viernes, diciembre 03, 2010

Lo publico necesita un nuevo pensamiento social, que fomente la acción por la igualdad y una ciudadanía inclusiva.


Esta es una de las conclusiones del seminario celebrado el pasado día 26 de Noviembre en Mérida, titulado "Los Servicios Públicos: cohesión social, democracia y ciudadanía “, organizado por la Fundación Cultura y Estudios de Comisiones Obreras.


El seminario contó con la ponencia de Antonio Antón Morón, profesor honorario de la Universidad Autónoma de Madrid y autor del libro "Reestructuración del estado de bienestar" (Editorial Talasa. Madrid 2009. ISBN: 9788496266292) quien afirmó que,  contrariamente a las corrientes economicistas preponderantes en la actualidad, los países con un mayor desarrollo del estado de bienestar son los que mejor están soportando la crisis, por el contrario aquellos que menos desarrollado tienen el estado de bienestar, son más pobres y están sufriendo con especial intensidad la crisis, como ocurre con Grecia, Irlanda, Portugal, España, Italia etc. Los trabajadores Europeos no tienen un modelo social alternativo en el mundo, con el estado de bienestar, viven en el mejor modelo del planeta.

Consideró que en este momento se están produciendo cambios no sólo en la esfera económica y laboral, también en la orientación ideológica liberal de las políticas económicas, pues se camina hacia la subordinación de las políticas sociales a los imperativos económicos que aparecen como incuestionables; a la “adecuación” de los mecanismos de bienestar a las desigualdades socioeconómicas y laborales existentes.

Así las Políticas sociales adaptadas a los imperativos económicos, reducen la intensidad protectora; mayor control de la población precaria y excluida que recibe prestaciones sociales. ‘Racionalización’ y contención del gasto social, más asistencializado y con menor intensidad protectora, privatización como salida para las clases medias-medias y superiores.

Ante esta menor responsabilidad institucional y solidaridad colectiva, la trampa del traslado de la responsabilidad protectora a la familia se sitúa nuevamente en la mujer, que vuelve a sucumbir al rol patriarcal de cuidadora, de función social sin reconocimiento, vuelta a la cueva. Se pone en riesgo la “cohesión social” y la convivencia intercultural, corriendo peligro de surgimiento de xenofobia.

Riesgo de dualización social por un lado, la ‘asistencialización’ de segmentos bajos y vulnerables y, por otro lado, el mercado para las capas acomodadas: dilución de derechos “contributivos”; deterioro de servicios públicos de calidad; inseguridad para las clases "trabajadoras": incertidumbre del tercio intermedio, y vulnerabilidad del tercio inferior. Ante la persistencia de estos riesgos es necesario reequilibrar el contrato social en una sociedad fragmentada.

Antón finalizó dejando algunas preguntas para la reflexión, de las que  destaco:¿Dimensión de las nuevas brechas sociales y los problemas de cohesión social y convivencia intercultural? ¿Y la sostenibilidad medioambiental? ¿Qué expresión política, electoral y asociativa de la ciudadanía? ¿Individualización, fragmentación, desafección? ¿Renovación de la socialdemocracia, de la izquierda social y política? ¿Y la capacidad representativa del sindicalismo, su influencia y su dimensión sociopolítica? ¿Qué vale de la tradición?: Vigencia de valores ‘progresistas’ renovados (igualdad, libertad, solidaridad, laicidad, democracia) ¿Qué modelo social?: Refuerzo de las bases de la ciudadanía social y laboral. Sociedad democrática, convivencia y regulación pública. ¿Es posible una democracia social y económica más avanzada para la próxima década?.