martes, mayo 28, 2013

La izquierda tiene que sumar en confluencia con otros movimientos sociales y políticos, pero restando intereses particulares.

Reto lanzado por Antonio Gutiérrez el pasado 25 de mayo en Zafra dentro de las jornadas “los Retos de la izquierda del siglo XXI”, organizadas por el Colectivo Manuel J Peláez, en colaboración con la Fundación Cultura y Estudios de CCOO de Extremadura.

La jornada de reflexión y debate pretendía iniciar un proceso de reelaboración de las propuestas que se dirigen a la sociedad desde la izquierda, desde las organizaciones y los movimientos que representan a ciudadanos y ciudadanas, trabajadoras y trabajadores. La Fundación Cultura y Estudios de CCOO de Extremadura y el Colectivo Manuel J Peláez, buscaban con esta actividad, repensar un modelo de sociedad que incluya las aspiraciones de progreso que permita una vida digna y con derechos a la mayoría de las personas de la España del siglo XXI,llenando de contenido el concepto de ciudadanía.
Ponentes de la jornada

La actividad dio comienzo con la presentación a cargo de la Vicepresidenta del Colectivo Manuel J Peláez, Mercedes Santos Unamuno y del Director de la Fundación Cultura y Estudios, José Mª Izquierdo, justificando la realización de esta actividad, el secretario del Colectivo, Antonio Morato. En las jornadas participaron aproximadamente un centenar de personas, que junto a los ponentes fueron desgranando de manera colaborativa algunos de los retos de la izquierda para el siglo XXI.

Tras la presentación, la primera intervención correspondió aLuciano Fernández Gómez (diputado socialista en la Asamblea de Extremadura), en sustitución de Diego López Garrido. Fernández comenzó su intervención reclamando que “más gente se atreva a pensar” y asegurando que más que nunca es precisa la defensa de la política, “una tarea de la izquierda, sin melancolías”; señalando que su partido político “no permanece impasible a esa necesidad de reflexión y de renovación”. Fernández consideró que la reacción que se espera de la izquierda para combatir la crisis y el austericidio de la derecha, “sitúa al PSOE en un momento fundacional”, con una conciencia del cambio que justifica “reformas para ganarse otra democracia”: al reconocimiento de errores, entre ellos la aprobación de la reforma constitucional pactada en 2011 con el PP sin contar con la ciudadanía, se unen propuestas de renovación concretas, como las emanadas de un encuentro denominado Diálogo de Oviedo, realizada recientemente por esta organización política.

Por su parte Sol Sánchez Maroto (Vicepresidenta de Comunicación de ATTAC España) señaló que “los movimientos sociales reivindicamos la política, participación y un modelo de desarrollo sostenible”. Desde los orígenes del movimiento obrero a los feminismos y ecologismos, de la antiglobalización surgida en los años 90 y la creación de ATTAC en 2000, del 15M a las mareas…, propuso en su charla Sol Sánchez, el reto es “una participación ciudadana inclusiva y la reapropiación del discurso y los símbolos de la izquierda”. Frente al liberalismo económico, las coincidencias existentes entre cierta política institucional y los movimientos ciudadanos permiten profundizar en propuestas “de convergencia, de transparencia y de participación real” para un mayor aprovechamiento de la inteligencia colectiva, que evite la victoria ideológica de la derecha. En su intervención hizo un llamamiento a participar el próximo 1 de junio en la Manifestación internacional, Marea Europea contra los recortes y por una verdadera Democracia.

La primera parte de la jornada finalizó con la intervención de Antonio Gutiérrez, presentado por el Secretario General de CCOO de ExtremaduraJulián Carretero. Gutiérrez inició su intervención destacando que en España aumentan la abstención y el voto nulo, pero no la indiferencia y consideró que la democracia “es la capacidad para estar incorporando inquietudes sociales” y, para equilibrar democracia representativa y participativa, sería preciso “recuperar la congruencia entre ideas, valores y comportamientos”.
Durante su intervención Gutiérrez desgranó importantes claves históricas de la actual crisis política y económica, para ilustrar que “desde el origen del capitalismo”, cuanto mayor es el crecimiento de la desigualdad en períodos de acumulación de la riqueza, más garrafales son los fallos del mercado y mayores las debacles que provocan. O dicho en otras palabras, la expansión económica manteniendo una injusta distribución de la riqueza no induce progreso sino procesos especulativos, antesalas de las crisis. La desigualdad es parte de sus causas y su consecuencia más dramática. A mayor desigualdad más desastrosas son las crisis, como ya sucediera con la primera burbuja especulativa estudiada: la de los “Tulipanes” en la Holanda de 1.630, con un extraordinario vigor económico donde emergieron grandes fortunas abismalmente alejadas de la mayoría de la población que permanecía en la pobreza extrema, mencionando al Historiador Carlo M. Cipolla, puso como ejemplo que un rico comerciante podía gastar en sus empleados entre el 1-2% de sus gastos totales. Las riquezas de los potentados Holandeses no se dirigieron hacia nuevas inversiones industriales sino a comprar bulbos de tulipán. Una flor entonces exótica que alguien empezó a considerarse como el más elevado signo de distinción en casas nobles y cortes europeas.

Las grandes fortunas, e incluso medio-bajas concentraron sus dineros en adquirir bulbos de tulipan, con una escalada de precios que parecía imparable, llegando a cambiarse un bulbo por “un carruaje nuevo, dos caballos tordos y un arnés completo”; su precio (actualizado) llegó a los 50.000 dólares.

Para participar de tan delirante negocio se liquidaron empresas, se vendieron casas y haciendas, se recurrió al crédito, hasta que en 1.637 empezó a considerarse que aquellos bulbos no valían tanto. Igual que habían subido los precios se desplomaron en medio del pánico generalizado, acarreando la ruina para quienes habían empeñado sus activos o endeudado, malvendiendo hasta sus viviendas.

En el tiempo presente el potencial de crecimiento de la economía real ha sido nuevamente desaprovechado por la avaricia, fomentada en un mercado sin reglas, ensanchándose a escala planetaria mientras la política se empequeñecía, no sólo por renunciar al gobierno democrático de la economía en el mismo espacio en el que iban operando los mercados, sino por ceder poder en sus respectivos ámbitos domésticos y regionales como es el caso por partida doble de los países europeos, como naciones y como Unión Europea.

Entre otros retos para la izquierda del siglo XXI, apuntó la necesidad de educar en derechos de ciudadanía como medio para valorar lo público, la necesidad de realizar “políticas diferentes sin valores intercambiables, con equidad y por tanto con eficacia”.
En la lucha contra la corrupción y a favor de la igualdad, no se puede prescindir de las izquierdas, donde la familia socialista es imprescindible, pero donde habrá que sumar, “restando previamente intereses particulares y en confluencia con otros movimientos sociales y políticos”.

Tras las intervenciones menciondas se realizaron debates y reflexión en pequeños grupos que analizaron la realidad efocados en los siguientes temas: Situación y perspectivas de los derechos sociales en Extremadura y Europa; Ciudadanía y participación en organizaciones políticas y movimientos sociales, y Señas de identidad de la izquierda, valores y estrategias de futuro. Para facilitar el trabajo se utilizaron las siguientes preguntas: ¿Cómo contrarrestar los argumentos falaces del neoliberalismo sobre lo inevitable de sus crisis y soluciones?, ¿cómo diseñar propuestas y alternativas, en la línea de cambiar las reglas del juego de un sistema que no respetan ni sus propios poderes fácticos?, ¿cómo evitar el retroceso del estado del bienestar, referente de los avances sociales de las penúltimas décadas?, ¿cómo implicar a los colectivos objetivamente interesados en esos objetivos?

Las conclusiones del trabajo en estos grupos fueron expuestas al plenario de participantes, siendo el inicio que permita elaborar un documento que servirá de base para nuevas reflexiones y posibles nuevos encuentros, donde se recogen aportaciones de las personas inscritas.

En esta puesta en común se destacó,entre otras ideas fuerza, que espacios como el que se ha abierto con esta Jornada favorecen la participación abierta y diversa de las mujeres y los hombres de izquierdasla reflexión y la autocrítica sobre la superación de contradicciones entre los planteamientos y las actuaciones políticas y ciudadanasel reconocimiento del valor de lo público, la igualdad, la educación, la cultura…y la defensa de los derechos sociales por las organizaciones y los movimientos de la izquierda.

La Jornada se convierte, así, en una “pequeña plaza plural” en busca de frentes de participación comunes –desde las diferencias y las discrepancias, sin condicionamientos electoralistas–, para compartir aprendizajes y reaccionar con urgencia ante la crisis y a los ataques de la derecha: “sin ser consciente, no se es consecuente…, ¡pensar para actuar!”.