lunes, enero 28, 2013

Alternativas a la crisis y al futuro de Europa


Disponible en línea el documento elaborado por las fundaciones 1º de Mayo y Francisco Largo Caballero, promovidas por CCOO y UGT, como instrumento base para el debate sobre alternativas a la crisis en Europa.

El 25 de Septiembre de 2012 se reunieron en Madrid más de cincuenta dirigentes sindicales pertenecientes a alrededor de veinte sindicatos (entre los que se encontraban CC OO, UGT y USO) del conjunto de los países de la Unión Europea, con la participación de diferentes responsables de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), que mantuvieron un Encuentro Sindical para debatir sobre la crisis y el futuro de Europa y sus alternativas.

El Encuentro se desarrolló en un contexto en el que los responsables políticos de las instituciones europeas y de sus principales Estados miembros son incapaces de dar respuestas eficaces y coherentes a los problemas más urgentes, al tiempo que formulan nuevas propuestas de reforma política que implicarían la modificación profunda de los Tratados de la UE, con orientaciones imprecisas y sesgadas por su olvido de los componentes sociales y del reforzamiento de la democracia europea.

Se ha analizado y reflexionado en torno al actual escenario socioeconómico. Se han propuesto alternativas, completando las ya existentes en el sindicalismo europeo, que son de otra parte las que puedan solucionar los problemas más urgentes: déficit y deuda, crecimiento y empleo. Pero también propuestas de reforma en profundidad de las instituciones de la UE, de su gobierno económico y político, diferentes a las muy parciales y, en ocasiones, contradictorias que se realizan desde el pensamiento conservador y neoliberal hoy dominante en las instituciones políticas europeas.

Nuevo gobierno económico, basado en una profunda democratización de las instituciones europeas, y Nuevo Contrato Social Europeo, planteado por la CES, que preserve y profundice la cohesión y el acervo social europeo deben ser las bases de lo que podría llamarse una refundación política de la UE desde una perspectiva de progreso. Tal vez sería la única forma de recuperar el prestigio y legitimidad que el proyecto europeo hoy ha perdido en amplios sectores de los trabajadores y de la ciudadanía europea.

Las reflexiones producidas en este importante Encuentro servirán de base para futuros debates en el seno de las estructuras de la CES. Por su gran interés, reproducimos a continuación el documento aportado por los Sindicatos españoles como punto de partida del debate y que se denomina “Alternativas a la crisis y al futuro de Europa”.

Un Plan Marshall para Europa

Con motivo de su 40º Aniversario, la Confederación Europea de Sindicatos (CES) celebra el 28 de Enero de 2013 en Madrid una conferencia que reúne a  máximos responsables de las organizaciones sindicales europeas. El encuentro coincide con la propuesta adelantada por los sindicatos alemanes y difundida por nuevatribuna.es, de un ambicioso programa de inversión y desarrollo para los Veintisiete, con proyección a diez años y con 260.000 millones anuales de inversión.

Los dirigentes sindicales europeos así como otras personalidades de las instituciones de la UE se dan cita el 28 de enero de 2013 en Madrid, en una Conferencia convocada por la Confederación Europea de Sindicatos (CES) en su 40º Aniversario. Bajo el título “Celebrar el pasado mirando al futuro”, los convocados debatirán la dimensión social de Europa y el papel que deben jugar los interlocutores sociales en los nuevos procedimientos de gobernanza, así como el camino a seguir para la construcción de una auténtica Unión Económica y Monetaria en la coyuntura actual de crisis económica.

La Conferencia, cuya apertura correrá a cargo de Ignacio Fernández Toxo, presidente de la CES y secretario general de CCOO y contará con la presencia de Martin Schulz, Presidente del Parlamento Europeo, Lásló Andor, Comisario Europeo de Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión y Olli Rehn, Comisario Europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, así como de los principales responsables de las organizaciones sindicales europeas.

La reunión cobra relevancia en la actual coyuntura de crisis económica y las altas cifras de desempleo que en países como España alcanzan cotas dramáticas. Los sindicatos vienen reclamando un cambio de rumbo en las políticas de austeridad puestas en marcha por los principales líderes políticos del conjunto de la Unión bajo la batuta de la canciller alemana Angela Merkel. De ahí, la importancia de que tanto la socialdemocracia alemana y los sindicatos del país estén en la vanguardia del cambio hacia políticas que no dejen en la cuneta a millones de europeos.

Con ese objetivo, la Confederación de Sindicatos Alemanes (DGB) ha puesto sobre la mesa un ambicioso programa de coyuntura, inversión y desarrollo para Europa, con proyección a diez años y para el conjunto de los 27 países que integran la Unión Europea.

Bajo el título de ‘Un Plan Marshall para Europa’, los sindicatos alemanes proponen un programa de inversiones (260.000 millones anuales, aproximadamente el 2% del PIB europeo) que cambie el rumbo de una Europa hundida en la depresión económica. El texto reclama inversiones en la generación sostenible de energía, en la reducción del consumo energético, en industria y servicios sostenibles, en educación y formación, en investigación y desarrollo, en unas infraestructuras de transporte modernas, en ciudades y municipios con un bajo nivel de emisiones, en la eficiencia de las administraciones públicas y en la adecuada participación de todos los grupos sociales en un futuro mejor.

El programa está diseñado bajo la premisa de un proyecto supranacional de ámbito europeo que cuente con una sólida financiación y en el que estén implicadas todas las instituciones de la UE, incluido el Banco Europeo de Inversiones (BEI).

Los sindicatos alemanes abogan por una combinación de medidas institucionales, inversiones públicas directas, subsidios a la inversión para empresas e incentivos al consumo, como medidas para combatir la crisis a corto plazo pero también a largo plazo, asegurando perspectivas de crecimiento y empleo. Para ello es necesario priorizar la reconversión y modernización de las economías nacionales europeas, potenciando un modelo de bajo consumo energético que reduzca las importaciones de combustible y las emisiones de CO2. Para ello, la DGB propone una inversión de 150.000 millones de euros al año (Ver cuadro a pie de página).

Pero este Plan Marshall aborda además otras inversiones (por un valor de 110.000 millones) encaminadas a reforzar la creación del valor industrial y los servicios públicos, modernizar las infraestructuras de transportes y acelerar el desarrollo de redes de banda ancha.

Para financiar el Plan, los sindicatos alemanes proponen la creación de un “Fondo para el Futuro de Europa” –bajo el control del Parlamento Europeo- y la emisión de bonos con intereses anuales denominados “bonos New Deal” a 10 años. Estas obligaciones se nutrirían con un Impuesto de Transacciones Financieras (ITF). Para Alemania, la propuesta de la DGB, consistiría en un impuesto extraordinario sobre el patrimonio del 3%, aplicable a todas las fortunas privadas superiores a 500.000 euros en el caso de personas solteras, y en un millón de euros en el caso de las personas casadas. Según los cálculos, su volumen ascendería en Alemania a un montante de entre 50.000 y 70.000 millones de euros y en toda Europa, entre 200.000 y 250.000 millones

La DGB precisa que si bien se grava a las personas ricas con un impuesto extraordinario sobre el patrimonio, a cambio se ofrece a los inversores un seguro “bono New Deal” con intereses, beneficiándose así aseguradoras, fondos de pensiones e inversores públicos.

Uno de los ejes fundamentales que plantea el Plan Marshall es la creación de empleo. Según los cálculos de la DGB, a largo plazo se crearían entre 9 y 11 millones de nuevos puestos de trabajo a tiempo completo. En este sentido, destacan que “el crecimiento cuantitativo y un alto nivel de empleo son también la mejor premisa para la reducción de la deuda y una gestión presupuestaria sostenible”.

Cuadro con el correspondiente desglose de cifras.



martes, enero 22, 2013

La Educación


(Palabras leídas en la inauguración del 11 Congreso de la Federación de Enseñanza de CC.OO.)


¿Qué puedo aprender de ti? Esa es la pregunta que se repiten los buenos profesores, aquellos que tienen algo importante que enseñar. ¿Qué puedes enseñarme tú para que mi labor docente sea un proceso de aprendizaje, un esfuerzo por reconocerme y reconocer, una tarea de reconocimiento? Pregunta clave, porque nos ayuda a comprender que todos nos necesitamos y que la libertad es inseparable de la existencia compartida.


La transmisión de saberes supone una reivindicación de los vínculos. Espero de ti algo que necesito: y no para tener, sino para hacerme. Esperas de mí algo que te hace, que nos hace en común, que nos forma como individuos en comunidad. La palabra nosotros establece el presente como un lugar en el que conviven los pasados y los futuros. La educación implica la única confianza verdadera en los vínculos. Nada más vinculado que un profesor a sus alumnos, que un escritor a sus lectores, que el hablante al oyente, que las operaciones del decir y del escuchar, imprescindibles para que las palabras no acaben en palabrería y las enseñanzas no sean ruidos, sermones de catecismo o de trivialidad.

La educación sustituye las identidades posesivas del yo soy por las más abiertas del yo estoy y el yo hago. Estoy con los demás, hago con y para los demás. La dedicación a la enseñanza, igual que ocurre con la medicina, sigue siendo el más alto ejemplo de que la vida laboral no representa sólo el dominio de una tecnología, sino también el ejercicio de una vocación, una llamada que genera en su hacer sentimientos de utilidad, de servicio público y de ciudadanía. La crisis del amor pedagógico parece inevitable en el imperio de la tecnocracia.

No existe contrato social sin contrato pedagógico, sin compromiso con el saber estar y el saber hacer en el nosotros. La libertad no es una selva en la que cada cual impone su ley, la del más fuerte o el más desalmado, sino la obligación de crear un marco de convivencia en el que todos los individuos puedan realizar de forma pacífica, libre y respetuosa sus propias vidas. Por eso el contrato pedagógico es la raíz de la sociedad justa, de la libertad social, de la comunidad que comprende su razón de ser. Afirmó Antonio Machado que no hay nada verdaderamente importante en la vida que no pueda o deba explicarse a un niño o una niña. Basta con encontrar el lenguaje apropiado. Y eso es en el fondo una sociedad, el deseo de un lenguaje, el esfuerzo común para encontrar las palabras que conforman las constituciones, los códigos, los valores públicos y las conciencias.

La defensa de una educación pública libre, común a todos los ciudadanos, sin desigualdades provocadas por el sexo, el poder económico o las identidades cerradas del yo soy, supone la verdadera apuesta por la igualdad y la libertad. El camino que va de los hogares familiares a la escuela pública es la mejor metáfora de la democracia. La nación que no se toma en serio sus inversiones en la educación pública se convierte en una empresa, en una selva, en un vodevil de corruptos y de manipuladores del lenguaje, pero no en una comunidad. Deberían avergonzarse todos los que levantan las banderas nacionales con palabrerías huecas mientras descuidan la educación pública y la formación de sus ciudadanos. Y deberían sentir orgullo de patriotas los que se entregan por vocación a la enseñanza, los que se preguntan todos los días delante de sus alumnos ¿qué puedo aprender de vosotros?, ¿cómo puedo convertir el ayer y el hoy en un mañana no sólo legal, sino legítimo? Resulta poco convincente un patriotismo que no se funde hoy en la defensa radical de los derechos públicos de una sociedad. Y no hay nada más radical que la cultura y la educación.

Felicito a mis compañeros y compañeras de CCOO por el trabajo realizado, por su coraje en la defensa de la educación pública. Y los animo a seguir, junto a las demás fuerzas sindicales y a las organizaciones de padres y alumnos que han levantado la marea verde, para que la educación sea la raíz de una sociedad más libre, más justa y más sabia. Cada vez que me habéis invitado a hablar, yo he aprendido a escuchar. Y, al escuchar, he aprendido mucho con vosotros y con vosotras.

Luis García Montero

miércoles, enero 09, 2013

Los "Sabios" del FMI y el Burro que trabaja sin comer.



Los "sabios" del FMI acaban de confesar que se han equivocado gravemente en los remedios y políticas pensados para atacar la grave crisis económica que padecemos en España junto con otros países de Europa. Reconocen haber subestimado los efectos y el impacto sobre la actividad económica del drástico ajuste fiscal y, con ello, sus consecuencias en la caída del consumo privado, la inversión y el incremento del desempleo.

Joaquim González Muntadas, de Fiteqa-ccoo


Dicen que su error viene por considerar en sus estudios que un supuesto recorte fiscal del 1% -equivalente al 1% del PIB- provocaría una reducción en la actividad económica de un 0,5%. La realidad, analizada por el propio FMI, ha sido muy distinta. Un recorte del 1% reduce la actividad económica desde el 0,8% hasta el 1,7 %. Es decir que el error grave está en que el multiplicador fiscal es como mínimo casi el doble de lo que pensaban esos "sabios", algo que la inmensa mayoría de la "ciudadanía tonta" ya intuía, y venía denunciando y movilizándose. 

El FMI, junto a las autoridades europeas, ha presionado a los gobiernos de España para que apliquen programas de muy severa reducción del déficit público con el objeto de recuperar la confianza de los inversores internacionales. Hasta el momento, el resultado ha sido ahondar más y más en la recesión provocando efectos dramáticos sobre la vida de millones de personas y, lo más grave, sin haber subsanado en lo esperado los desequilibrios macroeconómicos. Más allá de las teorías de los "sabios", la realidad ha demostrado lo evidente: perseguir el ajuste fiscal sólo a través de recortes en el gasto, sin que vayan acompañados de otras políticas que impulsen la actividad, acaba provocando un efecto de recesión en la economía muy superior al estimado en la pizarra de los "sabios" del FMI, porque ha terminado por frenar la recaudación, incrementar el déficit fiscal y agravar el coeficiente deuda/PIB. 

El resultado final ha significado una mayor vulnerabilidad de España ante el apetito de los mercados financieros, que rápidamente han aprendido a alimentarse de los recursos que generan día a día los nuevos recortes y que van deprimiendo más y más nuestra economía, empujándola sin norte a políticas contradictorias e ineficaces que van matando poco a poca nuestra ya débil base económica. Unas consecuencias que  nuestros "sabios del FMI” y otros han descubierto muy tarde, casi tan tarde como: Aquel ingenuo campesino que tenía un burro y pensando en la manera de ahorrar se le ocurrió enseñarle a trabajar sin comer. Así que empezó reduciéndole paulatinamente la ración diaria de comida.  Pasaron los días y el campesino estaba contento por los progresos del animal. Un día el animal dejó de comer y siguió trabajando, así que el dueño se dijo satisfecho ¡ya lo he conseguido! Pero, a los dos días siguientes, se encontró al burro muerto, y, al verlo, el ingenuo campesino exclamó, como ahora exclaman nuestros "sabios" del FMI, ¡qué lástima, y qué mala suerte tengo! ahora que ya había conseguido enseñarle al burro a trabajar sin comer, va y se me muere.

Es el momento de que todos los sectores de la sociedad reaccionen ante el monumental fracaso de la política actual. Reaccionar dando un paso hacia adelante con sus propuestas e iniciativas dispuestas a negociar, como han hecho CCOO y UGT, primero, con las"Propuestas sindicales para promover el crecimiento, el empleo y la cohesión social ante la crisis de la economía españ̃ola" presentadas el pasado 21 de diciembre, y luego con el emplazamiento expreso por carta de los dos Secretarios Generales de ambas Confederaciones Sindicales al Presidente del Gobierno, al Presidente de la CEOE y a los Grupos Parlamentarios, para, como finaliza la misiva firmada por Toxo y Méndez, "iniciar un proceso de diálogo y concertación que es lo que nuestro país necesita".

Urge que la Zona Euro revise las formas y el fondo de su política, al igual que el Gobierno español que debe dejar de improvisar para cumplir las obligaciones fijadas. La gravedad de nuestra situación económica, que nadie resolverá por nosotros, reclama con urgencia un amplio proceso de diálogo y negociación, donde confluyan el esfuerzo equilibrado y solidario de todos y para el cual el sindicalismo español ha dado el primer paso, que busca  que lleguemos todos y a tiempo.