Un año más nos encontramos ante las puertas del 1º de Mayo, un primero de mayo que este año debe ser expresión contundente de la centralidad del trabajo y de los intereses de los trabajadores y trabajadoras reivindicando más derechos laborales y sociales ante la situación de crisis que padecemos los de siempre, y ante la inmoral campaña de los gestores de la inmundicia económica. Hay que reivindicar masivamente más empleo, más inversión pública y más protección social. En Extremadura el 1º de Mayo se celebra en Mérida a las 12 de la mañana con el recorrido saliendo del puente de la autonomía.
Los trabajadores y trabajadoras de extremadura, tenemos que manifestar de manera clara , sonora y nítida, con nuestra presencia en Mérida el 1º de Mayo, nuestra voz y reivindicaciones. Los que han provocado esta crisis con sus recetas neoliberales, siguen difundiendo sus ideas, para reclamar más desprotección, más precariedad. El último en hacer "pandilla" con el director del Banco de España, ha sido José Mª Aznar -nada nuevo por cierto-. Los trabajadores y trabajadoras lejos de sentirnos culpables por lo que no hemos hecho, debemos salir, manifestarnos, proclamar nuestras propuestas, dando un mensaje contundente a los argonautas neoliberales. En comisiones obreras consideramos la situación muy complicada, por ello tenemos propuestas, y entre ellas la más significativa la de un Pacto de Estado por la Economía y el Empleo, a saber:
1.- Caracterización de la situación actual.
Estamos ante una profunda crisis económica internacional. La primera gran crisis de la economía globalizada. Su origen se encuentra en la prevalencia de la economía especulativa y en la ausencia de controles del sistema financiero, sobre todo en EEUU, donde se ha jugado irresponsablemente liberando crédito sin garantías en torno al mercado inmobiliario. En España la crisis internacional tiene una repercusión más aguda por coincidir con el agotamiento del modelo de crecimiento que se ha seguido en las últimas décadas, hasta el punto de que España podría haber entrado en crisis aun en el caso de que no se hubieran dado las presentes circunstancias internacionales. El modelo de crecimiento español se ha caracterizado por el fuerte tirón de la construcción de vivienda residencial y del sector servicios. Las consecuencias de este modelo son conocidas: desorbitado encarecimiento del precio de la vivienda que ha llevado a las familias españolas a un nivel de endeudamiento difícilmente asumible; gran crecimiento del empleo de baja cualificación, escasa estabilidad, insuficiente protección y bajos salarios y altísimos beneficios empresariales que no se han reinvertido en herramientas de futuro como son la investigación, la innovación y la formación de los trabajadores y trabajadoras, sino que se ha ido hacia los altos rendimientos que ofrecía el sector inmobiliario o a gastos suntuarios. Así, en el momento en que ha estallado la burbuja inmobiliaria se ha paralizado la actividad constructora, que ha arrastrado a las empresas auxiliares y con ello ha empezado una destrucción de empleo que nos ha colocado en los tres millones y medio de parados y que amenaza en llevarnos hasta los cuatro antes del verano. La caída del empleo, que se agudiza por la incapacidad de nuestra economía de absorber el crecimiento de la población activa, se ha cebado en el empleo temporal que es el que menos derechos de protección acumula, situando a casi un millón de personas en riesgo de exclusión social; ha incrementado la morosidad y ha retraído el consumo, lo cual agudiza el círculo vicioso afectando a la producción de bienes y servicios y llevando todo ello a una mayor pérdida de puestos de trabajo (sector del automóvil) La crisis del sistema financiero internacional está suponiendo una restricción del crédito a empresas y familias que no hace más que agravar la situación. En estas condiciones las respuestas de los diferentes gobiernos se han caracterizado por la falta de soluciones comunes convenientemente coordinadas. EEUU ha optado por una fuerte inyección de dinero público dirigido al sistema financiero y a la economía real, mientras que Europa ha sido mucho más timorata. El Gobierno español ha arbitrado una serie de medidas que, aun yendo en la buena dirección, se han presentado inconexas y con un alcance limitado, cosa que se agrava por la escasa capacidad de actuación de los instrumentos públicos que deben vehicularlas, como es el caso del ICO. Por otra parte, las medidas que el Gobierno ha llevado a las mesas de diálogo social, si bien tienen la intención, compartida, de incrementar los niveles de protección a los desempleados, algunas de ellas se revelan como ineficaces e incluso contraproducentes. Por su parte, los representantes de la patronal, particularmente los vinculados a CEOE, han concebido esta crisis como una nueva oportunidad de recuperar sus tasas de beneficio por la vieja vía de imponer sus propuestas desreguladoras del mercado laboral y de debilitamiento del sistema de protección social: contrato con veinte días de indemnización, bajada de cuotas a la seguridad social, ausencia de controles administrativos ante los despidos, congelación de los salarios,… Esta actitud ha hecho fracasar, al menos por el momento, el marco para la negociación colectiva que supone el AINC y pone en situación de riesgo la concertación social. Entre tanto, la situación se agrava y no se ven perspectivas de salida. La convicción de que la economía española atraviesa por un momento extraordinariamente grave, de que cientos de miles de trabajadores y trabajadoras se encuentran en los márgenes de la exclusión social, que las respuestas que se han puesto en marcha o se proponen no tienen la capacidad de afrontar con eficacia la situación, y que de ésta no saldremos sin una implicación activa del conjunto de la sociedad empezando por sus principales actores, el gobierno, los agentes económicos y las organizaciones sindicales, es lo que lleva a la C.S. de CCOO a proponer UN PACTO DE ESTADO POR LA ECONOMÍA Y EL EMPLEO.
2.- Pacto por la economía y el empleo: Objetivos, actores, contenidos y medios.
Los objetivos que, a nuestro modo de ver, debe perseguir el citado pacto son: - Garantizar la protección social de las personas más afectadas por la crisis evitando que caigan en las zonas de exclusión. - Reactivar la actividad económica para evitar que se siga destruyendo empleo. - Establecer las bases para cambiar el modelo de crecimiento en aras a conseguir una economía más sana y sostenible y menos vulnerable a los cambios de ciclo. Alcanzar un pacto con estos objetivos, solo es posible si existe un compromiso sincero en el que se impliquen con capacidad de liderazgo el Gobierno, la patronal y los sindicatos. En consecuencia, éstos deben ser sus principales protagonistas. El marco para llevar a cabo esta negociación puede ser el del “Diálogo social reforzado” siempre que no queden excluidos de él ningún ámbito de negociación. En un Estado fuertemente descentralizado como el español, las CCAA deberán asumir un papel activo coordinando las medidas que éstas ya están adoptando con las que se puedan acordar con el Gobierno central. La propuesta de Pacto que realiza CCOO combina medias coyunturales con otras de carácter más estratégico que deberían pivotar sobre tres ejes fundamentales:
1.- Ampliar la protección social desde los sistemas públicos de bienestar social: - Ampliar y mejorar la protección por desempleo. - Adoptar mejoras en la renta activa de inserción. - Conseguir una mayor integración de las políticas activas de empleo. - Reorientar la actuación de los Servicios Públicos de Empleo. - Reformar la Ley concursal. - Garantizar la aplicación de la Ley de atención a la dependencia. - Alcanzar la integración de los Regímenes Especiales en el General de la Seguridad Social.
2.- Impulsar la actividad económica y la creación de empleo transformando el modelo productivo:
- Acometer nuevos programas de inversión pública, tanto en lo que se refiere a la dotación de infraestructuras físicas como tecnológicas que anticipen la obra pública prevista. - Desarrollar la sociedad de la información. - Aumentar el parque de viviendas en alquiler concertando la acción de las administraciones públicas y el sector privado. - Abordar un plan de rehabilitación urbana y de vivienda residencial. - Ordenar y priorizar las inversiones públicas y privadas en I+D+i. - Realizar un plan Industrial que afronte el diseño industrial y la calidad de los bienes y servicios. - Negociar una Ley de Ciencia avanzada. - Crear un marco regulador de la política energética. 3.- Mejorar nuestro sistema educativo y la formación profesional para el empleo.
- Vincular más y mejor el sistema educativo con el mercado laboral. - Poner en marcha medidas para atajar el alto nivel de abandono escolar. - Dignificar la Formación Profesional reglada. - Potenciar y diversificar la oferta de ciclos de Grado Medio de FP. - Incrementar las plazas de educación infantil para niños y niñas menores de tres años. - Alcanzar la excelencia de la universidad y potenciar su faceta investigadora. - Desarrollar la regulación de los certificados de profesionalidad. - Impulsar una red pública de centros integrados de FP. - Regular el procedimiento para el reconocimiento de la experiencia laboral a efectos de titulación. - Favorecer la formación de los trabajadores y trabajadoras con más dificultades para encontrar empleo.
CCOO es plenamente consciente de que tras alcanzar un pacto como el que proponemos hay que garantizar su aplicación y para ello es indispensable contar con amplios recursos económicos; para ello se debe plantear cuando menos tres líneas de actuación: Flexibilizar los márgenes de endeudamiento, revisar la política fiscal para garantizar mayores recursos para el Estado y reformar nuestro sistema financiero dando un mayor peso a la banca pública, dotando de mayores recursos y capacidad al ICO y reformando la Ley de Cajas.
1 comentario:
viva el 1º de mayo
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