viernes, julio 01, 2011

Lo único serio e importante que les queda a los trabajadores es el sindicalismo confederal. Palabra de Ariza.

Julian Ariza en Cáceres
Los Jóvenes de CCOO de Extremadura han traído esta mañana un regalo a Cáceres,  la  presencia de Julián Ariza, uno de los hombres clave en el nacimiento y consolidación de Comisiones Obreras, para hablarnos de lo que más conoce y siente, el sindicalismo y especialmente el sindicalismo de CCOO. 


Comisiones Obreras es una organización sin paragón en España y en el mundo. Comisiones Obreras puede presumir de su juventud, a pesar de la reciente desaparición de uno de sus principales impulsores, el querido Marcelino Camacho, CCOO es una organización donde puedes oír, leer, chatear con el amigo Lopez Bulla o disfrutar  del amigo Saborido en Sevilla. Estos y estas son sus forjadores con una trayectoria de cincuenta años. 

Afortunadamente son muchos y muchas los que siendo  jóvenes de los años 50 del siglo XX, desafiaron a una sangrienta y represora dictadura, dando lo mejor de sus vidas - en algunos casos con años de cárcel-, para atrapar el anhelo de libertad, de justicia, de igualdad, de democracia y de acción sindical en la empresa. 

Como vivimos tiempos desmemoriados, tiene mucho sentido -brevemente- pararnos y recordar quien es Julián Ariza: Un militante de CCOO que comenzó a trabajar con 12 años en una Cooperativa farmacéutica (COFARES) en Madrid. Posteriormente estudió Maestría Industrial, en la especialidad de Delineación. Comenzando a trabajar como delineante en la empresa Perkins, donde volvió a coincidir con Marcelino Camacho, con quien iniciaría a principios de los sesenta la Comisión Obrera del Metal de Madrid, primera estructura organizada del Movimiento Sociopolítico de las Comisiones Obreras.

Como bastante de los comprometidos en aquella época y de forma paralela a la actividad sindical también mantuvo una intensa actividad política dentro del Partido Comunista de España. Fue represaliado por publicar opiniones críticas contra el régimen en la revista "Juventud Obrera" de la Juventud Obrera Cristiana (JOC), sufrió prisión en el franquismo por su actividad en la defensa de los derechos de los trabajadores y, ya en la transición, fue el primer responsable de la organización y fortalecimiento orgánico de la Confederación Sindical de Comisiones Obreras. Desde entonces, Julián Ariza ha tenido numerosas e importantes responsabilidades en la dirección de la organización sindical. Fue presidente de la Fundación 1º de Mayo y vicepresidente del Consejo Económico y Social de España. Además es autor de numerosos libros, siendo un colaborador habitual en diferentes revistas y periódicos.

Esta mañana Julian ha asegurado ante los jóvenes de CCOO de Extremadura que "lo único serio e importante" que les queda a los trabajadores para seguir defendiendo sus derechos laborales adquiridos a lo largo del tiempo son los sindicatos. Este es el motivo de la "campaña" que "se está haciendo desde fuera" para alentar el "individualismo en las relaciones entre el trabajador y la empresa, porque así el trabajador es más débil frente al patrón". Por ello ha querido transmitir de manera cierta y sin complejos que los jóvenes afiliados al sindicato "deben sentirse orgullosos" de pertenecer a "uno de los movimientos más importantes que hubo en la lucha contra la dictadura".

Ariza nos ha recordado como CCOO "ha sido clave en nuestro país en la lucha por las libertades, la democracia y los derechos de los trabajadores" y ese espíritu debe continuar ahora que "hay democracia, pero el capitalismo se ha instalado de nuevo". Es necesario ser críticos muy críticos contra el capitalismo, hay que forzar el sistema para cambiarlo, por eso "Hay motivos para seguir luchando porque estamos asistiendo a un retroceso de las conquistas sociales". 

Ha constatado la existencia de “una campaña antisindicalismo en marcha" y ha negado que los sindicatos se hayan "acomodado" a lo largo de su historia. "No nos hemos acomodado y seguimos intentando evitar esos deterioros de las relaciones laborales", enfatiza. Pero es lógico que el capital quiera debilitar al único muro que existe contra el desmantelamiento del Estado de Bienestar. Un estado nacido en una época donde existía una alternativa cierta al capitalismo. El Estado de Bienestar es hija de esa época. Un capitalismo sin alternativa, considera el Estado de Bienestar una construcción molesta. Sobra, como todo sujeto social que lo defiende, el sindicalismo confederal.

No ha olvidado comentar que el contexto económico y político global deja poco margen de maniobra, pues China no es la alternativa al Capitalismo. También ha recordado un hecho clave que pasa desapercibido en los análisis de las políticas de la UE, que de los 27 países que forman parte de la Unión Europea, 22 tienen gobiernos conservadores. "Nuestra crítica es que los gobiernos de izquierdas asumen decisiones de las instituciones gobernadas por la derecha y la gente nos exige soluciones que no podemos darles".

El sindicalismo confederal tiene que mejorar las relaciones con los trabajadores e intensificarlas, pero ojo, somos lo único serio e importante que les queda a una clase Obrera que siendo heterogénea, es un sujeto social que si se individualiza pierde.

Finalmente en el debate, se ha mostrado ilusionado con movimientos como el 15M, a pesar de los intentos desconcertantes, como eliminar su perfil de movimiento sociopolítico por grupos minoritarios con generalizaciones sobre la política y al sindicalismo. Recuerda igualmente que en los años 50 el anhelo de los jóvenes sindicalistas, era la democracia,  hoy la alternativa a la democracia es mejorar la democracia,  la manera de hacer política. Comparte el anhelo de transparencia y cercanía de la política con los ciudadanos que manifiestan estos jóvenes. Considerando una gran noticia que los jóvenes estudiantes nacidos y crecidos en los beneficios de la democracia alcanzada en el 78, pidan reformas que perfeccionen nuestro sistema de convivencia, la conciencia de sujeto colectivo, siempre tendrá beneficios, articulando fortaleciendo el sujeto social y colectivo. Gracias Julian