viernes, julio 30, 2010

Frente al despido preventivo: Huelga General el 29 de Septiembre

La votación definitiva en la Ponencia del Congreso de los Diputados del proyecto de Ley de medidas urgentes para la reforma del mercado de trabajo, incluye el concepto de despido preventivo, a mi entender un nuevo despropósito del Gobierno, con el voto único del grupo parlamentario del PSOE, y la abstención del PNV y CIU.
Es tiempo de principios y valores, es tiempo de ideología y de militancia social, es tiempo de combatir democráticamente la intención de “americanizar” nuestro mercado de trabajo. 
No hace mucho tiempo el eurodiputado socialista extremeño, Alejandro Cercas recordaba en Mérida que "la persona, el ser humano es el eje central y único de la actividad política, su dignidad y desarrollo es lo que debe mover la actividad política de la izquierda."

Así fue en el siglo XIX, en el XX y lo seguirá siendo en el XXI. Si la persona es el centro, el eje de ese centro es el trabajo. Hay que recuperar el trabajo como instrumento que permite el desarrollo del ser humano, por ello la izquierda no tiene escusa, tiene que luchar con todos sus medios por el trabajo y la fuerza del trabajo en el siglo XXI.
  A las generaciones de trabajadores y trabajadoras del siglo XXI nos ha llegado el momento de ganar nuestros derechos. Durante años nuestros antepasados lo hicieron con huelgas, manifestaciones, enfrentamientos, protestas…, superando persecuciones, detenciones, cárceles y torturas. Hoy podemos realizar acciones de protesta social con garantías democráticas, es nuestra reponsabilidad histórica hacerlas.

En la segunda mitad del siglo XX, Europa ha demostrado que el capitalismo reformado es viable. Solo tenemos que salir de nuestras fronteras y veremos las consecuencias del capitalismo salvaje.
 
Este capitalismo salvaje se ha globalizado sin restricciones, imponiendo condiciones del siglo XIX en los solares donde se ha implantado. La crisis que vivimos es una oportunidad para que este capitalismo vuelva a su cuna Europea. Alejandro Cercas no anunciaba la emergencia de un discurso tríadico (discurso oscuro, discurso del libre mercado y el discurso de los entregados) favorece la implantación del capitalismo salvaje en nuestras sociedades. Creo que los últimos tiempos podemos observar como estos discursos han emergido e influido nuestra realidad económica, social, mediática y educativa. 

El primer discurso lo denominó El Discurso Oscuro”, tiene como origen la casta de grises tecnócratas de alto rango, que asentados en instituciones europeas y nacionales sin haber sido elegidos por el pueblo, moldean la vida y la política de los ciudadanos y ciudadanas, con textos y nomenclatura alejada de la realidad de las personas. Este discurso, siempre ampara posturas neoliberales y de escasa calidad democrática. 

El segundo es "el Discurso del Libre Mercado" donde el capitalismo puro es el paradigma insustituible para el progreso de la humanidad, única esperanza para solucionar todos los problemas. Para este discurso la persona no es más que un instrumento del mercado, que debe ser domado con condiciones de vida duras que aumenten su productividad,. Este dioscurso considera que toda intervención de los sistemas sociales estatales genera distorsiones en el libre mercado. Los derechos sociales no pueden tener mínimos, pues confronta con el mercado - nos suena verdad-. 

En tercer lugar se encuentra "el Discurso de los Entregados", que en el ámbito político está siendo magníficamente representado por el gobierno de Rodríguez Zapatero. Es un discurso plegado a los intereses oscuros del libre mercado –haré lo que tenga que hacer, decía Zapatero al despedirse de la tribuna del Congreso en el último debate del estado de la nación mostrando así su entrega a la oscuridad y al neoliberalismo-. 

La HUELGA GENERAL DEL 29 DE SEPTIEMBRE es la oportunidad de confrontar con la triada discusiva que nos anunciaba Cercas. Es una primera oportunidad –habrá más- de combatir la oscuridad, el egoísmo y el entreguismo. 

Venimos de años de bonanza, de logros democráticos y de avances en derechos. Pero como nos recordaron en la ponencia del congreso para la reforma laboral, nadie nos garantiza que la democracia y los derechos se mantengan para siempre ¡no podemos vivir socialmente de la herencia de lo que trabajaron y consiguieron y lucharon las generaciones anteriores; cada generación tiene que ganar sus derechos o los perderá!
 
Los derechos sociales son un ecosistema muy frágil que debe ser cuidado y protegido. Los trabajadores y trabajadoras tenemos que recordar y aprender que, o nos activamos socialmente por nuestros derechos ciudadanos y laborales, o encontraremos una sociedad de opresión. Sí, de opresión, pues cuando crucemos la puerta de la fábrica, del centro educativo o social, de los talleres, de las minas o de los despachos, encontraremos una existencia más cibernética y robotizada.

Pensar que con el despido preventivo, con la eliminación de derechos, o del estado de bienestar, crearemos empleo y progreso es ¡IRRACIONAL!
 
Si el capital no tiene límites se impondrá sobre el trabajo, sobre los derechos sociales y laborales alcanzados, derechos ¡IRRENUNCIABLES!ni tan siquiera bajo la supuesta libertad individual-

El 29 de Septiembre es el primer encuentro con nuestro futuro. 

Más instrumentos para la reflexión:
“Adiós a la estabilidad en el empleo”, por Francisco Gualda del Gabinete de estudios juridicos de CCOO
“El sindicato en la Diana” por Joaquín Pérez Rey Profesor de derecho del trabajo de la universidad de castilla la mancha.Web de seguimiento de la Huelga General del 29 de Septiembre.

jueves, julio 29, 2010

Los Desclasados

La pertinaz pluma de mi amigo Miguel Coque, se centra en esta ocasión en esa “casta” de moda de la temporada. Moda difundida con ahínco por los voceros del liberalismo, con la intención de marcar tendencia y fijar posición. Los poderosos creadores de la crisis siempre les encuentran para tirar piedra sobre su tejado. La culpa de todo la tienen los trabajadores, los sindicatos y el estado de bienestar. El 29 de Septiembre es una nueva oportunidad de dialogar con ellos.
La vida les engaño con un sueño falso: aparentar ser lo que no nunca podrán ser. De ahí, el grisaceo de su personal curriculum. Crear desclasados ha sido y es uno de los objetivos del capitalismo, porque es el camino más corto para conseguir la fragmentación de una clase social a la que hay que mantener a raya. Facilitar la deserción de clase allana el objeto final del sistema que es el de desintegrar todo lo que suponga un obstáculo organizado y comprometido con la defensa de clase. Empleados del sector privado contra los del sector público, contratados temporales contra fijos, nativos contra inmigrantes o jóvenes contra mayores. Los iguales, cada vez más, se convierten en enemigos y el desclasado es la cuña perfecta para la fragmentación.
Los desclasados se caracterizan, no por aspirar a la legítima mejora de su status, sino por olvidar su procedencia y construir un relato que les aparta del compromiso que un día tuvieron sus padres con ellos, con sus vecinos o con sus compañeros de trabajo. En definitiva, con todo lo colectivo, con todo lo que a través de las emociones del orgullo de clase se ha construido para su distribución.
Los desclasados, a los que se les han dado regalado los derechos, son de una alta exigencia. Cualquier molestia que se les propicie es anticonstitucional y el estado de bienestar ha sido gratuitamente llovido del cielo; las pensiones, la igualdad de género, la salud laboral, las políticas inclusivas… No se afilian a partidos o sindicatos, porque para eso están otros, nunca se comprometen con opciones comprometidas porque ellos son “librepensadores” y el mundo, demostrado queda, ha avanzado gracias a su concepción individualista. Son “apolíticos” y las ideologías están superadas; que es tanto como decir que se encuentran en una permanente fuga de su clase social porque en su baja autoestima no se soportan en ella.
Ellos, defensores de lo suyo, de lo corporativo, por un azaroso devenir social, han podido llegar a convertirse en clase dominante, por ejemplo, en relaciones como empleadores de “sin papeles” que limpian, planchan y cocinan por todo a cien, sin cuestionarse los derechos del otro. Como buen desclasado solo existen los derechos propios.
Los desclasados, desde posiciones críticas pasivas, siempre tienen a mano a aquellos que se movilizan por algo colectivo para zarandearlos y presentarlos como chivos expiatorios de sus culpas, se muestran agiles a la hora de participar de forma on-line o en barras de café en cómo arreglar el mundo o incluso echan espuma por la boca en los comentarios de los periódicos digitales con seudónimos que no le impliquen; aunque eso sí están prestos a enarbolar banderas, sobre un patético sustrato folklórico, cantando la efímera banda sonora de su equipo.
Producto del esfuerzo de lo público -becas, sanidad universal, prestaciones sociales,…- y de todos aquellos que trabajan por lo público, los desclasados han ido alcanzando espacios de autonomía, independencia y bienestar, pero dicen estar hartos de ser ellos los que sufragan la enseñanza para los inmigrantes, a los burócratas funcionarios, a los parados subvencionados, y por eso se apuntan al nuevo modernismo de pedir la bajada de impuestos o reclamar la “flexibilización” en la organización del trabajo porque tienen la ventaja personal de facilitar su supervivencia individual y arribista, acabando, dicen, con “viejas rémoras del pasado”, aunque estas sean las que hagan sostenible los derechos.
La fotografía que representa a los desclasados podría ser la de una figura egipcia que siempre mira para otro lado; “ésta guerra no va conmigo”, “ni éste cura es mi padre”. Para ellos, hay un camino diferente y más corto que resistir y crecer en común; que es la aplicación de un relato no duradero, camaleónico, móvil y sobre todo una narración psicológica que les evita el dilema personal y el conflicto. Lo contrario obliga a lealtades, a trabajar valores y a la toma de decisiones compartidas y para eso ya están los sindicatos de clase que negocian de todo y para todos.
La consigna interesada nos la dieron los mercados hace tiempo: nada es para siempre. Por tanto, para qué empeñarse en mantener lazos de clase, cuando el mismo cine nos ha enseñado que engancha mucho más el carácter vertiginoso de una sucesión incontrolables de escenas, aunque sean incompresibles y solo sirvan para ocultar el conjunto vacio. De forma opuesta, el sumatorio de fotogramas espaciados, interiorizados, horneados a fuego lento, conforman un relato para los que creemos en la clase social del trabajo; como una virtud pero también como una evidencia y una estrategia de lucha.
A medida que nos acerquemos a la Huelga General del 29-S, con el concurso mediático, asistiremos al festival pernicioso de estos corifeos desclasados. Miguel Coque

martes, julio 27, 2010

Manifiesto de la cultura en apoyo de la Huelga General del 29 de Septiembre de 2010.

Adhiérete al manifiesto "Huelga Geneneral de ciudadanos y ciudadanas" para no"renunciar a la ciudadania, a la politica y al sentido último de la democracia"

29 DE SEPTIEMBRE

Huelga general de ciudadanos y ciudadanas

Manifiesto promovido por trabajadores y trabajadoras de la cultura.
Los sindicatos Comisiones Obreras y UGT han convocado una jornada de Huelga General para el día 29 de septiembre en protesta por los recortes sociales y la supresión de derechos laborales que ha decretado el Gobierno.
Creemos que tienen razón los sindicatos cuando afirman que esta reforma no servirá para crear empleo, aumentará los contratos temporales, facilitará y abaratará el despido, reforzará el poder de los empresarios a la hora de fijar unilateralmente las condiciones de trabajo, privatizará la gestión del desempleo y debilitará las negociaciones colectivas y el papel de las organizaciones sindicales.
Pero sería un error pensar que la reforma supone únicamente un ataque contra los sindicatos. Los acontecimientos de los últimos años significan una agresión manifiesta a la democracia, la dignidad política y a los derechos de la ciudadanía.
Padecemos una crisis motivada por las desregulación política de los mercados y la avaricia de la economía especulativa. Ahora no sólo se quiere utilizar la crisis para justificar una reforma laboral que sólo beneficia a sus causantes, sino que además se pretende debilitar definitivamente el poder de los Estados y la capacidad política de los ciudadanos y las ciudadanas.
Hemos asistido a una farsa en la que, entre aparentes discusiones, abstenciones y críticas, el Gobierno ha firmado un pacto con la derecha y los empresarios para imponer medidas de una agresiva orientación neoliberal.

La crisis económica depende de una crisis más amplia, política y cultural, que está negando la autoridad de los gobiernos y sometiendo la vida cotidiana a los códigos de la soledad, la desigualdad y la renuncia a la solidaridad. Se intenta evidenciar que los gobiernos no pueden representar a sus votantes, no pueden defender sus intereses, porque están sometidos a las leyes del los mercados financieros. Pero no es verdad. Los gobiernos pueden y deben defendernos del asalto de los especuladores.

Aceptar como inevitable un deterioro permanente de nuestras condiciones de trabajo significa renunciar a la ciudadanía, a la política y al sentido último de la democracia.
Por eso la huelga del 29 de septiembre no afecta sólo al movimiento sindical. Se trata de una llamada a todos los ciudadanos y ciudadanas dispuestos a manifestar su oposición a una Europa gobernada por los mercaderes, sin lugar para la política y los espacios públicos del Estado. Se trata de una llamada a quienes no están dispuestos a que se recorten los valores cívicos, los derechos sociales y la dignidad de la ciudadanía.
Se trata de dejar oír nuestra voz contra los especuladores y sus cómplices.
Se trata de levantar nuestra palabra contra los que quieren servirse del silencio para humillarnos y justificar sus negocios indecentes.
La ciudadanía europea debe hacerse protagonista y dejar claro su rechazo a los orígenes y la gestión de la crisis. La ciudadanía debe recordar que Europa les pertenece y que los políticos responden ante ella, no ante el fondo Monetario Internacional.
La huelga del 29 de septiembre no es sólo un derecho. Es una necesidad democrática. Nosotros y nosotras, como ciudadanos y ciudadanas, como trabajadores y trabajadoras de la cultura, apoyamos la Huelga General.
Julio –Agosto 2010
Para adherirse al manfiesto enviar Email a: culturayestudios@extremadura.ccoo.es, indicando nombre, apellidos, ocupación y, en su caso, entidad cultural a la que se pertenezca.

Material complementario:

. Los efectos prácticos de la Reforma Laboral. Análisisi de las consecuencias del RDL. 10/ 2010 sobre los derechos de los trabajadores y trabajadoras.- F. 1º de Mayo-Gabinete de Estudios Jurídicos de CCOO-.

viernes, julio 16, 2010

La Audencia Nacional admite el recurso de CCOO contra la congelación salarial de los empleados públicos

La Audiencia Nacional admite a trámite el recurso, interpuesto por CCOO, contra la resolución de 25 de mayo de 2010, de la Secretaría de Estado de Hacienda y Presupuestos, por la que se dictan instrucciones en relación con las nóminas del personal funcionario de la Administración General del Estado.
La Sección Sexta de la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional, la misma sección que en su día dictó la sentencia de la "congelación salarial" acordada en 1996 por el Gobierno, por Resolución de fecha 9 de julio de 2010, ha admitido a trámite el recurso contencioso-administrativo interpuesto por las federaciones del área pública de Comisiones Obreras contra la Resolución de 25 de mayo de 2010, de la Secretaría de Estado de Hacienda y Presupuestos, por la que se dictan instrucciones en relación con las nóminas de los funcionarios incluidos en el ámbito de aplicación de la Ley 30/1984, de 2 de agosto, en los términos de la Disposición Final Cuarta de la Ley 7/2007, de 12 de abril del Estatuto Básico del Empleado Público, y se actualizan con efectos de 1 de junio de 2010 las cuantías de las retribuciones del personal a que se refieren los correspondientes artículos de la Ley de Presupuestos Generales del Estado para dicho ejercicio (BOE de 26 de mayo de 2010).
Hay que tener en cuenta el extenso ámbito de aplicación que tiene la referida resolución de nóminas toda vez que, en la misma, se establecen las cuantías de las retribuciones, tanto básicas como complementarias, de las funcionarias y funcionarios públicos a quienes se les aplica el régimen retributivo de la Ley 30/1984, -cuyo carácter básico incide no sólo en el personal funcionario de la Administración General del Estado, sino que también afecta al funcionariado de la Administración Local y al personal estatutario-, las retribuciones correspondientes al personal docente universitario y dependiente del Ministerio de Educación, las retribuciones del personal militar profesional y las fijadas para los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, así como las establecidas para los miembros de las Carreras Judicial y Fiscal, para el Cuerpo de Secretarios Judiciales y los distintos cuerpos de personal funcionario al servicio de la Administración de Justicia; todo ello sin olvidar al personal laboral de la Administración General del Estado.
Con el recurso contencioso-administrativo presentado ante la Audiencia Nacional, el sindicato pretende dar cobertura jurídica a todo el personal afectado por el ámbito de aplicación de dicha resolución, intentando que los tribunales restablezcan los derechos retributivos de las empleadas y empleados públicos a la situación anterior a esa decisión gubernativa de "confiscación" de sus salarios; decisión que desde el primer momento es considerado absolutamente inconstitucional y contraria a los más elementales principios generales del Derecho, por las organizaciones sindicales.

miércoles, julio 07, 2010

Mil insolidarios.

Traigo a esta tribuna el artículo que publica en el diario HOY de Extremadura José Antonio Piris de la FSC-CCOO de Extremadura, una reflexión que pone el dedo en la llaga de la doble moral de actuación ante la crisis. Doble moral que en las actuaciones se convierten en unidimensionales. Las medidas las sufren los trabajadores y trabajadoras, pensionistas, los débiles y nuestro sistema de protección social. ¡Así no!
En estos días han aparecido en toda la prensa numerosos artículos sobre las 3.000 cuentas descubiertas en la filial suiza del banco HSBC, y que estaban ocultando al fisco español más de 6.000 millones de euros. Pero lejos de ser primera plana en todos los diarios e informativos, dada la actual situación de crisis, ha pasado como un suceso más, y ha tenido que ser la Organización de Inspectores de Hacienda del Estado la que denunciara un más que manifiesto trato de favor a las cuentas de Suiza, ofreciéndoseles regularizar su situación en quince días, asemejándose este trato a una amnistía fiscal.
De esta y otras noticias publicadas, se desprende que pueden ser 1.000 los defraudadores propietarios de las 3.000 cuentas detectadas. Ante noticias como esta, no caben razones para poder admitir como validas las decisiones del Gobierno español de imponer por decreto a 2,5 millones de empleados públicos una reducción de su salario, por la globalización de la crisis; esto en un primer momento y posteriormente, y de nuevo por decreto, imponer a la totalidad de trabajadores de España, medidas para superar la crisis, que según nos siguen diciendo es de todos.
Pero todos no somos iguales. A mil insolidarios, que han hecho sus fortunas aprovechando una situación de bonanza económica que no era tal, pues ha desembarcado en esta crisis, y decidieron no aportar su parte a las arcas públicas, ahora nuestro Gobierno, decide darles una segunda oportunidad. Ante esta situación, yo le digo a mi Gobierno: así no.
No seré yo quien pueda dar una solución a la crisis, pues es labor del Gobierno, pero ante medidas adoptadas tan injustas, y la prueba de que esta gente nunca va a ser solidaria, puesto que solo con los 6.000 millones defraudados, por esos 1.000 insolidarios, se igualaría la cantidad estimada que se obtendrá por el recorte salarial a los empleados públicos y la bajada de las pensiones, que en último término, nos afectan a todos.
Basta de injusticias. Quizás no podamos dar soluciones perfectas a la crisis, pero sí podemos decir no a aquellas medidas que realizan los que sí pueden y deben hacerlo, pero que no hacen más que acrecentar la injusticia que ésta ha creado, y hace que todos debamos pagar, menos como en este caso, 1.000 insolidarios declarados.
Cada uno de nosotros tiene la posibilidad de decir no a aceptar porque sí medidas que generan más injusticias sin ni siquiera dar una solución clara a la crisis, porque no puede ser que la solución planteada sea mermar los derechos adquiridos por la ciudadanía, para mantener un sistema que nos ha conducido a esta crisis y que mantendría a estos y otros insolidarios en igual o mejor situación que en la que están.
Me viene a la memoria la entrevista a dos economistas españoles que trabajan en universidades norteamericanas, cuando después de reivindicar una reforma laboral profunda del mercado de trabajo en España, no podían dar una previsión de cuando esas medidas podrían hacer descender o equilibrar el número de desempleados; se les proponía si en dos, en cinco o en diez años, y no eran capaces de dar una previsión. Y yo me pregunto, adoptar unas medidas que afectan a toda la población, restándoles derechos adquiridos, y si saber siquiera si serán efectivas a diez años vista, y que en el mejor de los casos serían para volver a la situación anterior, pero con los derechos recortados, ¿son medidas justas?
Por mi parte solo desearía conocer la lista de nombres de esos insolidarios, para no gastar uno solo de mis euros en mantener sus privilegios, y espero no encontrar en esa lista alguno de los muchísimos nombres de empresas, que por desgracia han llevado a cabo expedientes de regulación de empleo, que de una u otra manera hemos pagado entre todos y han enviado a la calle a miles y miles de trabajadores.
Así no, basta de medidas que sólo hacen crecer las injusticias de una crisis, que como nos hacen saber es de todos.
*José Antonio Piris