Traigo a esta tribuna el artículo que publica en el diario HOY de Extremadura José Antonio Piris de la FSC-CCOO de Extremadura, una reflexión que pone el dedo en la llaga de la doble moral de actuación ante la crisis. Doble moral que en las actuaciones se convierten en unidimensionales. Las medidas las sufren los trabajadores y trabajadoras, pensionistas, los débiles y nuestro sistema de protección social. ¡Así no!
En estos días han aparecido en toda la prensa numerosos artículos sobre las 3.000 cuentas descubiertas en la filial suiza del banco HSBC, y que estaban ocultando al fisco español más de 6.000 millones de euros. Pero lejos de ser primera plana en todos los diarios e informativos, dada la actual situación de crisis, ha pasado como un suceso más, y ha tenido que ser la Organización de Inspectores de Hacienda del Estado la que denunciara un más que manifiesto trato de favor a las cuentas de Suiza, ofreciéndoseles regularizar su situación en quince días, asemejándose este trato a una amnistía fiscal.
De esta y otras noticias publicadas, se desprende que pueden ser 1.000 los defraudadores propietarios de las 3.000 cuentas detectadas. Ante noticias como esta, no caben razones para poder admitir como validas las decisiones del Gobierno español de imponer por decreto a 2,5 millones de empleados públicos una reducción de su salario, por la globalización de la crisis; esto en un primer momento y posteriormente, y de nuevo por decreto, imponer a la totalidad de trabajadores de España, medidas para superar la crisis, que según nos siguen diciendo es de todos.
Pero todos no somos iguales. A mil insolidarios, que han hecho sus fortunas aprovechando una situación de bonanza económica que no era tal, pues ha desembarcado en esta crisis, y decidieron no aportar su parte a las arcas públicas, ahora nuestro Gobierno, decide darles una segunda oportunidad. Ante esta situación, yo le digo a mi Gobierno: así no.
No seré yo quien pueda dar una solución a la crisis, pues es labor del Gobierno, pero ante medidas adoptadas tan injustas, y la prueba de que esta gente nunca va a ser solidaria, puesto que solo con los 6.000 millones defraudados, por esos 1.000 insolidarios, se igualaría la cantidad estimada que se obtendrá por el recorte salarial a los empleados públicos y la bajada de las pensiones, que en último término, nos afectan a todos.
Basta de injusticias. Quizás no podamos dar soluciones perfectas a la crisis, pero sí podemos decir no a aquellas medidas que realizan los que sí pueden y deben hacerlo, pero que no hacen más que acrecentar la injusticia que ésta ha creado, y hace que todos debamos pagar, menos como en este caso, 1.000 insolidarios declarados.
Cada uno de nosotros tiene la posibilidad de decir no a aceptar porque sí medidas que generan más injusticias sin ni siquiera dar una solución clara a la crisis, porque no puede ser que la solución planteada sea mermar los derechos adquiridos por la ciudadanía, para mantener un sistema que nos ha conducido a esta crisis y que mantendría a estos y otros insolidarios en igual o mejor situación que en la que están.
Me viene a la memoria la entrevista a dos economistas españoles que trabajan en universidades norteamericanas, cuando después de reivindicar una reforma laboral profunda del mercado de trabajo en España, no podían dar una previsión de cuando esas medidas podrían hacer descender o equilibrar el número de desempleados; se les proponía si en dos, en cinco o en diez años, y no eran capaces de dar una previsión. Y yo me pregunto, adoptar unas medidas que afectan a toda la población, restándoles derechos adquiridos, y si saber siquiera si serán efectivas a diez años vista, y que en el mejor de los casos serían para volver a la situación anterior, pero con los derechos recortados, ¿son medidas justas?
Por mi parte solo desearía conocer la lista de nombres de esos insolidarios, para no gastar uno solo de mis euros en mantener sus privilegios, y espero no encontrar en esa lista alguno de los muchísimos nombres de empresas, que por desgracia han llevado a cabo expedientes de regulación de empleo, que de una u otra manera hemos pagado entre todos y han enviado a la calle a miles y miles de trabajadores.
Así no, basta de medidas que sólo hacen crecer las injusticias de una crisis, que como nos hacen saber es de todos.*José Antonio Piris