Foto: Archivo del Movimiento Obrero Extremeño (AMOEX). Primero de Mayo de 1990, en la Puerta del Sol de Plasencia |
Significado del Primero de Mayo en Extremadura
“Una mirada antropológica”
(Resumen)
José Mª Izquierdo Calle
1. Introducción
3. Pinceladas Historiográficas del simbolismo del Primero de Mayo para el Movimiento Sindical Internacional
4. El simbolismo ritual del Primero de Mayo en Extremadura: 1992-2005.
5. El Primero de Mayo del 2006
6. Conclusiones
1. Introducción:
La fecha no pasa desapercibida, cada Primero de Mayo los medios de comunicación nos informan de las manifestaciones, de los discursos, de la celebración, de los incidentes, no sólo de España o de Europa, sino en los cinco continentes. Es una conmemoración con difusión internacional, lo que necesariamente implica compartir unas creencias; unos determinados patrones de comportamientos, de valores, que se han ido difundiendo de forma directa e indirecta. Nos encontramos ante una manifestación cultural organizada, pautada, estructurada, normalizada, donde se comparte unos valores y códigos. También es una expresión simbólica pues utiliza todo tipo de símbolos, verbales y no verbales –lemas, carteles, pancartas, etc.
Es pasado y es presente; es industrial y postindustrial; es rural y es urbana; conecta con quienes consideran que la antropología es el estudio de lo actual que aspira a un conocimiento global del hombre histórico y del contemporáneo.
Pero en este caminar tropiezo con una nueva dificultad, pues lo que me interesa y conozco realmente es el Primero de Mayo de Extremadura (excepto en tres celebraciones madrileñas, las otras 17 las he vivido en Extremadura, repartidas entre Plasencia y Mérida), ¿existe identidad en Extremadura?; ¿existe un movimiento sindical genuino de Extremadura?
A estas preguntas me ayudó a responder el trabajo de Javier Marcos “Etnología de Extremadura. Bases teóricas y Metodológicas” donde el autor manifiesta:
“Consideramos que los extremeños constituye un grupo social con una cultura diferenciada y con una identidad cultural en proceso dinámico de formación cuyas bases hay que buscarlas en un conjunto de características sociohistóricas y socioeconómicas, es decir en factores diacríticos, así como en los recientes fenómenos de etnogénesis. Las características socio históricas culturales que se atribuyen a los extremeños reflejan una experiencia colectiva. (…), Extremadura -como cualquier otro pueblo- no es resultado de una continuidad o perpetuación existencialista e inmutable a través del tiempo, sino una realidad objetiva, resultante de un proceso histórico especifico que ha cristalizado en una formación socioeconómica diferenciada”.( pp165)
Participo con el autor de la idea de existencia de una identidad cultural propia del pueblo extremeño. De esta manera respondo a la primera de las preguntas formuladas anteriormente, pero ¿respondo afirmativamente a la segunda? Así lo creo, dado que las características, sociohistóricas y socioeconómicas han conformado una identidad propia del movimiento sindical Extremeño, un movimiento que tiene como características propias su dispersión y concentración en pequeñas ciudades, alejadas geográficamente; donde las empresas tiene un carácter de micro industria y artesanal, donde realizan sus labor un proletariado nacido y provenientes en su mayoría del mundo rural, conviviendo con asalariados agrícolas y jornaleros, (Fernando Ayala Vicente 2000; Sánchez Marroyo, Fernando 1979).
Foto: Archivo del Movimiento Obrero de Extremeño (AMOEX). Primero de Mayo en Plasencia 1990. |
También surgen características propias al comparar la estructura interna de Comisiones Obreras y de la Unión General de Trabajadores en Extremadura, con la correspondiente cultura organizativa de organizaciones políticas y empresariales de Extremadura, o con la de otras estructuras de estos sindicatos en otras Comunidades Autónomas españolas.
La primera comparación pone de manifiesto que son las únicas organizaciones dentro del ámbito social y político, de relevancia en Extremadura, que cuentan con una dirección única de carácter regional en sus dos estructuras, las territoriales y las de “rama” o federales. En este sentido y abriendo un pequeño paréntesis es preciso reseñar y conocer que en estas organizaciones pervive un doble modelo organizativo que las convierte en sistemas complejos con numerosas estructuras organizativas específicas, determinados por sectores productivo de la economía, que se interconectan con un ámbito territorial concreto, en este caso Extremadura, la interacción de estas estructuras suele contener una rica información, más o menos oculta al observador. Es por tanto importante señalar que toda mirada etnográfica del movimiento sindical confederal requiere no sólo “mirar” el funcionamiento de las partes sino conocer como se relacionan entre sí.
La existencia de estructuras regionales sin ámbitos organizativos provinciales, diferencia a las organizaciones sindicales de las empresariales y políticas (a excepción de Izquierdo Unida), con las que permanentemente interactúan los sindicatos. Comparativamente los partidos políticos Extremeños mantienen fuertes estructuras provinciales donde la identidad extremeña puede quedar conformada por la suma de las identidades provinciales.
En el caso empresarial la realidad organizativa está conformada por identidades provinciales e incluso comarcarles, como es el caso de la Federaciones Empresariales Placentina o Cacereña, entidades que en el reciente proceso de elecciones para el gobierno de la Cámara de Comercio de la provincia de Cáceres (Abril 2006), han protagonizado un enfrentamiento con utilización de elementos étnico sin precedentes (los de Cáceres frente a los de Plasencia y viceversa), digno de estudio, que pone de manifiesto que no siempre es fácil la coexistencia y yuxtaposición de lealtades identitaria, de carácter local, comarcal, regional o nacional, etc., situaciones, que a nuestro pesar se convierten prácticamente en excluyentes. Esta percepción de la identidad extremeña como suma de tres identidades, la cacereña, pacense y placentina, no siempre se integra plenamente, como se pone de manifiesto en todos los foros de participación institucional donde tienen presencia los empresarios ( Consejo Económico y Social de Extremadura, Consejo Social de la UEX, Consejo de relaciones laborales, Mesa del Plan de Empleo e Industria de Extremadura, Comisión Extremeña de la Fundación Tripartita de Formación Continua, etc.), donde existen necesariamente representación de las partes con tácticas y estrategias diferenciadas en ocasiones.
Si aplicamos esta mirada comparativa a las estructuras de estos sindicatos en otras Comunidades Autónomas multiprovinciales españolas, descubrimos que sólo tienen similitud las de las denominadas “históricas” con un sentido de identidad propio muy marcado dentro de las respectivas organizaciones nacionales de la Unión General de Trabajadores y Comisiones Obreras del Estado Español.
Este hecho tiene relevancia al significar un rasgo que manifiesta la existencia de identidad extremeña en el movimiento sindical representado por las organizaciones sindicales analizadas. Identidad dotada de características exclusivas, desenvuelta para adaptarse a una realidad territorial poco fértil para el desarrollo organizativo de masas, por la escasa población y débil implantación industrial tradicional, aglutinadora y favorecedora de la vivencia de los valores del sindicalismo histórico.
Foto: Archivo del Movimiento obrero de Extremeño (AMOEX). Primero de Mayo en Mérida 1997 |
Esta identidad se ha asentado a pesar de la falta de correspondencia de sus interlocutores naturales, especialmente las organizaciones empresariales como vimos anteriormente, situación que no favorece la extensión de normativa laboral extremeña, amplificador de un marco jurídico-laboral propio, (apenas existen los convenios colectivos regionales, como se pone de manifiesto en la Memoria Sobre la Situación Socioeconómica de la Comunidad Autónoma de Extremadura del 2004, pp.340, CES), que dificulta la percepción de unos mismos intereses, unas mismas necesidades, valores, formas de expresión, que resta identidad, en el sentido de compartir plenamente un mismo destino.
Este escenario se ha visto desbordado, empero, por la existencia de un marco político Constitucional generador del proceso de autonomía, favorecedora del florecimiento de la identidad de pueblo extremeño, con la recreación de símbolos y creación de instituciones productoras de sinergias sintetizadoras de conciencia de compartir un mismo destino y ocupar un mismo lugar en el espacio.
El proceso de etnogénesis sindical extremeño, también fue favorecido, por la entrada de España en la Comunidad Económica Europea. Esta incorporación abrió las puertas, entre otras cosas, a la cultura de concertación Centro-Europea, heredera de una rica experiencia desarrollada tras la II Guerra Mundial y que tiene su punto máximo de referencia en la participación del sindicalismo Alemán en los Consejos de Administración de las empresas. La CEE fomentó la paz social valorando especialmente la concertación previa de los agentes políticos, económicos y sociales, en el diseño de los planes para acceder a los fondos europeos con los que financiar las políticas de desarrollo regionales.
Así en el último tramo de la década de los ochenta, la necesidad de responder al gran problema del empleo en Extremadura, crea espacios de concertación de políticas especiales de carácter regional, que obliga a los interlocutores a un perfil representativo unitario. Esta situación determina la potenciación de las estructuras regionales de todos los implicados. Así sucedió con las nuevas instituciones que se fueron creando como órganos de participación y representación social, como el Consejo Económico y Social de Extremadura y un largo etc. de órganos e instituciones, iniciándose una nueva realidad en Extremadura, que nos acercaba, en vertebración social, a otros territorios del Estado.
Podemos concluir por tanto, que el proceso de creación de una identidad extremeña fue especialmente intenso en el movimiento sindical, que asume una idea global de región, consciente de la necesidad de unión de las escasas fuerzas ante la situación estructural de marginación en la que se encontraban los trabajadores extremeños, asentado en un territorio periférico y alejado de los centros de poder; en un lamentable estado de postergación y subdesarrollo, o lo que es lo mimo, un territorio donde el modo de vida era el propio de una cultura de la pobreza, que se desarrolla en sociedades que presenta como patrón socioeconómico característico (Tomás Calvo Buezas 1991) :
a) Índice alto y constante de desempleo.
b) Salarios pequeños.
c) Carencia y debilidad de tejido social y político, favorecedor de un ejercicio caciquil del poder.
d) Sistema de valores de la clase dominante que ponen el énfasis en la acumulación de riqueza y que justifica la pobreza como resultado de la pereza o de la inferioridad personal.
En este proceso de identidad regional, superadora de desencuentros -a los que el movimiento sindical extremeño estaba tan acostumbrado durante toda la década de los años 80-, surge en los años 90 del siglo XX la necesidad de conformar un Primero de Mayo único y unitario, que respondiera simbólicamente desde el movimiento sindical a las problemáticas planteadas en esta introducción: Extremadura, identidad, pobreza, marginación, subdesarrollo, emigración, unión, organización, lucha, propuesta, respuesta, movilización.
Para finalizar este apartado creo conveniente reseñar que me considero un buen conocedor del movimiento sindical extremeño al que, con mayor o menor intensidad he dedicado 20 años.
Mi experiencia se remonta al año 79 del siglo pasado, donde entro en contacto con la organización juvenil, JOC, que en los momentos de mi incorporación, sufría una profunda crisis interna, saldada con la ruptura en dos organizaciones, situaciones normales dentro del contexto sociopolítico de la transición, recién aprobada la constitución, con una enorme efervescencia política. Este hecho me permitió conocer prontamente los procesos de conflicto interno que caracterizaron la vida interna de las organizaciones políticas y sindicales del último cuarto del siglo XX.
En el transcurso de este periodo desenvuelvo la responsabilidades en dicha organización que me permiten conocer parte de la Extremadura del momento, especialmente las barridas donde se asentaba la organización en las ciudades de Plasencia, Cáceres y Badajoz.
Conocí, a la par, la puesta en marcha del Consejo de la Juventud de Extremadura, conviviendo con las organizaciones que lo conformaron en el primer momento, donde es conocido el papel protagónico de las organizaciones juveniles de partidos y organizaciones sindicales. En el año 93 me incorporo a la dirección de la UR. de CC.OO. de Extremadura, ocupando diversas responsabilidades hasta el año 2005.
Foto: Archivo del Movimiento Obrero Extremeño. Primero de Mayo en Badajoz 1990 |
2.Pinceladas Historiográficas del simbolismo del Primero de Mayo para el Movimiento Sindical Internacional.
En el siglo XIX, en plena revolución industrial, cuando las condiciones de vida y trabajo habían llevado a la clase obrera -hombres, mujeres y niños- a perder toda dignidad humana, el movimiento obrero fue motor de transformación social, germen del “estado de bienestar” del que, en mayor o menor medida, disfrutamos hoy. En esta realidad la celebración Primero de Mayo jugó un papel significativo, que es necesario saber interpretar.
Desde una perspectiva Historiográfica el Primero de Mayo comienza en 1886 en Chicago y está íntimamente ligado a la implantación de las ocho horas de trabajo. Las organizaciones obreras que lo convocaron eligieron esta fecha que correspondía en América del Norte al comienzo del año de trabajo y de contratación de servicios (Maurice Dommanget 1976). En el pensamiento de los que eligieron esa fecha, debía ser el punto de partida para implantar las ocho horas en las empresas que se sometiera a la decisión de Chicago o de la suspensión del trabajo en las que rehusaran a someterse.
El 1º de mayo de 1886 se reivindica: "Ocho horas de trabajo. Ocho horas de reposo. Ocho horas para la educación. A partir de hoy ningún obrero debe trabajar más de ocho horas por día".
Cinco mil huelgas, trescientos mil huelguistas, iniciarán esa jornada de lucha. Obreros de la construcción, ebanistas, barnizadores, obtienen la jornada de ocho horas sobre la base del salario mínimo. Panaderos y cerveceros diez horas, con aumentos de salarios. Así en diversas ciudades.
Pero la realidad del trabajo en Chicago era muy dura con paupérrimas condiciones; jornadas de catorce a dieciséis horas por día, sin alojamiento, con bajos salarios.
Los periódicos de los empresarios afirmaban que era necesario curar a los trabajadores de su orgullo. El Chicago Tribune editorializaba: "la prisión y los trabajos forzados son la única solución para la cuestión social". En este día los huelguistas fueron a la salida de las empresas donde hubo choques con la policía. Cinco muertos y cincuenta heridos; todos obreros. Ante estos hechos e convoca una manifestación de protesta encabezadas por los líderes sindicales. Durante la misma una bomba cayó en filas policiales muriendo ocho agentes. La policía responde con disparos hacia la muchedumbre, produciéndose un gran número de muertos.
Ante los acontecimientos las autoridades detienen a los lideres sindicales, a los que somete a un proceso judicial sin garantías "Es verdaderamente difícil leer los informes sin sacar la conclusión de que fue la más monstruosa caricatura de justicia que haya sido dado ver jamás en un tribunal americano", dirá el historiador Morris Hilquit.
Son condenados a muerte y ajusticiados: Lingg, Ángel, Fischer, Schwab, Spie. Años después, la propia justicia americana denunció las irregularidades del proceso, probando que el fallo se dictó "cumpliendo órdenes". Fielden, Neebe y Schwab, después de doce años de prisión, fueron puestos en libertad.
Con este precedente en 1889, la Internacional Socialista decidirá organizar una gran manifestación mundial en fecha fija, el Primero de Mayo, para conseguir la reducción de la jornada de trabajo a ocho horas. A partir de ese momento, cada Primero de Mayo intentará ser un día de reafirmación y reivindicación del movimiento sindical internacional.
Foto: Archivo del Movimiento Obrero Extremeño (AMOEX). Carteles 1º de Mayo 1990 en Badajoz. |
En el año 2006, más de un millón de trabajadores se manifestaron en Europa con motivo de la celebración del Primero de Mayo, para protestar fundamentalmente, contra la precariedad laboral. En los países asiáticos, las marchas tuvieron que hacer frente a las prohibiciones y a los despliegues policiales para reprimirlas.
En Francia, tras las movilizaciones contra el plan de empleo juvenil, las manifestaciones reunieron, según los sindicatos, a unas cien mil personas. En Alemania los sindicatos denunciaban el aumento del desempleo, que ha llegado a cotas desconocidas en este país (cerca del 12%).
En varios países asiáticos - Filipinas, Sri Lanka, Camboya...- las autoridades prohibieron las marchas o las reprimieron con dureza, y en otros casos, como Indonesia, fueron estrechamente vigiladas. Los lemas de las protestas confluían en cuestiones como los planes gubernamentales de recortes de derechos laborales, como en Indonesia, donde una nueva ley amenaza las indemnizaciones por despido, la falta de seguridad en el trabajo, las políticas arancelarias de la Unión Europea y EE. UU. y, en Corea del Sur, la amenaza de un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos.
También tiene significado simbólico que los actuales dirigentes de Bolivia haya procedido a la nacionalización de la industria petrolera en este día, elegido igualmente por la comunidad hispana de los Estados Unidos, para realizar una huelga general, ante el proyecto de expulsión de los inmigrantes ilegales. Estos acontecimientos permiten significar que el Primero de Mayo sigue representando la lucha de los más desfavorecidos en todo el mundo.
3.El simbolismo del ritual del Primero de Mayo en Extremadura: 1992-2005.
Cartel: Archivo del Movimiento Obrero Extremeño (AMOEX) |
Como ya hemos apuntando anteriormente el Primero de Mayo es un ritual en el sentid expresado por Kottak o Rappapor, es decir el comportamiento formal, repetitivo y estereotipado, que realizado como un acto social se desarrolla en fechas y lugares preestablecidos.
La manifestación del Primero de Mayo es una manera específica de “decir” y de “hacer” las cosas, buscando la eficacia simbólica para influir y confrontar con los poderosos, tanto políticos como empresariales, para conseguir que el reparto de la riqueza sea más justo con los trabajadores y se consiga extender los derechos laborales, la seguridad en el trabajo y el bienestar social, igualmente lanza repetitivamente un mensaje de paz, de anhelo de democracia y participación, de hermandad y confraternización entre los trabajadores del mundo, de denuncia de la pobreza y el hambre internacional.
También es un día de reafirmación del movimiento sindical extremeño, donde se constata la existencia de una identidad con características propias dentro del movimiento obrero español.
En 1992 y en plena confrontación con el gobierno del momento, CC.OO. y UGT de Extremadura aportaron un nuevo simbolismo al Primero de Mayo en la región, al realizar una sola convocatoria aglutinadora de las reivindicaciones laborales y sociales de los trabajadores y trabajadoras de toda Extremadura, mediante la realización de una única manifestación que permitiera una proyección mayor de las reivindicaciones sindicales propiamente extremeñas. Este hecho tuvo un significado clave para el movimiento sindical extremeño actual, pues supuso el impulso definitivo de una identidad regional única, aglutinadoras de otras de menor ámbito territorial, primordialmente local y fácilmente influenciable por estructuras políticas o económicas.
Este paso implicó capacidad de imponer a los órganos provinciales y locales de estos sindicatos, un rol del sindicalismo en Extremadura centrado en la empresa, alejado de influencias políticas que habían guiado el devenir histórico en la lucha por la democracia durante el Franquismo. La emergencia de esta nueva concepción del quehacer del movimiento sindical, es fruto del desarrollo imparable de la nueva sociedad española, que permite una praxis democrática real, que erosiona los discursos con referentes seudo revolucionarios, para pasar a la gestión del conflicto capital-trabajo dentro de una economía capitalista occidental.
Estamos pues, ante una decisión generadora de controversia en el interno de estas organizaciones, pues supuso una desavenencia con el pasado mediato, entre UGT-PSOE y CC.OO.-PCE, iniciando un periodo de desencuentro bilateral entre estos referente, no superado en la actualidad en el segundo de los casos, al resistirse el ámbito político a perder influencia en el interno sindical.
La convocatoria del Primero de Mayo de 1992 en Mérida representa y simboliza la mayoría de edad sindical en Extremadura, siendo la primera decisión adoptada bajo el prisma de reforzar la capacidad de influencia y organización de los sindicatos, intentando lanzar un mensaje de autonomía y de firmeza a la sociedad extremeña, al ámbito político, gubernamental y empresarial.
Desde aquel Primero de Mayo de 1992 se han sucedido quince convocatorias, contando la del presente año. Casi todas ellas han tenido un carácter unitario, con el objetivo de demostrar fuerza y unidad, ante los acontecimientos relevantes.
4.El Primero de Mayo de 2006.
Para realizar una mirada etnográfica a la celebración del Primero de Mayo del 2006 hay que tener a la vista el contexto general en el que se ha desplegado una seria controversia entre las organizaciones sindicales CC.OO. y UGT, que ha tenido como consecuencia la celebración por separado de los actos programados para esta celebración en Extremadura
Aspectos fundamentales y marco de la celebración.
Como hemos señalado anteriormente la convocatoria por superado supuso que UGT celebrara de una fiesta mitin en Mérida, desde un enfoque emic queriendo ser “un acto reivindicativo, lúdico y festivo”[1], que sirviera de reconocimiento al cambio social experimentado por el país en los últimos años y como conmemoración del 75 aniversario de la proclamación de la Segunda República, principalmente. El marco elegido para tal fin fue el parque López de Ayala, donde tuvieron lugar actuaciones musicales, entrega de premios y discursos reivindicativos.
Este lugar había sido engalanado previamente, con los símbolos y anagrama de la organización convocante, contando con un escenario móvil cedido por la Consejería de Cultura de la Junta de Extremadura.
En su intervención, el Secretario General, de UGT, manifestó que el Día Internacional del Trabajo “es un día para reivindicar, no para exhibirnos”. Posteriormente hizo referencia al alto el fuego anunciado por ETA congratulándose por ello. Mencionó igualmente “la situación de precariedad y de falta de empleo tan brutal y tan importante que existe en la actualidad en Extremadura”. En su intervención Valoró los avances que se han dado en los últimos años, como la Ley de Dependencia, la elevación del salario mínimo o la Ley de Extranjería entre otras, aunque reconoció que “esto no significa que hayamos llegado a un punto aceptable para los trabajadores”.
Destacó la necesidad de que en los próximos meses se ponga en marcha una serie de políticas importantes, como la descentralización del Plan de Empleo de Extremadura a través de pactos territoriales, "que permita darle un mayor protagonismo a nuestro pueblo, a nuestros territorios y comarcas a la hora de planificar calidad de vida y empleo". Reclamó la puesta en marcha de un Pacto por la Inmigración en la Comunidad y reivindicó una reforma de la mano de obra agraria de la región.
También destacó la necesidad de mejorar la prevención de riesgos laborales "para que corte definitivamente la sangría" de los accidentes laborales.
Aunque esta celebración del Primero de Mayo se haya realizado este año por separado, quiso mandar un mensaje de tranquilidad para los trabajadores "ya que los dos sindicatos siguen trabajando unidos en lo importante, sin embargo en este Primero de Mayo no se han dado las circunstancias para que podamos hacer una aparición pública conjunta".
Por su parte Comisiones Obreras mantuvo el formato tradicional de celebración, es decir, una manifestación en Mérida utilizando como punto de encuentro e inicio, la Rotonda del puente Lusitanita de la ciudad, transcurriendo posteriormente por el Paseo de Roma hasta alcanzar la plaza mayor emeritense.
La manifestación es un rito importante para entender esta celebración, dado que remite a la parte “mítica” de esta conmemoración, es decir a los acontecimientos producidos en Chicago en 1896. Es pues una manera simbólica de conectar con el pasado, con el origen, de la celebración. De esta manera convocar una manifestación reactualiza periódicamente de manera ritual los acontecimientos y los contextos que llevaron a la primera convocatoria del día y a la selección del mismo, como día de celebración obrera mundial, volviendo a revivir la intencionalidad de origen.
La manifestación.
La manifestación contó con un importante despliegue de material simbólico, consistente en banderas, viseras, camisetas, gorras, pancartas y pegatinas, fundamentalmente de CC.OO. dado que era la organización convocante, pero también existieron elementos simbólicos de otras organizaciones adheridas a la convocatoria, como de los partidos PCE, PCPE, IU, o de los sindicatos CGT, CNT y de organizaciones como JOC y HOAC.
Un elemento de especial significado simbólico son las pancartas, dado que en ellas se reseñan por un lado mensajes significativos y por otro lado reivindicaciones propias de los distintos sectores productivos.
La manifestación, estaba encabezada por el secretario regional de CC.OO. de Extremadura, acompañado por las responsables de Salud Laboral y de la Mujer, y dirigentes de las federaciones regionales de la organización, quienes portaban la pancarta principal con el lema “No a la siniestralidad, empleo estable en igualdad”.
Detrás otra pancarta hacía alusión a la siniestralidad laboral recordando los 37 fallecidos en Extremadura durante el año 2005. En su recuerdo una gran parte de los participantes portaban una camiseta malva en la que bajo los dibujos de cruces se podía leer “37 personas muertas en su puesto de trabajo en 2005, Un año mortal”.
Como hemos referido anteriormente a esta manifestación se adhirieron diversas organizaciones como el Sindicato Unificado de la Policía (SUP) y una asociación profesional de la Guardia Civil, igualmente participaron partidos políticos como el PCE, el Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE), Juventudes Comunistas, Izquierda Unida, o de otras formaciones como CGT y organizaciones como la HOAC y JOC. Igualmente estuvieron presentes el vicepresidente de la Junta de Extremadura y el portavoz del PSOE en la Asamblea de Extremadura. También participaron paralelamente una pequeña representación de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT).
La manifestación finalizó en la plaza de Mérida, donde estaba instalada una tribuna, desde la cual se dio la bienvenida a los asistentes y donde fueron mencionadas todas las organizaciones presentes en el acto.
Posteriormente el Secretario General de Comisiones Obreras se dirigió a los asistentes, iniciando su intervención recordando los antecedentes históricos de la celebración del Primero de Mayo para pasar a mencionar la situación de siniestralidad laboral señalando "que se trata de 'una mochila excesivamente pesada para los trabajadores de esta región y para los sindicatos”, por lo que instó a toda la ciudadanía “a decir un no rotundo a la siniestralidad laboral y a reclamar empleo estable en igualdad”.
También mostró su apoyo a los trabajadores de RTVE en Extremadura ante el Plan de Saneamiento presentado por la SEPI y a las reclamaciones de otros colectivos de la región, como policías locales, bomberos, etc.
Igualmente instó a dar solución al problema laboral de los más de 70.000 jornaleros extremeños, reclamando para ello que los trabajadores del Régimen Especial Agrario de la Seguridad Social (REASS) se integre en el Régimen General Seguridad Social, lo que supondría una reconversión real para los trabajadores del campo.
En cuanto al Primero de Mayo afirmó que “le hubiera gustado celebrar este día en unidad con UGT, que estoy convencido de que comparten claramente con nosotros estas mismas reivindicaciones y estas premisas” y por eso lamentó que no hubiera sido posible hacer una manifestación conjunta.
En ese mismo sentido se comprometió a intentar, “a partir de mañana, por todos los medios, reestablecer la unidad de trabajo entre ambos sindicatos, para que el próximo Primero de Mayo no vayamos por separado sino que volvamos otra vez al cauce que hemos seguido en los últimos 15 años, porque los intereses de los trabajadores están por encima de cualquier otra cosa y el Primero de Mayo debe ser la expresión de esa unidad”.
El acto finalizó con la actuación de un grupo musical, mientras se realizó una comida de confraternización.
6. Conclusiones
El Primero de mayo es un elemento de identidad del movimiento sindical extremeño, que cuenta con una larga tradición en su celebración en sus diversas modalidades, es patrimonio del movimiento obrero cumpliendo una función identificadora. Cada acto programado para esa jornada, cada acontecimiento, desde su preparación hasta su consecución, emergen representaciones y simbolismos de elementos y expresiones relevantes de la cultura sindical.
El Primero de mayo es cultura que pone de manifiesto una forma particular de vivir y entender la sociedad extremeña y del papel que dentro de ella corresponde a los trabajadores, conectando de esa manera con un rito internacional simbólico que traspasa barreras, culturas y continentes.
Pero la tradición no es inamovible, pues como construcción social que es, cambia en el tiempo, de un lugar a otro, de generación a generación, como pone de manifiesto los cambios en la celebración extremeña.
Desde esta perspectiva si la tradición del Primero de Mayo es herencia sindical del pasado, que al ser revivida anualmente, se trasforma en presente, en actualidad, moldeándose a las realidades del momento, renaciendo en cada edición o en palabras de Javier Marcos “La tradición de hecho, actualiza y renueva el pasado desde el presente. La tradición, para mantenerse vigente, y no quedarse en un conjunto de anacrónicas antiguallas o costumbres fósiles y obsoletas, se modifica al compás de la sociedad, pues representa la continuidad cultural. De aquí, justamente, su versátil capacidad de cambio y de adaptación cultural. La tradición para ser funcional, está en constante renovación, y se crea, recrea, inventa y destruye cada día. Porque la tradición contiene en sí misma los gérmenes de la estabilidad y del cambió. Y el cambio, en términos de adaptación sociocultural, es consustancial a toda sociedad; continuamente se crean nuevas formas de expresión cultural.
El Primero de Mayo como construcción portadora de símbolos representativos de la tradición histórica del movimiento obrero del siglo XXI debe de estar en permanente evolución para seguir portando los nuevos imaginarios y anhelos de los trabajadores de una Comunidad renovada y abierta, por ello y tras quince años con un mismo patrón, la celebración, parecen mostrar necesidad de adaptación al nueva contexto social y al nuevo papel que desempeñan los sindicatos en la región.
El Primero de Mayo en los últimos quince años en Extremadura ha sido una alegoría de unidad de dos organizaciones sindicales, que han tenido un recorrido común y que conecta con la tradición histórica del movimiento obrero.
Desde un enfoque emic esta celebración es un sistema de medida de la fortaleza de las organizaciones sindicales, de la salud de las mimas, donde las personas y organizaciones pertenecientes al patrón cultural del movimiento obrero, sintetizan sus esperanzas y anhelos utópicos. Este sistema de medida analiza en cada edición la capacidad de movilización de las distintas organizaciones, de ahí la importancia de los elementos simbólicos, pues sirven para diferenciar a la masa, asignando identidad a unos y otros, a los de una organización y a los de otras. No es extraño encontrar a personas que comparten más de una identidad, significándose con banderas o pegatinas de diversas identidades.
A lo largo de este trabajo hemos comentado el fuerte contenido patrimonial y cultural que tiene esta celebración, que se acopla dentro de la definición que de patrimonio tiene la Ley de Patrimonio Histórico y Cultural de Extremadura, que indica en su exposición de motivos que el …”concepto de Patrimonio Histórico y Cultural comprende tanto el patrimonio inmueble y mueble como todo aquel patrimonio inmaterial o intangible que reúne valores tradicionales de la cultura y modos de vida de nuestro pueblo que son dignos de conservar. Unos y otros están abocados a cumplir un mismo fin, el de transmitirse acrecentado a las generaciones venideras”, por ello es necesario considerar la potenciación de la celebración con la incorporación de acontecimientos culturales.
Desde este punto de vista es conveniente incorporar nuevas actividades, en los días anteriores y posteriores a la celebración del Primero de Mayo, actividades que contribuyeran a memorar el pasado y analizar el presente y prospectivas del futuro del movimiento sindical. Acciones en definitiva incrementaran la visualización y valorización de la labor sindical, cuidando especialmente a los medios de comunicación social, TV y Radio.
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