lunes, enero 28, 2013

Un Plan Marshall para Europa

Con motivo de su 40º Aniversario, la Confederación Europea de Sindicatos (CES) celebra el 28 de Enero de 2013 en Madrid una conferencia que reúne a  máximos responsables de las organizaciones sindicales europeas. El encuentro coincide con la propuesta adelantada por los sindicatos alemanes y difundida por nuevatribuna.es, de un ambicioso programa de inversión y desarrollo para los Veintisiete, con proyección a diez años y con 260.000 millones anuales de inversión.

Los dirigentes sindicales europeos así como otras personalidades de las instituciones de la UE se dan cita el 28 de enero de 2013 en Madrid, en una Conferencia convocada por la Confederación Europea de Sindicatos (CES) en su 40º Aniversario. Bajo el título “Celebrar el pasado mirando al futuro”, los convocados debatirán la dimensión social de Europa y el papel que deben jugar los interlocutores sociales en los nuevos procedimientos de gobernanza, así como el camino a seguir para la construcción de una auténtica Unión Económica y Monetaria en la coyuntura actual de crisis económica.

La Conferencia, cuya apertura correrá a cargo de Ignacio Fernández Toxo, presidente de la CES y secretario general de CCOO y contará con la presencia de Martin Schulz, Presidente del Parlamento Europeo, Lásló Andor, Comisario Europeo de Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión y Olli Rehn, Comisario Europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, así como de los principales responsables de las organizaciones sindicales europeas.

La reunión cobra relevancia en la actual coyuntura de crisis económica y las altas cifras de desempleo que en países como España alcanzan cotas dramáticas. Los sindicatos vienen reclamando un cambio de rumbo en las políticas de austeridad puestas en marcha por los principales líderes políticos del conjunto de la Unión bajo la batuta de la canciller alemana Angela Merkel. De ahí, la importancia de que tanto la socialdemocracia alemana y los sindicatos del país estén en la vanguardia del cambio hacia políticas que no dejen en la cuneta a millones de europeos.

Con ese objetivo, la Confederación de Sindicatos Alemanes (DGB) ha puesto sobre la mesa un ambicioso programa de coyuntura, inversión y desarrollo para Europa, con proyección a diez años y para el conjunto de los 27 países que integran la Unión Europea.

Bajo el título de ‘Un Plan Marshall para Europa’, los sindicatos alemanes proponen un programa de inversiones (260.000 millones anuales, aproximadamente el 2% del PIB europeo) que cambie el rumbo de una Europa hundida en la depresión económica. El texto reclama inversiones en la generación sostenible de energía, en la reducción del consumo energético, en industria y servicios sostenibles, en educación y formación, en investigación y desarrollo, en unas infraestructuras de transporte modernas, en ciudades y municipios con un bajo nivel de emisiones, en la eficiencia de las administraciones públicas y en la adecuada participación de todos los grupos sociales en un futuro mejor.

El programa está diseñado bajo la premisa de un proyecto supranacional de ámbito europeo que cuente con una sólida financiación y en el que estén implicadas todas las instituciones de la UE, incluido el Banco Europeo de Inversiones (BEI).

Los sindicatos alemanes abogan por una combinación de medidas institucionales, inversiones públicas directas, subsidios a la inversión para empresas e incentivos al consumo, como medidas para combatir la crisis a corto plazo pero también a largo plazo, asegurando perspectivas de crecimiento y empleo. Para ello es necesario priorizar la reconversión y modernización de las economías nacionales europeas, potenciando un modelo de bajo consumo energético que reduzca las importaciones de combustible y las emisiones de CO2. Para ello, la DGB propone una inversión de 150.000 millones de euros al año (Ver cuadro a pie de página).

Pero este Plan Marshall aborda además otras inversiones (por un valor de 110.000 millones) encaminadas a reforzar la creación del valor industrial y los servicios públicos, modernizar las infraestructuras de transportes y acelerar el desarrollo de redes de banda ancha.

Para financiar el Plan, los sindicatos alemanes proponen la creación de un “Fondo para el Futuro de Europa” –bajo el control del Parlamento Europeo- y la emisión de bonos con intereses anuales denominados “bonos New Deal” a 10 años. Estas obligaciones se nutrirían con un Impuesto de Transacciones Financieras (ITF). Para Alemania, la propuesta de la DGB, consistiría en un impuesto extraordinario sobre el patrimonio del 3%, aplicable a todas las fortunas privadas superiores a 500.000 euros en el caso de personas solteras, y en un millón de euros en el caso de las personas casadas. Según los cálculos, su volumen ascendería en Alemania a un montante de entre 50.000 y 70.000 millones de euros y en toda Europa, entre 200.000 y 250.000 millones

La DGB precisa que si bien se grava a las personas ricas con un impuesto extraordinario sobre el patrimonio, a cambio se ofrece a los inversores un seguro “bono New Deal” con intereses, beneficiándose así aseguradoras, fondos de pensiones e inversores públicos.

Uno de los ejes fundamentales que plantea el Plan Marshall es la creación de empleo. Según los cálculos de la DGB, a largo plazo se crearían entre 9 y 11 millones de nuevos puestos de trabajo a tiempo completo. En este sentido, destacan que “el crecimiento cuantitativo y un alto nivel de empleo son también la mejor premisa para la reducción de la deuda y una gestión presupuestaria sostenible”.

Cuadro con el correspondiente desglose de cifras.