miércoles, julio 25, 2012

Extremadura (imagen fija a 19 de Julio de 2012), Mercado de trabajo, sistema productivo y reactivación de la economía regional.


Julián Carretero, S.G. de CCOO de Extremadura
Por su interés reproduzco el contenido la comparecencia el pasado 19 de Julio, del Secretario General de CCOO de Extremadura, Julián Carretero, ante la comisión  de empleo de la Asamblea de Extremadura (parlamento autonómico), que analiza el mercado de trabajo, el sistema productivo y propuestas para la reactivación de la economía de Extremadura.


Buenos días:
Expresar mi agradecimiento al Grupo solicitante y al Presidente de la Asamblea de Extremadura por invitarme a comparecer ante esta Comisión de Empleo, Empresa e innovación para expresar el análisis y las ideas de la organización que represento, acerca de la economía extremeña, su estructura productiva y mercado de trabajo. Espero poder estar a la altura exigida, satisfacer así la demanda requerida y cuantas otras cuestiones sean del interés de esta comisión.

Mi exposición inicial se centrará en una cierta descripción analítica, acompañada de algunas reflexiones, sometiéndome, si así lo consideran, a un posterior diálogo para intentar resolver cuantas cuestiones le sean de interés.

En mi opinión, en este momento, la situación económica y social de Extremadura es sumamente crítica.

Basta realizar un somero repaso de algunos parámetros para sostener esta afirmación:
Extremadura y sus poblaciones
- El PIB regional ha bajado un -1,8 % interanual, en el primer trimestre de 2012. Casi cinco veces más que el PIB nacional. Tras caídas consecutivas del -0,3% en 2010 y 2011. Las previsiones de todos los analistas, revisadas, pero sin tener aún en cuenta el impacto del paquete último de medidas aprobadas por los gobiernos autonómico y español, sitúan la caída de la economía extremeña por encima del 2% en 2012.

- El PIB por habitante que, entre 2000 y 2008, pasó del 59% de la media europea al 73%, se ha situado en 2011 en 16.149 euros, el menor de todas las CCAA, frente a 23.271 de media nacional y representando el 68,1% UE, retrocediendo a niveles de 2004.

- Tenemos la densidad de empresa/1000 habitantes más baja de España (60,1, frente a 70,5 de media).

- El VAB por empresa se sitúa en 247.000 euros, frente a los 303.400 de la media nacional, casi la mitad que el que se da en Navarra, el mayor, que supera los 414.000 euros.

- Disponemos del porcentaje de empresas de 50 o más trabajadores más bajos del país, 0,47%, frente al 0,76 de la media española y menos de la mitad que Navarra, el mayor, con 1,21%.

- Disponíamos de apenas un centenar de empresas mayores de 100 trabajadores y de una treintena mayores de 200. Desde 2009 hasta hoy, estas cifras sabemos, se han visto sensiblemente disminuidas, aunque no dispongamos de un registro oficial con datos pormenorizado. Sabemos además que la inmensa mayoría de las supervivientes (*) (Joca, G. Herrera, AG.SA, Pizarras, Mafresa, Resti, Cementera, Exconsa,…) están gravemente afectadas por los efectos de la crisis, bien en términos financieros, de empleo, demanda, etc..

- De las 30.000 empresas con asalariados existentes, sólo el 0,8% son exportadoras regulares, frente al 2,7% nacional. Y aunque hay un incremento paulatino de las exportaciones internacionales, con repunte de saldo comercial positivo, tras 2008, éstas suponen todavía una escasa relevancia respecto al PIB regional del 8,2% en 2011, frente al escaso peso específico de las exportaciones españolas (20% en 2011) en comparación con las economías desarrolladas del entorno.

- Hay que hacer notar que en términos interregionales (resto de CCAA), nuestro saldo comercial es tremendamente negativo. En 2009, últimos datos disponibles, el saldo arrojó una cifra negativa superior a los 2.100 millones de euros. En este año las compras supusieron un 33% del PIB y las ventas un 20%.

Museo Museo Vostell - Malpartida de Cáceres


- La contracción del crédito a empresas y familias es absoluta.

- La destrucción del tejido productivo es evidente, afectando de manera muy significativa al escaso entramado industrial existente, muy significativo en lo que concierne al sector agroalimentario relacionado con el porcino, la aceituna y el tabaco principalmente, a la construcción y sus derivados industriales y de servicios y a una gama importante de servicios de mercado relacionados con los anteriores.

- Muy preocupante es además el impacto de esta merma sobre las empresas de mayor dimensión, con mayor nº de empleados y con empleos de mayor calidad.

Desde el punto de vista del mercado de trabajo la situación es alarmante:
-Los datos EPA del último trimestre disponible (1trimestre2012) y falta de conocer en los próximos días la evolución de ésta, nos sitúa en una destrucción de 37.500 empleos en el último año (16.700 en el 1 trimestre 2012).

- La destrucción de empleo se da de manera muy significativa, en términos relativos, en construcción (-26%), en menor medida en servicios (-10,6) e industria (-3,6). La agricultura tiene un diferencial positivo de generación de empleo (9,21%), pero curiosamente su diferencial anual de aumento del paro también es el mayor de todos los sectores (39%), lo que sin duda le está convirtiendo en un sector refugio y absorbiendo los incrementos de población activa.

- El nº de parados se ha incrementado en 33.600 personas, alcanzando una tasa de paro superior al 32%, frente al 24,44 % de España.

- En este año el diferencial de tasa de paro con la media española, a pesar del fuerte incremento de ésta, se ha duplicado, pasando de 3,77 puntos a 7,61 puntos.

Plaza Mayor de Cáceres 19 de julio de 2012


- El nº de personas asalariadas ha disminuido en 28.800, suponiendo una variación interanual del -9,73 % frente al -4,69% de España. Hay que destacar que en el primer trimestre de 2011 (hace un año), la variación interanual de asalariados en Extremadura tuvo signo positivo +0,78%, frente a -0,87% de España.

- También es muy significativo que del empleo asalariado destruido en el último año, prácticamente el 50% (14.300) disponían de contrato indefinido.

- 1/3 de la población asalariada lo es en alguna de las administraciones públicas existentes en la región (90.000).

- Otro elemento especialmente preocupante sigue siendo la elevadísima tasa de temporalidad (34,7%), casi 11 puntos superior a la española que ya es excesivamente alta respecto de las economías del entorno.

- Al finalizar 2011 prácticamente el 54% de los jóvenes menores de 25 años estaban parados.

- Y al finalizar ese año casi el 18% de los hogares extremeños, con al menos un activo, tenía a todos sus miembros en paro.
- De los desempleados inscritos en el SEXPE, casi 56.000 llevan más de un año inscritos (larga duración).

- Las posibilidades de encontrar trabajo en Extremadura son infinitamente inferiores a la media española (curva de Beveridge- tasa de paro/tasa de vacantes de empleo sobre población activa). Una vacante de empleo por cada 130 parados en Extremadura, frente a 1 vacante por cada 73 en España, que ya de por sí dispone de un mercado tremendamente ineficiente respecto a la media de su entorno.

En otro orden de cosas y teniendo en cuenta otras variables socioeconómicas, destacar:
- La población Extremeña sigue prácticamente estancada en los últimos cinco años, (2007-2011): 1,8%  frente al 4,4% de España.

- Casi el 52% de la población vive en localidades de menos de 10.000 hb, distribuida en 371 municipios de un total de 386 (*).

- La población igual o mayor de 65 años se sitúa por encima del 21% en nuestra región, en una tasa 4 puntos por encima de la media española.

- Existen en Extremadura sobre 212.000 pensiones (Media 640€ (-130 España), de las que aproximadamente 135.000 son pensiones mínimas (-500€).

- 30.000 personas cobran prestación contributiva desempleo (media 720€).

- 72.000 aprox. Cobran subsidio (43.400), renta inserción (9.000) ó subsidio agrario (18.600) (Todos con cuantías variables pero inferiores a 450 euros).

- El Salario medio Extremadura de los más bajos de España, en torno a 17.000€ brutos/año, frente a 22.500 media española.

- Baja cualificación: 18,6% estudios superiores frente a 25% nacional, 4,5% analfabetos frente a 2,2% nacional.  Los ocupados con estudios superiores y medios apenas suponen el 20% del total y debido fundamentalmente al alto peso específico de las AAPP, donde se supera el 50%.

- El PGEx para 2012 con todos los avatares sufridos y los que estarán por venir, de momento y  con la información disponible, asciende a 4.641 millones de euros, con una contracción de 549 millones (-10,6%) respecto de 2011 con el fin de conseguir el objetivo de déficit marcado por el estado.
Cerezo en Flor en el Valle del Jerte

- Si extraemos lo correspondiente a la Política Agraria Comunitaria, el PGEX, en la práctica, se sitúa aprox. En 4.000 millones de Euros, de los que el 50% es aproximadamente salarios y costes sociales correspondientes al capítulo primero.

 Seguro que a este correlato habrá quien piense que le sobra o le falta. Seguro que para otro menester más pormenorizado se requeriría un ajuste mayor de los datos, contraste y rigor más profundo; pero en general creo que detalla un marco para extraer conclusiones y un cierto análisis.

Con este panorama y las políticas unidireccionales, exclusivamente basadas en el ajuste fiscal, iniciadas a partir de Mayo de 2010 por el Gobierno de España, inspirada y exigida por la UE, el FMI y las cancillerías europeas, muy especialmente la Alemana, y acentuadas de manera muy considerable y persistente por el actual gobierno de la nación, reproducidas tal cual y no contestadas en absoluto por el Gobierno de la Comunidad Autónoma, especialmente trazadas con el objetivo de una importantísima devaluación interna en términos económicos y sociales, sinceramente creo que Extremadura se verá sumida en una senda con muy escasas posibilidades de retorno y cuyos precedentes hay que buscarlos en etapas anteriores al hecho autonómico.

Los precedentes de referencia situados en la recesión de los iniciales años 90, a pesar de ser duros en destrucción de empleo, elevadas tasas de paro, alcanzando niveles del 30%, con incluso tasas de actividad inferiores a las actuales no serían parangón, por carecer entonces de las competencias actuales con fuerte impacto de gasto público, la autonomía fiscal actual y el “llover sobre mojado” en términos de recesión en una crisis que dura ya cuatro años y apunta a permanecer entre nosotros “sine díe”.

La última reforma laboral llevada a cabo, como ya apuntan los análisis del mercado de trabajo y que con seguridad se irán confirmando con el paso del tiempo, acabará por destrozar la estabilidad de nuestro mercado laboral, más allá de la considerable pérdida de derechos y garantías que supone para la parte más débil de la relación capital/trabajo. 

Incidirá aún de manera más considerable en la dualidad del mismo y lejos de acabar con la temporalidad en la contratación la acentuará como ya empieza a demostrarse.

Con un tejido productivo languideciendo de manera galopante, escasamente atractivo como demuestran los análisis anteriores siquiera para la demanda interna, tremendamente atomizado, sin recursos propios, sin crédito, muy poco diversificado e internacionalizado, la devaluación interna en términos económicos a que hago referencia anteriormente lo acabará destrozando y borrándolo del mapa.
Manifestación en Cáceres diciembre 2009

Un tejido productivo carente de acompañamiento de políticas públicas estimuladoras, muy disminuido de políticas activas de empleo y en medio de fuertes recortes en inversión pública, cuando aún nuestro stok de capital, a pesar del fuerte avance experimentado en la década 2000/2010, sigue situando muy por debajo de la media española y en galopante declive, sobre todo en infraestructura viaria (ferrocarril, carreteras, etc.) y de servicios, y sumido en fuertes recortes con repercusión en el capital humano, a través de la inversión educativa y en i+d+i, insisto, lejos de levantar cabeza, terminará derrumbándose.

Las sucesivas medidas adoptadas por el Gobierno de España en materia energética, primas a renovables, aumento de la participación del consumo en el diferencial tarifario con el consiguiente aumento de la tarifa eléctrica, repercusión en los consumidores de los impuestos propios autonómicos a las eléctricas, etc., tienen varias repercusiones en el tejido productivo y el empleo: desde la frustración de nuevos nichos productivos, tecnológicos y de empleo, con las correspondientes sinergias territoriales y sectoriales, hasta el aumento de los costes energéticos, con fuerte impacto negativo para la competitividad de nuestras escasas empresas industriales y su correspondiente repercusión en la destrucción de empleo. Todo ello sin contar, lo que en términos de ingresos públicos pueda representar en negativo para las distintas AAPP y su impacto en el correspondiente gasto público y repercusión social.

Mención aparte y probablemente una sesión monográfica de esta Comisión en términos socioeconómicos y de empleo merecería, lo que parece la definitiva pérdida de un proyecto industrial de la envergadura de la refinería. Sinceramente y más allá de la frustración psicológica en términos de sentido extremeñista, si lo hubiere, que pudiera suponer para una parte de la población, la repercusiones  inversora, de empleo, de sinergias industriales, tecnológicas e innovadoras, fiscales y por ende en la consolidación de servicios públicos esenciales, yo las sitúo en el “debe” del gobierno regional y socioeconómicamente, en el de Extremadura.
Manifestación en Badajoz, diciembre 2009

El último paquete de medidas aprobado la semana pasada por Decreto Ley en Consejo de Ministro y cuya convalidación se va a aprobar hoy en el Congreso, junto a otras medidas que se anuncian de privatización de empresas públicas, liberalización de servicios, modificación del sistema de pensiones, etc. Más allá de la repercusión social que tienen y suponen para las personas individualmente, en términos socioeconómicos significarán la “puntilla” para Extremadura. Sin entrar en el deterioro y regresión democrática que algunas suponen y en la pérdida de garantías y derechos individuales y colectivos, por no ser objeto de esta comparecencia; si expreso claramente el daño que supondrá para la contracción de la demanda interna, incrementará la destrucción de empleo, empobrecerá a la población, de manera muy considerable a la más rural, supondrá lastre poblacional y a un medio plazo no muy lejano, la conjunción de todo este deterioro social y económico al que nos estamos viendo abocados, puede suponer oleadas emigratorias similares a las sucedidas en otros tiempos en esta región.

Por todo esto, en este momento, creo que es perentorio hacer un alto en el camino, frenar este tipo de políticas que nos lleva directamente a la inanición, al deterioro económico y social, al empobrecimiento, a la regresión democrática e incluso, si se persiste y se sigue apretando, a un no deseado conflicto social.

La Extremadura de hoy condicionará la del mañana

No se puede seguir incidiendo en la obcecación ni en el fondo ni en las formas. Está en juego el hecho democrático en sí mismo, la confianza institucional y el entramado político. Lo digo y traslado aquí, con la máxima responsabilidad, respeto y lealtad, porque estoy tremendamente preocupado y porque por este camino no veo futuro. O sí, un futuro de un largo y oscuro túnel que sumirá a las próximas generaciones.


Es preciso ese giro en la política de la región, del país y de la Unión Europea. Y es preciso hacerlo desde un amplio abanico político, institucional, social y económico. Cualquier alternativa, con sacrificios y con equilibrio de esfuerzos pasa por esto.

Muchas gracias.