sábado, septiembre 29, 2012

¿Qué es la emigración extremeña?


Emigración en las comarcas de Extremadura entre 1961-75 (fuente INE)
A: Emigración sobre conjunto depoblación extremeña.
 B: Emigración sobre población de la zona
Detalle panel de la exposición
Recientemente la Fundación Cultura y Estudios de Comisiones Obreras  de Extremadura, ha transformado en formato PDF los grandes paneles de la exposición que analiza la emigración extremeña desde los años 60, facilitando de esta manera su consulta en línea. Es un trabajo que podría extenderse a otras muchas comunidades, pero que en el caso de Extremadura, adquiere una significativa importancia, pues sin conocer el impacto de esta despoblación, no es posible entender la España ni la Extremadura del siglo XXI. 


Conocer los procesos migratorios que acontecieron en España durante la segunda mitad del siglo XX es un ejercicio básico para conocer la España de hoy. Que territorios como el extremeño sufrieran las perdidas de un tercio de su población entre finales de los 50 y los años 70, es de tal calado, que Extremadura no ha vuelto a recuperar la población de las primeras décadas del siglo XX.

El impacto de la marcha de 700.000 personas, especialmente acelerado durante el “bum migratorio”,  es una brecha abierta en las entrañas de la región que generó una hemorragia tan intensa, que las consecuencias perviven plenamente en la actualidad. Nuestros pueblos están envejecidos,  las cuatro ciudades más pobladas de la región (Badajoz, Cáceres, Mérida y Plasencia) apenas alcanzan juntas los 300.000 habitantes. La escasa y dispersa población, lastra nuestra dimensión y capacidad de desarrollo económico y social. 

Y esto... ¿por qué es así? por muchos motivos..., algunos achacable al pueblo extremeño, como nuestro conformismo, y ausencia de compromiso participativo. Pero somos tan trabajadores como los demás -ni más ni menos-, no tenemos nada que demostrar, en Cataluña, Madrid o el País Vasco, cuando contamos con recursos, nuestra iniciativa e imaginación crean riqueza y bienestar, miren ustedes quienes lideraron los movimientos políticos, sindicales y vecinales en esas comunidades en los años 70.

Los señoritos extremeños vivían cual hidalgo en Madrid, nunca  quisieron revolución, ni tan siquiera industrial, y cuando rozó la reforma agraria con la II República, llegó el golpe que en nombre y representación de nuestros señoritos,  fusilaron la ilusión, junto a las miles de vidas dispuestas para crear y generar riqueza compartido. Nuestros hombres y mujeres cuando tuvieron que jugársela se la jugaron, y perdieron, muchos la vida, otros  la dignidad, pero sobre todo el futuro.

Tras la guerra Extremadura fue semillero de hombres y mujeres, -que acarreados-, tenían como destino las zonas del Estado Español, donde el régimen decidió implementar el desarrollo industrial. Aquí, en este territorio, apenas se dejó sentir ese desarrollo, apenas con el Plan Badajoz, aplicado en las vegas del Guadiana y las vegas del Alagón, proyectos diseñados durante la república. Proyectos menguados, pues el desarrollo industrial del plan,  asociado a la producción agraria, quedó muy lejos de lo proyectado originalmente por el régimen republicano.

Hoy residen fuera de la región tantas personas de origen extremeño (nacidos y descendientes) que en el interior. Este dato lastra en la actualidad nuestro desarrollo social, económico y cultural.

Tampoco queremos olvidar que la vida no fue fácil para los que marcharon, mujeres y hombres jóvenes que rompiendo su patrón cultural, predominantemente rural, se sometieron al desarraigo de unas incipientes sociedades industriales sin apenas infraestructura para acogerles, reproduciéndose en no pocas ocasiones situaciones de vida muy parecidas a las sufridas  por la clase obreras en los inicios de la revolución industrial. Jamas debemos olvidar a los niños y niñas de la diáspora vencidos por el desarraigo,  las garras de la drogadicción, la marginalidad y la muerte. En lo laboral fue un viaje de la dehesa a la fábrica, lo que requirió un brutal esfuerzo de adaptación.

Los que tuvieron como destino otros países de Europa, especialmente Alemania, también vivieron situaciones espinosas, por ser víctimas de políticas xenófobas, por la ilegalidad, por la realización de los trabajos más penosos, por ser recluidos en residencia o barracones.

Personas de origen extremeño residentes en otras
comunidades de España en 2011 (fuente: padrones municipales y  IN E)
Detalle panel de la exposición



Salieron para trabajar, ganarse la vida y un futuro imposible en su tierra. En este camino, su primer encuentro en el trabajo y en los barrios fue el calor de compañeros y vecinos agrupados en sindicatos y asociaciones vecinales. Organizaciones que nuestros emigrantes ayudaron a forjar en dictadura y a consolidar en democracia. Nuestros paisanos no solo generaron riqueza económica en las zonas de acogida de España, también riqueza social, siendo líderes sindicales, sociales y políticos en Madrid, Cataluña, País Vasco...

Es recomendable conocer la realidad objetivamente para poder juzgarla, analizarla y así poder actuar. Este sencillo esquema de análisis (Ver-Juzgar-Actuar), -que la JOC  me enseñó hace ya algún tiempo-, es la mejor manera de utilizar la masa gris de nuestras cabezas, dejando el corazón bombeando la sangre de racionalidad.

Este trabajo transita por el proceso migratorio extremeño desde la posguerra y puede servir para tener un primer acercamiento a esta olvidada parte de nuestra historia, de la que los trabajadores y trabajadoras, que vivimos al Sur del Sur, lejos de sentir complejo, nos ofrece una nueva oportunidad para seguir transformando la realidad.

Los paneles de la exposición se adentran someramente por los acontecimientos y cifras más importante del proceso, acompañada de imágenes originales, cedidas por sus protagonistas.