A continuación reproduzco el artículo Celestino J. Vinagre, publicado en el diario HOY de Extremadura(Grupo Vocento) que incide en una realidad hace tiempo denuncia Comisiones Obreras de Extremadura. Extremadura necesita política industrial productiva, y un sector agrario moderno y generador de empleo y riqueza. Es inadmisible que el 90% de las ayudas de la PAC se reparten entre personas que no viven solo del campo, o que 37 beneficiarios cobren más de 300.000 euros. Extremadura ha recibido 5.000 millones de fondos europeos para la agricultura desde el año 2000. ¿donde están? la mayoría ha hecho el mismo recorrido que lo hacían hace 200,100 o 50 años, directamente al bolsillo de los señoritos y duquesas que viven en Madrid o Sevilla.
Europa envía cada año una generosa lluvia de millones pero el campo extremeño se beneficia sólo parcialmente de ese maná de euros. En realidad, sólo alcanza a apenas un 10 por ciento de los perceptores totales de las ayudas de la Política Agraria Comunitaria (PAC). Ese porcentaje de beneficiarios es el de los Agricultores a Título Principal (ATP), los que, por simplificar, son las personas que viven exclusivamente de la agricultura y la ganadería. El resto, el 90 por ciento de los que se beneficiaron de las subvenciones de la PAC no lo son. A partir de la próxima semana se empiezan a repartir 536 millones de euros.
Constructores, médicos, policías, periodistas, abogados... son algunos de los colectivos que, con la ley en la mano, aprovechan esos fondos. También lo hacen otros agricultores y ganaderos, aunque, legalmente, no lo son del todo si nos fiamos por la condición de ATP, que es la persona que, siendo titular de una explotación agraria, «obtiene, al menos, el 50% de su renta total de actividades agrarias u otras actividades complementarias, siempre y cuando la parte de renta procedente directamente de la actividad agraria realizada en su explotación no sea inferior al 25 % de su renta total y el tiempo de trabajo dedicado a actividades agrarias o complementarias sea superior a la mitad de su tiempo de trabajo».
En Extremadura, según la Junta, en el último ejercicio de ayudas PAC (2007), existen 7.912 ATP, mientras que, en total, fueron 74.709 perceptores. Posiblemente, ese número de ATP sea mayor, aunque no están dados de alta. El Gobierno regional advierte de que otros «muchos agricultores solicitantes PAC» podían ser clasificados como ATP «si lo hubiesen solicitado para alguna ayuda específica», y la Seguridad Social afirma que, en la región hay 16.218 autónomos que realizan la actividad agrícola-ganadera «sin que ello quiera decir que todos, aunque sí la mayoría, tengan la consideración de trabajadores agrícolas a título principal». Sea como fuere, lo que es evidente es que las ayudas de la PAC son un atractivo gancho para una inmensa mayoría de no profesionales del campo.
«El dato está ahí y la realidad es esa, entre otras cosas, porque, según Bruselas, las ayudas de la PAC no son sólo para los ATPs. Están en su derecho a cobrarlas, pero creo sinceramente que hay que priorizarlas en favor de los agricultores y ganaderos de verdad». La frase es de Bibiano Serrano, presidente de Apag Extremadura Asaja, aunque la suscribe sin matices Ignacio Huertas, secretario regional de UPA-UCE.
La duquesa y los ATPs
Las organizaciones agrarias lo tienen claro. «Bruselas da dinero al campo pero mucho de ello no es para gente que lo trabaja y genera riqueza y empleo», apostilla Huertas, quien hila aún más fino. «Yo también distinguiría entre los que están asentados aquí y los que viven fuera», concluye.
A nadie se le escapa, quizás, que el comentario vaya por Cayetana de Alba, que acumula tantos títulos nobiliarios como tierras (y subvenciones) en Extremadura. Del mismo modo, se conoce que empresas constructoras de otras comunidades españolas, con fincas en la región, reciben suculentos dividendos con cargos a la PAC.
Una recopilación del reparto de las subvenciones del último ejercicio demuestra que muy pocos, sólo 37 personas o sociedades (sobre todo esto último), son los que han cobrado más de 300.000 euros. Se trata, especialmente, de cooperativas del sector hortofrutícola y del tabaco, aunque también se pueda esconder detrás de su denominación oficial más de un absentista radicado en Madrid o en otro sitio de España.
En los últimos ocho años, Extremadura ha recibido casi 5.000 millones de euros desde la Unión Europea. Desde el año 2000, cada ejercicio ha ido engordando para alegría de los perceptores, aunque la previsión es que para la nueva campaña, el montante total de euros con destino a la actividad agraria disminuya.
La comunidad extremeña está muy bien situada en el ranking nacional de beneficiarios en cuanto a las ayudas directas. El número de perceptores extremeños supone el 8,14% del total nacional (la cuarta región con peticiones presentadas), mientras que, en cuanto a dinero recibido, rebaña el 10,72% de los fondos destinados a España (504 de ayudas directas, sin el pago único). Por pago único se entienden los derechos de cobro que tienen reconocidos agricultores y ganaderos independientemente de si siembran o mantienen cabezas de ganado siguiendo la situación que tenían del 2000 al 2002.
«El dinero debe ir directamente a los profesionales del sector», insiste Serrano. El dirigente agrario se lamenta además de que desde Bruselas se quiten fondos para la PAC y se envíen a otro fondo, el de desarrollo rural, con 1.118 millones de euros en caja para el periodo 2007/2013. Parte de ese dinero es para ayudas agroambientales, planes de mejora o la incorporación de jóvenes a la agricultura y la ganadería, es decir, para beneficio directo del campo, pero otra parte relevante de millones de euros tiene otro fin discutible.
Solicitudes
«Desarrollo rural es desarrollar el sector agroganadero, no la política de la farolita. Algunos piensan que el dinero para las zonas rurales se debe destinar a poner alumbrado público, arreglar calles o adecentar el cementerio. Ese tipo de ayuda indirecta con cargo al Fondo de Desarrollo Rural no es entendible. Sí lo sería si, por ejemplo, se emplease para favorecer la agroindustria o la creación de pequeñas industrias en los pueblos relacionadas con la agricultura y la ganadería», agrega el representante de Apag Extremadura.
La nueva campaña PAC empezó oficialmente el viernes. La buena nueva es que los agricultores y ganaderos extremeños empezarán a percibir este año las ayudas unos meses antes de lo previsto, una iniciativa del Ejecutivo Vara para aliviar la delicada situación que acecha a todos los sectores agrarios.
Desde mañana se adelantará una cantidad significativa de las ayudas comunitarias, en concreto, unos 200 millones de euros. Unas 75.000 personas y/o sociedades han presentado solicitudes de ayudas a los cultivos. La cifra total, siendo alta, se ha reducido sustancialmente respecto a otros ejercicios. En una ocasión las solicitudes alcanzaron las 102.000.
Las ayudas más solicitadas son las correspondientes al régimen de pago único, con 71.625 peticiones; seguidas de la ayuda acoplada al olivar, con 33.596 solicitudes (el acoplamiento es que sólo se perciben si se sigue cultivando o produciendo ganado); y las ayudas a cultivos herbáceos, que han registrado 17.068 perceptores extremeños. Del mismo modo, 12.560 agricultores han presentado declaraciones de superficies forrajeras para el pago adicional de la vaca nodriza, 2.010 han solicitado la ayuda acoplada del arroz y otros 1.045 lo han hecho para el suplemento de trigo duro.
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