viernes, diciembre 02, 2016

Eduardo Saborido: “quien descalifica a la transición, descalifica a Comisiones Obreras y, por tanto, no merece ni la confianza ni el respeto del sindicato”.

El 25 de Noviembre de 2016, se celebró en Plasencia (Extremadura) una jornada sobre el proceso 1001 y los asesinatos de los abogados laboralistas de Atocha, organizada por la Fundación Abogados de Atocha y CCOO de Extremadura, con las intervenciones de Francisco Naranjo, Director de la Fundación Abogados de Atocha y Eduardo Saborido Galán, uno de los encausado en el proceso 1001. Esta entrada hace referencia a la intervención de Saborido.

¿Quién es Eduardo Saborido Galán?
Pues un Sevillano, con una madre de Badajoz,  que durante algún tiempo se llamó “Jesús Sánchez” -en los años de militancia clandestina contra el franquismo-. Eduardo es una de las personas clave en el nacimiento de las Comisiones Obreras.  Comienza a trabajar a los 11 años,  siendo en la empresa Hispano Aviación donde inicia su militancia sindical, participando en las candidaturas presentadas por las Comisiones Obreras en las elecciones sindicales del sindicato vertical franquista. En estas fechas ya milita en el PCE.

En el Año 17 del siglo XXI se cumplirán el 50 aniversario de su primera detención. Llegarían a la decena, visitando calabozos policiales y cárceles, como preso político por la libertad sindical en España.  Pero será la detención de la Coordinadora Nacional de CCOO en 1972, en el Convento de los Padres Oblatos de Madrid, la que tuvo un significado especial,  por ser origen del famoso proceso 1001, donde terminaría siendo condenado a 20 años y un día por un lado y a seis meses y un día por otro (Por tener una documentación falsa a nombre de Jesús Sánchez). Los detenidos en aquella caída fueron: Marcelino Camacho, Nicolás Sartorius,  Miguel Ángel Zamora, Pedro Santiesteban,  Eduardo Saborido, Francisco García Salve, Luis Fernández, Francisco Acosta, Juan Muñiz Zapico  y Fernando Soto Martín. Entre todos ellos acumularon una condena de más de 160 años de cárcel.

Eduardo Saborido dispone de todas las vivencias que implica la lucha en dictadura, la real como él dice, no la teorizada desde cómodas universidades norteamericanas. Ha sido perseguido, detenido, desterrado, ha vivido en la clandestinidad, en la cárcel, ha sido amnistiado y vuelto a detener tras su puesta en libertad (por cantar un himno a CCOO compuesto cumpliendo pena en una celda).

También se comprometió en democracia, siendo elegido en la primera ejecutiva nacional de CCOO. Primer Secretario General de CCOO de Andalucía, Diputado en las Cortes por el PCE, Diputado en el Parlamento de Andalucía por IU, y director de la Fundación Archivo Histórico y Estudios Sindicales de CCOO de Andalucía hasta el año 2013.


"En las primeras elecciones sindicales del Sindicato Vertical, el ministro José Solís lanza el lema “Elige al mejor” y los trabajadores y trabajadoras, no tienen dudas, arrasan las candidaturas impulsadas por las Comisiones Obreras"

En su Intervención Saborido contextualizó el momento político y social en el que se produce la detención, afirmando que “el régimen Franquista no gustaba a los jóvenes españoles en los años 60 del siglo XX”. Había ansia de libertad que comienza a fraguar en lo laboral, tras la ley de Convenios colectivos del régimen. 

Para Saborido las Comisiones Obreras se configuran a partir del año 1962 en las huelgas de la minería asturiana, cuando en mayo de ese año el Ministro Secretario General del Movimiento José Solís, es obligado a viajar hasta Oviedo para reunirse con representantes de mineros asturianos,  y  poner  fin a la huelga que duraba más de un mes y que comenzaba a extenderse por el resto del país
Ocho días después de la reunión  el Boletín Oficial del Estado recogía un incremento salarial para los mineros huelguistas. Este fue un gran triunfo, un modelo que facilitó la creación de comisiones de representantes obreros para negociar los conflictos futuros. La semilla comenzaba a germinar, el régimen de Franco había dado su brazo a torcer ante los trabajadores por primera vez tras la Guerra.

En las primeras elecciones sindicales del Sindicato Vertical, el ministro José Solís lanza el lema “Elige al mejor” y los trabajadores y trabajadoras, no tienen dudas, arrasan las candidaturas impulsadas por las Comisiones Obreras.

Este éxito  hace reaccionar al régimen, que califica a Comisiones Obreras como filial del PCE.  A partir de ese momento  las Comisiones Obreras son clandestinas, perseguidas y especialmente castigadas. El régimen había tomado conciencia del potencial de unas Comisiones Obreras que con capacidad de coordinacion en todo el país, podrían llevar el caos y la destrucción del régimen.  El franquismo temía a las Comisiones Obreras -cosa que los activistas de la coordinadora nacional de las Comisiones no sabían-, que motivaba con especial esmero el objetivo de descabezar la incipiente dirección nacional del movimiento sindical.

En este contexto se realiza la detención en 1972 de la Coordinadora Nacional de CCOO, procesados con el número 1001 por el Tribunal de Orden Público (TOP), número  que señala   que antes de su detención ya había 1000 expedientes previos, que alcanzaron los 4000 en el año 1975. Tras esos expedientes había personas, más de 23.000 en el conjunto de España. En este punto insiste en la labor represiva del TOP,  y como su creación pretendía someter a la juventud que no había vivido la Guerra Civil.

Saborido tiene la  intuición que la detención de la Coordinadora General de Comisiones Obreras, se produce gracias a un topo infiltrado, que conocía la fecha de la reunión, Diego Marcos Cruz, que tras  la caída, monta sospechosamente una sala de fiestas. Nadie le conocía tal capacidad de inversión. Saborido explicó con emoción, como tras la detención y los correspondientes interrogatorios - donde cada uno se inventa lo que puede-  son enviados a la cárcel de Carabanchel, donde son tratados como delincuentes comunes, exigiéndoles por parte del funcionario de turno que se desnudaran. Ante esta demanda, Marcelino Camacho se mostró inflexible, somos presos políticos no nos desnudamos, y así sucedió; ninguno se desprendió de la ropa y los funcionarios cedieron. Esto supuso una victoria moral muy importante para aquel momento tan duro.
“Transición se hizo encajonada entre militares y los pistoleros de ETA
El recuerdo del día del juicio del proceso 1001 es muy doloroso para Saborido, pues la banda terrorista ETA decide ensombrecer el protagonismo internacional de lucha por la libertad sindical de la Clase Obrera, asesinando el mismo día del juicio, al presidente del Gobierno Carrero Blanco. Este asesinato frustra la avalancha de apoyos de personalidades e instituciones de todo el mundo, privando a trabajadores y trabajadoras de un instrumento de lucha contra el régimen y su desprestigio global. Al enterarse del asesinato el miedo se hace presente entre los detenidos, temor a su seguridad física. Por ello considera que antes de hablar de manera gratuita sobre este duro periodo de la historia de España, es necesario conocer que la “Transición se hizo encajonada entre militares y pistoleros de ETA".
Comisiones Obreras es un sujeto constituyente que estaba en la mesa de negociación de la Constitución, “porque los trabajadores estaban en la calle haciendo huelgas. Sin Comisiones Obreras la Constitución sería Mucho peor

Finalmente Saborido reivindicó a aquellas Comisiones Obreras como un sujeto constituyente que estaba en la mesa de negociación de la Constitución,porque los trabajadores estaban en la calle haciendo huelgas. Sin Comisiones Obreras la Constitución sería Mucho peor”, por ello quiso quedar muy claro que “quien descalifica a la transición, descalifica a Comisiones Obreras  y, por tanto, no merece ni la confianza ni el respeto de las actuales CCOO”, consideró de manera contundente que nunca se encontró en la cárcel a ninguno de los que invalidan la transición.