Hace unos meses se inició en Extremadura el debate social para la elaboración de la futura Ley de Educación de Extremadura. El proceso es ciertamente novedoso, se enmarca dentro de las mesas de dialogo social abiertas en Extremadura en el comienzo de la legisltura pasada, y una de sus acertadísimas inicitavas es este debate abierto. El debate parte de un documento elaborado por la Consjería de Educación de la Junta de Extremadura, para que sirva de punto de referencia y de aportaciones de la sociedad extremeña en general y de la comunidad educativa en particular, haciendo efectiva de esta manera el concepto amplio de ciudadanía y de participación ciudadana, que la propia ley debe fomentar. Creo que esta ley es un instrumento básico para el futuro de Extremadura, por eso el sindicalismo de clase representado por CCOO y UGT deben dar prioridad al tratamiento de este tema en la mesa ya citada, que afecta de manera directa a los hijos de los trabajadores y trabajadoras. Para conocer este debate reproduzco un artículo de Tomás Chaves, Secretario General de la Federación de Enseñanza de CCOO de Extremadura y los enlaces pertinentes al documento base y a las propuestas realizadas por la citada Federación de Enseñanza. Como miembro de la comunidad educativa, y como ciudadano debemos fomentar este debate social.
DOCUMENTO DE LA ADMINISTRACIÓN
PROPUESTAS DE LA FE DE CCOO EX
WEB DONDE PARTICIPAR
Artículo de opinión en el periódico Hoy de Tomás Chaves, Secretario General de la Federación de Enseñanza de CCOO de Extremadura
La ley del Educación La elaboración de la ley de Educación de Extremadura exige que se llegue a un amplio consenso entre los sectores implicados
La educación es un derecho constitucional. Es, además, un derecho que avanza en el sentido de la mayor cohesión social, el afianzamiento de los valores sociales y la igualdad de oportunidades. Cuando hablamos de educación hablamos de algo que atañe directamente a nuestra estructura social. Y también a la económica. Próximo el debate anunciado por la consejera de Educación sobre la Ley de Educación de Extremadura conviene plantear algunas de las cuestiones que esta importante norma tiene que afrontar.
La función principal de la educación es la de formar personas libres y críticas, conscientes de sus deberes sociales, que ejerzan con normalidad sus derechos personales y ciudadanos. Pero además el sistema educativo de hoy cumple un papel social importante, que es consecuencia del nuevo sistema de relaciones laborales y familiares. En especial, la incorporación de muchas mujeres, con perspectivas de que cada vez sean más, a un trabajo remunerado hace necesario que el sistema educativo tenga que ofrecer soluciones a estas nuevas necesidades. Pero la simple implantación de los servicios no es suficiente, tenemos que exigir que estos servicios se presten con la debida calidad. En nuestra opinión un sistema público es el que mejor la garantiza.
La sociedad extremeña tiene que garantizar asimismo la atención a las personas con alguna discapacidad y, en general, a las personas con necesidades educativas especiales. Aquí el criterio de calidad se hace más importante aún.
El modelo social y económico que los partidos políticos y los agentes sociales proponemos para Extremadura hace necesario que nos tomemos en serio la regulación, ajustada a ese objetivo, de la formación profesional. Tenemos en Extremadura -y en España- un serio problema de sobrecualificación. En sentido contrario, hay actualmente en Extremadura una tasa de abandono escolar excesiva; es decir, un gran número de nuestros jóvenes abandonan el sistema educativo sin ninguna cualificación laboral. Habrá que reflexionar sobre las soluciones posibles.
Para la elaboración de la Ley de Educación de Extremadura, es necesario el consenso político, ampliamente demandado por CC. OO., que ya se ha materializado en la Declaración de la Comisión de Educación de la Asamblea de Extremadura.
El siguiente paso tiene que ser la concreción de un acuerdo social, que debe llevarse a cabo en el ámbito del diálogo social. Es lógico también que toda la comunidad educativa pueda aportar sus criterios, sus ideas, para conseguir el mejor servicio educativo para Extremadura. ¿Falta algo?.Falta el presupuesto. Y falta la complicidad y la implicación de los trabajadores y trabajadoras que han de hacer realidad la enseñanza de calidad, especialmente del profesorado. Para conseguir la calidad que queremos, las condiciones laborales y de convivencia en las que realicen su trabajo deben ser las necesarias para que el trabajo educativo se desarrolle con normalidad. Sin ellas, sin garantizar esas condiciones, no se recorrerá el trecho, por muy bonito que nos quede el texto.
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