones Obreras.

En cuanto asoman las crisis proliferan más las ocurrencias que las ideas. Recurrentes ocurrencias sobre nuevas reformas laborales que lo único que renuevan, con contumacia, es la degradación del trabajo. Porque, como la energía en el primer principio de la termodinámica, el empleo ni se crea ni se destruye con las normas laborales, si acaso inducen su transformación y si es para hacerlo más endeble, facilitarán también su precaria creación en épocas de bonanza y su masiva destrucción a las primeras de cambio (del ciclo económico).

La organización del trabajo en una economía es el corolario de su estructura productiva y no al revés. El fordismo no surgió en la agricultura norteamericana durante su expansión al Oeste sino en las fábricas de automóviles y a raíz de que Henry Ford decidiera fabricarlos en serie.

A su vez, la inversión productiva es la que genera los empleos adecuados a los bienes y/o servicios que se vayan a producir y los demanda en la cantidad necesaria para optimizar el capital invertido. Una industria tecnológica requerirá empleos cualificados y una subcontrata de construcción sería ruinosa si nutriese su plantilla a base de arquitectos. La primera mantendrá a sus técnicos por bastante tiempo, porque los desarrollos de su producción necesitarán un buen periodo hasta abrirse hueco en el mercado; la segunda ocupará al grueso de sus empleados mientras dure la obra. Posiblemente esta obtendrá beneficios más rápidamente que aquélla, pero la productividad por hora trabajada, la generación de valor añadido, la competitividad en los mercados nacional e internacional y los mayores beneficios a la postre, aunque se hagan esperar un poco más, serán más plausibles en la industria que en la subcontrata; y contribuirá a la generación de riqueza en el país, más solvente y más sostenible en todos los órdenes.

La confusión entre ganar competitividad en un mundo cambiante y acumular beneficios abundantes, con la mínima inversión y en poco tiempo, como manda la más pura tradición del capitalismo español, ha latido siempre tras las innumerables reformas laborales habidas desde antes incluso de aprobarse el Estatuto de los Trabajadores. En su reforma parcial -y brutal- de 1985 se consagraron hasta ¡16! modalidades de contratación temporal aunque las tareas a desarrollar fueran permanentes. "Los empleos temporales de hoy serán los fijos de mañana", nos espetó el presidente del Gobierno de entonces a cuantos osamos advertirle del destrozo en el mercado laboral que iba a comportar su reforma sustituyendo fijos por eventuales.

En apenas tres años pasamos de tener una tasa de temporalidad del 13% al 30% y en esa dualidad seguimos veinticinco años después. Y no porque se dejaran de hacer reformas, sino precisamente porque se han hecho muchas más al menor bache de la economía pero siempre con el mismo interés de abaratar el factor trabajo como vía principal para recomponer la tasa de beneficio. Reformas, paradójicamente, para mantener el mismo patrón de crecimiento y competitividad. Eso sí es alimentar el inmovilismo frente a la globalización.

Al menos fueron tres los momentos decisivos para modernizar la estructura productiva de nuestro país que se desaprovecharon con otras tantas reformas lampedusianas: a principios de los ochenta con la impropiamente llamada reconversión industrial; al ingreso en las Comunidades Europeas, "preparada" con la precarización laboral de 1985; en la fase de convergencia hacia la Unión Monetaria con Gobiernos del PP que cebaron la burbuja inmobiliaria y arruinaron la reforma pactada en el 97 entre patronal y sindicatos para conjugar, por primera y única vez, flexibilidad y estabilidad laboral. Ahora puede anotarse el cuarto, cuando el inteligente e inapelable empeño del Gobierno socialista de alentar la Economía Sostenible está a punto de abortarse con la reforma aprobada en su Consejo de Ministros el 16 de junio.

Inexplicablemente, el proyecto de reforma sufrió una metamorfosis asombrosa entre el primer borrador, más equilibrado, del viernes 11, y el decreto aprobado tres días después, quedando un desaguisado que abarata todos los despidos, que subvencionados podrán saldarse con 12 días de indemnización para los objetivos y los facilitará con tan solo alegar "situación económica negativa" de la empresa, sin que haya incurrido en pérdidas y sin necesidad siquiera de aportar acreditaciones fehacientes; limitando al mismo tiempo a los jueces a basarse en la "mínima razonabilidad" para que tengan que sentenciar con manga ancha a favor del empresario.

Sin embargo, puede costar 20 días por año trabajado y hasta nueve mensualidades indemnizar a un trabajador si se despide al reorganizar el trabajo en la empresa para adaptarlo con más flexibilidad a nuevas circunstancias de la producción. Algunos cambios de última hora trastocarán la negociación colectiva en lugar de racionalizarla y otros apenas servirán para reducir la temporalidad.

Jalear a un gobernante con los tópicos sobre la estatura política para que impongan medidas difíciles aunque sean duras suele ser una argucia embaucadora, acuñada por las derechas para confundir a Gobiernos de izquierdas, que no pocas veces se la han tragado. Lo difícil es gobernar con justicia, lo fácil es hacerlo injustamente; y es comprensible que no queriendo admitir que se es injusto se utilice el eufemismo de la dureza. Duro es decirle a ciertos grupos de presión que ya no puede ni debe esperarse que el Gobierno de un país avanzado ampare y subvencione viejas formas de producir por mucho que ganen algunos con ellas a costa del empleo y del progreso industrial del país; difícil es encauzar el emplazamiento a empresarios y trabajadores para mirar de frente al futuro que hace más de un decenio que está pasando por delante de nuestras narices.

Antonio Gutiérrez es diputado del PSOE, presidente de la Comisión de Economía del Congreso y ex secretario general de Comisiones Obreras.

domingo, junio 20, 2010

El sistema de pensiones en España es sostenible, goza de salud y debe estar en permanente evolución, mediante el acuerdo politico y social.

Esta es una de las conclusiones de la jornada Presente y Futuro de las Pensiones en España, realizada en Mérida el 17 de junio, organizadas por la Fundación Cultura y Estudios de CCOO de Extremadura.

Las jornadas comenzaron con la intervención del Secretario General de CCOO de Extremadura Julian Carretero, que consideró que el sistema de pensiones en España es "perfectamente sostenible", su reforma no debe abordarse con prisas e improvisación. En estos momentos lo importante es generar empleo y actividad económica. Es imprescindible potenciar el pacto de Toledo como garantía de equidad y sostenibilidad del sistema público de pensiones.

La primera ponencia de la jornada corrió a cargo de D. Fidel Ferreras Alonso, Director General del Instituto Nacional de la Seguridad Social, quien defendió el sistema público de pensiones en España, como garantía de cohesión social. Cree que la sociedad debe de conocer que Europa es la única región del mundo con un sistema social de protección También valoró la eficiencia y capacidad de gestión del sistema en España. Consideró que para garantizar la sostenibilidad de las pensiones, deben acometerse reformas que sitúen al sistema en la sociedad del siglo XXI, donde los cambios en los comportamientos sociales, en el acceso de las mujeres al empleo y la esperanza de vida de los mayores de 65 años, son radicalmente diferentes a la sociedad de la que emergió el sistema en el pasado siglo. Defendió igualmente el carácter contributivo del sistema.

La segunda ponente fue Diana Alonso San Alberto, del Instituto de Estudios Fiscales quien reflexionó sobre la posición de las mujeres en el sistema español de pensiones. Consideró que la regla de la contributividad obedece no sólo a motivos de sostenibilidad y previsión financiera del Sistema, sino también a una voluntad de catalización de sinergias positivas en la economía nacional, pues produce incentivos a la población para que, ni se aparte del mercado de trabajo, ni participe en la economía sumergida. Consideró que Lo primero que hay que tener en cuenta es que, efectivamente, mujeres y hombres tienen un comportamiento laboral muy distinto, por los condicionantes de género que asignan el papel de cuidadora a las mujeres. En su opinión es necesario abordar la reforma de la pensión de viudedad. Una reforma que debe ser respetuosa con las legítimas expectativas de quienes han ajustado su conducta al modelo vigente. Sin embargo, es fundamental que la sociedad y los políticos adopten una visión integral que permita evaluar los efectos que la pensión de viudedad tiene sobre las elecciones laborales de las mujeres, pues salvo raras excepciones, un hombre no se enfrenta a la decisión de si entrar o no en el mercado de trabajo. Una mujer, por el contrario, lo hace de manera continuada a lo largo de su vida.

San Alberto considera necesario abordar ajustes en el sistema de pensiones, reformas que sean neutrales desde el punto de vista presupuestario y coherente con los principios de equidad y eficiencia. En este sentido es necesario un nuevo diseño de la pensión de viudedad que establezca las garantías necesarias para que opere en su función social, incompatibilizándola con otras rentas, suprimiendo la pensión de viudedad en nuevos matrimonios cuyos integrantes tengan una determinada edad, mejorando, igualmente, la pensión no contributiva, para que sea un verdadero umbral de vida digno y equitativo para las personas mayores, sin interferencias de su estado civil u otras circunstancias pasadas. Consideró esencial que las reformas sean graduales y alargada en el tiempo.

La jornada finalizó con la intervención de Carlos Bravo, responsable de Seguridad Social de la Confederación Sindical de CCOO, que consideró que el Sistema de Pensiones en es un elemento esencial el modelo de protección social en España y en Europa, especialmente para los trabajadores. Para ellos, una vez termina su vida laboral, la principal o única fuente de ingresos es la pensión. Su mantenimiento y consolidación es objetivo preferente para su organización sindical que representa legítimamente a los trabajadores también cuando cesan en la actividad laboral y acceden a pensiones derivadas de aquella. Fruto de este compromiso Bravo recordó que Comisiones Obreras ha sido la única organización social que ha firmado todos los acuerdos de pensiones hasta hoy, considerando que este es el camino, cualquier reforma debe partir del acuerdo social y político. En este sentido defendió el Pacto de Toledo cuyo principal logro fue sacar las pensiones de la confrontación política y social, instaurando un mecanismo de reforma del sistema desde consensos amplios. Por ello, critica la forma y la oportunidad con las que el Gobierno ha presentado sus propuestas.

Bravo consideró igualmente que una sociedad además de atender dignamente a sus mayores, debe entender que reforzar la capacidad de demanda de bienes y servicios de una creciente población, tiene beneficiosos efectos sobre la demanda interna y el empleo, como lo demuestra el impacto económico de los programa de turismo en baja temporada del IMSERSO, en determinados centros turísticos del país.

La esperanza de vida es creciente, afortunadamente, lo que exige que las pensiones deban pagarse durante más años. Y, además, el acceso a la jubilación de generaciones numerosas obliga a pagar más pensiones y durante más años.

Calcular el número de pensionistas en las próximas décadas es sencillo y fiable, partimos de la población actual y de su índice de supervivencia, datos que conocemos o estimamos con bastante precisión. Sin embargo, la evolución del empleo en España en las próximas décadas, su calidad y retribución media; el incremento del Salario Mínimo Interprofesional hasta alcanzar el objetivo compartido del 60% del salario medio; la evolución de la tasa de actividad femenina, aún más de 20 puntos porcentuales inferior a la masculina; la edad de acceso de los jóvenes al mercado de trabajo, muy tardía hoy contra la voluntad de ellos mismos; la evolución del PIB; las tasas de natalidad y su relación con el refuerzo de medidas de protección a la familia, especialmente por hijos a cargo; la llegada continuada de población inmigrante para incorporarse a nuestro mercado de trabajo; son variables sobre las que debemos actuar y que determinan también nuestra capacidad de financiación futura de los sistemas de protección social.

Para finalizar Bravo destacó la importancia de incentivar a los trabajadores con una carrera laboral larga, y a los trabajadores que quieran alargar su presencia en el mercado de trabajo.

miércoles, junio 16, 2010

Jornada "Presente y futuro de las pensiones en España" Mérida 17 de junio.

La jornada organizada por la Fundación Cultura y Estudios, con la colaboración de Comisiones Obreras de Extremadura, se realizará en el Hotel Velada de Mérida -Avda. Reina Sofía s/n-. La Inscripción es gratuita hasta completar aforo.

La situación de de crisis económica que vivimos, pone en peligro el sostenimiento de nuestro actual sistema de bienestar social.

Las pensiones son uno de los pilares básicos de nuestro sistema social, por ello es vital que hagamos un debate serio sobre su futuro, para conocer iniciativas y alternativas que fortalezcan derechos y la sostenibilidad del sistema.

Este cuestión es esencial para CCOO de Extremadura y para la Fundación Cultura y Estudios, por ello se organiza esta jornada “Presente y el futuro de las pensiones en España”, para conocer la opinión del Gobierno, de especialistas y las propuestas de Comisiones Obreras.

Pretendemos favorecer la reflexión sobre las medidas a adoptar para garantizar la viabilidad y equidad de nuestro sistema de pensiones, desde una perspectiva económico-financiero, desde una perspectiva de género y desde la óptica de la acción protectora del sistema de la Seguridad Social.

Programa •9,00 a 9,30 horas. Recogida de Materiales. •9,30 a 10,00 Horas. Inauguración.

Pablo Muñoz, Presidente de la fundación Cultura y Estudios
Julian Carretero Castro. Secretario General de CCOO de Extremadura

•10.00 a 11.00 horas. Ponencia Marco 1:

Fidel Ferreras Alonso Director General del Instituto Nacional de la Seguridad Social
Presenta: Teodora Castro. Patrona de la Fundación Cultura y Estudios. •11.00 a 11,15 Horas. Debate •11.15 a 11,45 Horas. Pausa Café.

•11.45 a 12,45 Horas. Ponencia Marco 2

Diana Alonso San Alberto Subdirección General de Estudios Tributarios Instituto de Estudios Fiscales (IEF)
Presenta: José Mª Izquierdo Calle Director de la Fundación Cultura y Estudios •12,45 a 13,00 Horas. Debate

•13,00 a 14.00. Horas. Ponencia Marco 3

Carlos Bravo Secretario de Seguridad Social y Previsión Social Complementaria de la Confederación de CCOO.
Presenta: José Mª Rosado Secretario de política institucional de CCOO de Extremadura. •14,00 a 14,15. Debate

•14,15. Clausura.

martes, junio 15, 2010

Dos cosmologías en conflicto por Leonardo Boff

Una nueva visión del mundo nos sitúa en el seno de la naturaleza para que vivamos en ella con armonía. El estado natural del universo es su continua expansión, transformación y evolución, no la estabilidad, la inmutabilidad y la permanencia.
Dos cosmologías en conflicto
Nuestra cosmología actual es la de la conquista, la dominación y la explotación del mundo, con vistas al progreso y al crecimiento ilimitado. Por cosmología entendemos la visión del mundo – cosmovisión – que subyace a las ideas, a las prácticas, a los hábitos y a los sueños de una sociedad. La nuestra Se caracteriza por ser mecanicista, determinista, atomística y reduccionista.
Por causa de esta cosmovisión, se produjeron innegables beneficios para la vida humana, pero también contradicciones perversas como que el 20% de la población mundial controle y consuma el 80% de todos los recursos naturales, generando un foso entre ricos y pobres como nunca antes ha habido en la historia. La mitad de las grandes selvas ha sido destruida, el 65% de las tierras cultivables, perdidas, cerca de 5.000 especies de seres vivos desaparecidas anualmente y más de mil agentes químicos sintéticos, la mayoría tóxicos, esparcidos por suelo, el aire y las aguas.
Se han construido armas de destrucción masiva, capaces de eliminar toda vida humana. El efecto final es el desequilibrio del sistema-Tierra que se expresa en el calentamiento global. Con los gases ya acumulados, en el 2035 se llegará fatalmente a un aumento de 2 grados centígrados, y si no se hace nada, según ciertas previsiones, a finales de siglo serán 4 ó 5 grados, lo que volverá la vida, tal como la conocemos hoy, prácticamente imposible.
El predominio de los intereses económicos, especialmente especulativos, capaces de reducir países enteros a la más brutal miseria, y el consumismo, han trivializado nuestra percepción del peligro que vivimos y conspiran contra cualquier cambio de rumbo.
En contraposición, está compareciendo con más fuerza cada vez, una cosmología alternativa y potencialmente salvadora. Ya tiene más de un siglo de elaboración y alcanzó su mejor expresión en la Carta de la Tierra. Se deriva de las ciencias del universo, de la Tierra y de la vida. Sitúa nuestra realidad dentro de la cosmogénesis, aquel inmenso proceso evolutivo que se inició a partir del Big bang, hace cerca de 13.700 millones de años. El universo está continuamente expandiéndose, organizándose y autocreándose. Su estado natural es la evolución y no la estabilidad, la transformación y la adaptabilidad y no la inmutabilidad y la permanencia. En él todo es relación en redes y nada existe fuera de esta relación. Por eso todos los seres son interdependientes y colaboran entre sí para co-evolucionar y garantizar el equilibrio de todos los factores.
Vivimos tiempos de urgencia. El conjunto de las crisis actuales está creando una espiral de necesidades de cambio que, si no son implementadas, nos conducirán al caos colectivo, pero que si son asumidas, nos pueden elevar a un estadio más alto de civilización. Y es en este momento cuando la nueva cosmología se revela inspiradora. En vez de dominar la naturaleza, nos sitúa en el seno de ella en profunda sintonía y sinergia. En vez de una globalización niveladora de las diferencias, nos sugiere el biorregionalismo que valora las diferencias. Este modelo procura construir sociedades autosostenibles dentro de las potencialidades y de los límites de las biorregiones, basadas en la ecología, en la cultura local y en la participación de las poblaciones, respetando la naturaleza y buscando el “vivir bien” que es la armonía entre todos y con la madre Tierra.
Lo que caracteriza a esta nueva cosmología es el cuidado en lugar de la dominación, el reconocimiento del valor intrínseco de cada ser y no su mera utilización humana, el respeto por toda la vida y los derechos y la dignidad de la naturaleza y no su explotación.
La fuerza de esta cosmosofía reside en el hecho de estar más de acuerdo con las reales necesidades humanas y con la lógica del propio universo. Si optamos por ella, se creará la oportunidad de una civilización planetaria en la cual el cuidado, la cooperación, el amor, el respeto, la alegría y la espiritualidad tendrán centralidad. Será el gran giro salvador que precisamos urgentemente.
Por Leonardo Boff Filósofo y escritor Solidarios.org

lunes, junio 14, 2010

El Sindicalismo confederal debe responder con sosiego, inteligencia, militancia, lucha, convicciones éticas, morales e ideológicas.

El brutal ataque al que está siendo sometido los trabajadores y trabajadoras y su legítimo representante, el Sindicalismo Confederal, por parte del los medios al servicio del capital más neoliberal, solo puede responderse con sosiego, inteligencia, militancia, lucha, convicciones éticas, morales e ideológicas.
El sindicalismo confederal es atacado por ser el último dique ante la corriente neoliberal, que siendo los creadores de la crisis, han encontrado en los derechos de los trabajadores la explicación a la crisis económica y política actual, culpando igualmente a los trabajadores de la baja competitividad de nuestros productos frente a terceros.
Al dique del sindicalismo confederal se le están colocando cargas explosivas para proceder a su voladura controlada, a saber:
•Orientando toda la capacidad mediática del neoliberalismo para lanzar falsedades, medias verdades, para impactar a una población perpleja y desesperanzada.
•Poniendo en cuestión la legitimidad de la representatividad del sindicalismo confederal (en este sentido ha venido muy bien el escaso seguimiento de la huelga en el sector público, donde el sindicalismo confederal siempre ha encontrado resistencias para realizar su acción sindical).
•Atacando los derechos sindicales emanados de la Constitución Española (como la utilización del crédito horario sindical o las ayudas institucionales que desde el año 85 recoge la Ley ORGANICA DE LIBERTAD SINDICAL), cuestionando, de esta manera, la escasa democracia participativa en el seno empresa de este país.
La derecha política no queda rezagada inaugurando una nueva línea argumental: ellos se transmutan como los genuinos representantes de los trabajadores.
La socialdemocracia en el poder con su irresponsable actitud ha facilitado que el mercado sin control, gobierne en estos momentos la política.
Ante esta situación hay que combinar una estrategia de defensa y ataque, para salvaguardar los intereses de los trabajadores, y preservar el instrumento de acción de trabajadores y trabajadoras el sindicalismo confederal.

lunes, junio 07, 2010

8 de junio Huelga General de Empleados Públicos. Es menester ir a la huelga.

La huelga es el instrumento más potente de los trabajadores para manifetar su poder. Ante los recortes propuestos por el gobierno en función pública y más, es menester una huelga de empleados públicos, de pensionistas. Y despues...
Congelar las pensiones, rebajar el salario a los empleados públicos, suprimir el periodo transitorio para la jubilación parcial, suprimir la retroactividad en materia de dependencia y reducir la inversión, llevan al país a una situación de desastre y traspasa todos los límites en una dinámica que conduce a la confrontación y el conflicto social generalizado.
Las medidas son Injustas, pues castigan a las personas y colectivos de trabajadores más vulnerables.
Son Antieconómicas y afectan muy gravemente al país, especialmente a Extremadura, pues la congelación de las pensiones y el recorte de salarios de empleados públicos y la reducción de las inversiones, impiden nuestro incipiente desarrollo (tenemos las pensiones más bajas del país, igual que los salarios de los empleados públicos) pues se paralizan obras tan importantes como el AVE, la plataforma logística, infraestructura viaria como la conexión con el levante.
Los empleados públicos nunca han visto aumentar nóminas durante el periodo expansión económica. Sus organizaciones alcanzaron un acuerdo económico para la legislatura, con pírricas subidas salariales (0,3% para este año), acuerdo firmado con la vicepresidencia primera del gobierno hace apenas 6 meses.
Estos recortes culpabilizan en exclusiva al trabajo de los desmanes del capital. No es razonable, son indignas, pues surgen del incumplimiento de acuerdos alcanzados legítimamente por las partes en libertad.
Los trabajadores tenemos que responder, La huelga es nuestro instrumento, no podemos aceptar sumisamente estas medidas. Participar en la Huelga del 8 de junio es una expresión de civismo de compromiso, de ciudadanía, de libertad. En Extremadura están convocadas manifestaciones a las 19,00 horas en:
Badajoz: desde la Plaza de España
Cáceres: desde la Avenida de Portugal (plaza América).

martes, junio 01, 2010

Artículo de Ignacio Fernández Toxo: El Gobierno debilita el Estado de Bienestar

Después de la quiebra del sistema financiero estadounidense provocado por la emisión fraudulenta de los bancos de inversión de activos financieros por valor de billones de dólares, y la posterior extensión al consumo y la producción mundial, todos los analistas coincidieron en que tan sólo la decidida y masiva intervención del sector público evitó el riesgo sistémico y el colapso de la intermediación financiera. Una intervención que, sin embargo, no evitó una rápida y abrupta recesión económica en la mayor parte del mundo. Fuente: CCOO
Fueron tiempos de políticas públicas y manual keynesiano. De dignos amagos sobre la supremacía de la democracia y de la política. Pero fue un espejismo. Aquellos que reclamaron un paréntesis al capitalismo y que esperaron agazapados hasta que escampara; los que provocaron el desastre y vivieron aparentemente bajo el signo del descrédito social; los ideólogos del capitalismo de casino, que parecen no tener rostro; todos ellos han emergido de nuevo y han puesto a los gobiernos a sus pies, recetando mercado y agitando convulsiones monetarias.
El Gobierno español ha sido uno de ellos. Incapaz de prever la dimensión de la crisis, fue aceptando su gravedad a medida que improvisaba un paquete tras otro de medidas de corto alcance y escasa o nula coordinación. Sumó a su insolvencia una acusada ausencia de liderazgo que, en tiempos de recesión, se nos antojaba imprescindible para convocar a las fuerzas políticas y sociales y explorar la posibilidad de un Pacto de Estado. En su lugar se fueron sucediendo acuerdos de baja intensidad y alta disputa mediática, siempre activados por un Partido Popular cegado por el horizonte electoral.
No faltó en este festival de despropósitos, la Unión Europea, más atenta a los vaivenes de los mercados, que a la necesidad de preservar la Unión Política y Monetaria. De la primera, mejor no hablar; y de la segunda, sólo cabe hablar de decepción y fracaso. Una decepción que deriva en irresponsabilidad cuando se trata de hacer frente a situaciones de grave crisis económica y financiera como la de Grecia, a la que se atendió tarde y mal, sometiéndola a la dictadura de los mercados financieros.
Y entonces, llegó el plan de ajuste. El presidente del Gobierno lo anunció en el Congreso de los Diputados el 12 de mayo, y el Consejo de Ministros lo aprobó el 20 de mayo. Un plan para reducir el déficit público en 15.000 millones de euros hasta 2011, a rebufo de los mercados, de la UE y de los dictados del FMI. Un nuevo paquete de medidas, pero esta vez, con un objetivo claro y unas víctimas definidas. El objetivo: reducir el déficit público, recortando drásticamente el gasto social; las víctimas: pensionistas, empleados públicos y personas dependientes. En unos días, el Gobierno cambió el rumbo e interpretó de la forma más ortodoxa las recetas del liberalismo económico: menos estado de bienestar y más confianza en los mercados, es decir, más sacrificio para los de siempre.
Este no es el camino
CCOO no tardó en responder. Las medidas contempladas en el plan nos parecen injustas (afecta a alguno de los sectores más débiles de la sociedad), desequilibradas (se opta por reducir el gasto abandonando cualquier iniciativa para aumentar los ingresos), antieconómicas (reducen la capacidad de compra de pensionistas y empleados públicos lo que provocará un descenso del consumo y un freno a la reactivación), quiebran la legitimidad del diálogo social (el consenso parlamentario y social derivado del Pacto de Toledo y de los acuerdos con los empleados públicos saltan por los aires), y contaminan la negociación colectiva en el sector privado (en numerosos convenios los empresarios han roto compromisos salariales anteriores).
En coherencia con el análisis que nos merece el plan de ajuste, los sindicatos acordamos una huelga general en las Administraciones Públicas para el 8 de junio, y advertimos al Gobierno que de seguir por el camino del recorte del gasto social, vulnerando derechos sociales y laborales, quedan abiertos todos los escenarios de movilización social, incluida la huelga general. Concretaría más: si además del plan de ajuste y en ausencia de acuerdo en la mesa de reforma del mercado de trabajo, el Gobierno legisla por decreto contra los derechos de los trabajadores, habrá huelga general, según acordó nuestro Consejo Confederal reunido el pasado 27 de mayo. No podemos tolerar que la destrucción de empleo que se acerca ya a los 4,7 millones de parados y el ataque al estado de bienestar, cuyo origen hay que buscarlo en las políticas especulativas y la crisis del sistema financiero, se agiten como la "única posibilidad de superar la grave crisis por la que atraviesa la economía española".
Hemos repetido hasta la saciedad que hay otra forma de hacer las cosas. Se puede y se debe reformar el sistema financiero, para que fluya el crédito a familias y empresas; hay que recuperar figuras tributarias alegremente eliminadas (impuesto de patrimonio, de sucesiones, modificar impuesto de sociedades…); hay que abordar de una vez por todas el debate para una nueva fiscalidad, más ambiciosa y equitativa; se tiene que precisar un plan de lucha contra el fraude fiscal y la economía sumergida, que permita cuantificar anualmente los ingresos obtenidos. En definitiva, el plan de ajuste no es la única salida. O somos capaces de compartir sacrificios para superar la delicada situación económica, y trabajamos por un acuerdo de todos, en el que el Gobierno se implique con decisión y firmeza, o entraremos en tiempos de creciente y sostenida movilización general contra las medidas injustas y antieconómicas que ha aprobado el Gobierno.
Ignacio Fernández Toxo es Secretario general de la Confederación Sindical de Comisiones Obreras