viernes, julio 24, 2015

1985-2015: 30 años sin la línea de ferrocarril Plasencia-Astorga (Ruta de la Plata) y para colmo, de regalo, paralizan las conexiones Madrid-Portugal por Extremadura.

Estación de tren de Plasencia. Locomotora toma dirección Astorga
Tras el anuncio del nuevo desprecio a Extremadura, eliminando las conexiones ferroviarias Madrid-Lisboa por Extremadura, es momento de recordar el lamentable estado del ferrocarril en esta comunidad, rememorando que en este año 2015, se cumplen 30 años del cierre de la línea Plasencia-Astorga, la Ruta de la Plata.

Apunte histórico de la línea férrea Plasencia-Astorga:

La Ley General de Ferrocarriles de 23 de Noviembre de 1877 contemplaba el trazado de una nueva Línea de Ferrocarril transversal, paralela a la frontera portuguesa. La Compañía M.C.P. (Madrid a Cáceres y Portugal), se interesa por la propuesta de ampliación hasta Astorga, y el 27 de Noviembre de 1882 presenta su propio Estudio al Gobierno. Se pretendía entonces que la Línea llegando a Astorga enlazase con la de Galicia (Palencia-La Coruña). Después de un año de trámites, se aprueban definitivamente los Estudios de la M.C.P.  el 23 de Marzo de 1884.
 

El Gobierno saca a subasta la construcción de la Línea de Plasencia a Astorga, y resulta adjudicada el 12 de Junio de 1888 a una Empresa representada por Ramón M. Lobo, que estaba ligada económicamente a la M.C.P. Dicha empresa, transfiere sus derechos creando de esta forma la Compañía de Ferrocarriles del Oeste de España, para la construcción de la Línea Plasencia-Astorga y que posteriormente, se fusiona con la M.C.P., pasando a formar la Compañía de Explotación de los Ferrocarriles de M.C.P. y del Oeste.

La nueva Empresa cuenta con importante capital (Felipe y Mauricio Bunau Varilla, que eran grandes capitalistas y propietarios del Periódico francés "Le Matin"). Además el Estado concede una subvención en metálico, que supone la cuarta parte del presupuesto de las Obras, que fueron adjudicadas a Duparchy,  Bartissol y Legerse & Cia.
 
El primer tramo en construirse fue el de Plasencia a Béjar, en el año 1884. Entre Plasencia y Hervás (55,730 Kilómetros) se comenzó la explotación el día 1 de Agosto de 1893. Entre Hervás y Béjar, el 1 de Agosto de 1894. Entre Béjar y Salamanca, (86,706 Kilómetros) se comenzó la explotación el 15 de Abril de 1896, y entre Salamanca y Astorga, se comenzó el 10 de Julio de 1896.
 

El 20 de Junio de 1895 se firma el contrato para la explotación de la Línea. La inauguración oficial de toda la Línea se produce el 21 de Junio de 1896. Ese día, según la prensa local,  "...un larguísimo tren de 100 metros... "  formado por varios coches de viajeros, un coche especial para las autoridades y dos coches-cama, parte a las 18:20 horas de la Estación de Plasencia, arrastrando la composición dos Locomotoras. Viajaban también personalidades de la época que habían llegado en otro tren desde Cáceres.
Los gastos de la construcción de esta línea se cifraron en 84.623.973 de pesetas, aportando el Estado una cuarta parte en concepto de subvención. Se dispusieron inicialmente para la explotación ferroviaria 10 Locomotoras de vapor con rodaje 2-2-0  fabricadas en 1881 por Hartmann, y de las cuales, 6 llegaron a Renfe.

En el mes de Febrero de 1941 todas las Compañías de la Red de los Ferrocarriles de Interés General pasan a ser Estatales, con la creación de la RENFE.
 
A partir de este momento comienza a despuntar esta Línea en cuanto al tránsito de viajeros y mercancías. Ya en los años 60, se van mejorando los servicios de viajeros, que son numerosos, y se hacen mejoras en los sistemas de enclavamientos y señalización. 

De esta forma pasa el tiempo hasta llegar a los años 80, en los que inexplicablemente se recortan drásticamente los servicios, a pesar de la demanda. Conseguir viajar en el TER "Ruta de la Plata", por ejemplo, era realmente difícil si no se hacía la reserva de billete con antelación.
 
Y en el mes de Octubre de 1984, en un Consejo de Ministros con Enrique Barón como máximo responsable de Transportes, se decide el cierre de varias Líneas por ser "deficitarias" y en este caso, la supresión del servicio de viajeros de la Ruta de la Plata, entre Plasencia y Astorga. Supresión que toma efecto el día 1 de Enero de 1985, fecha triste en la Historia de los Ferrocarriles Españoles.
 
De nada sirvieron las protestas de la ciudadanía contra semejante atropello. En lugar de replantear los servicios y hacer las inversiones precisas en mejoras de infraestructura, se decidió el cierre.
La línea ferroviaria Ruta de la Plata tras el 1 de enero de 1985
 
Estado actual del Túnel por el que transitiba la locomotora de la imagen anterior en Plasencia
Tras el cierre, el tren en Extremadura finaliza en Plasencia. De ahí hacia arriba, se puede viajar en coche, en moto, en bicicleta, en autobús, en sidecar, a caballo o andando, pero hace 30 años que en el norte de Extremadura no oyen silbar a un jefe de estación.

Permanecen la mayoría de los raíles (algunos han sido robados para venderlos al peso), aunque actualmente la mayoría quedan sepultados bajo la maleza desatada; también las traviesas, los tirafondos, las señales, los túneles, los puentes, los cambios de aguja. Está todo, pero faltan las locomotoras, los vagones y los pasajeros. Lo que queda en Extremadura de aquel tren Ruta de la Plata son 48 kilómetros de vía muerta, en los que es mucho más fácil encontrarse a una vaca que a una persona. Queda eso y quedan también (tramo extremeño) las estaciones de Oliva-Almendral, Villar de Plasencia, Casas del Monte, Aldeanueva del Camino, Hervás y Baños de Montemayor.

Esas paradas son la huella bucólica de un trazado que no ha pisado máquina alguna con pasajeros desde el 31 de diciembre de 1984. Antes de ese día y después, la Plataforma Proferrocarril de Plasencia, en la que participé activamente desde su directiva, realizó manifestaciones, concentraciones, charlas, cortes de carretera e incluso se desviaron los autobuses que pusieron como alternativa al tren, a la plaza mayor de Plasencia. También en Hervás los vecinos se plantaron delante de la vía, para retrasar el paso del tren que subía hacia Bilbao y el que bajaba. Desapareció la campana de la estación. 

Esa reivindicación histórica es lo que ha hecho que tras 30 años del 1 de enero del 85, se mantengan los railes en la vía.

La naturaleza toma lo suyo.

Los colores que predominan a lo largo de los kilómetros de recuerdo ferroviario, son el verde y el amarillo en función de la estación del año donde nos encontremos, sin olvidar el maravilloso color de la otoñada del valle del Ambroz. Pastos sin desbrozar, interrumpido cada poco por algún arbusto que surge entre traviesa y traviesa, incluso alguna encina o alcornoque se atreven a despuntar entre las mortecinas traviesas.

Reapertura del Tren Ruta de la Plata ¡¡YA!!