sábado, marzo 17, 2012

Preparados,.. listos… ¡Ya!


En estos momentos, a días de la Huelga General del 29 de Marzo, con su intenso trabajo de acción sindical, hay que prepararse para confrontar y resistir la ofensiva mediática canallesca contra el sindicalismo confederal y contra las mujeres y hombres que lo ejercen en cualquiera de sus expresiones: afiliación, representantes en comités de empresa, permanentes... en definitiva: las y los sindicalistas.

La mayoría de los medios de "comunicación" cocinan en estos momentos, todo tipo de lindeces para desacreditarnos, mirarán nuestros relojes, vacaciones, camisas, coches, pisos, e incluso el color de nuestra ropa interior, para, adecuadamente aderezados, servirlos en bellas bandejas mediáticas que contaminen los huecos débiles del pensamiento del mundo del trabajo. 


En la empresa y en la sociedad, nuevamente la sindicalista y el sindicalista  tendrá que intervenir, haciendo de antivirus en nuestro contacto cara a cara con la persona, mujer y hombre asalariado, para incrementar la conciencia colectiva de nuestra condición: trabajadores y trabajadoras que intercambian su tiempo y conocimiento por un salario. También insistiendo en que esta reforma devalúa el factor trabajo, afectando de manera integral en todo su ciclo vital de la persona: en la entrada al empleo: contratos indecentes; en la permanencia en el empleo: pérdida de capacidad colectiva de los convenios, individualización en las relaciones laborales, reforzamiento del poder empresarial; en la salida del empleo, abaratamiento indecente y descasualización del despido; en nuestra vida tras el empleo: esta devaluación tendrá repercusión en nuestras bases de cotización, que siendo menores se reflejaran en la cuantía de las pensiones para nuestro futuro; afectará a los miembros más débiles de la sociedad, especialmente a  las mujeres.

La mayoría de las personas europeas, pasamos la mayor parte de nuestra vida ejerciendo el rol de trabajadores o trabajadoras. La reforma laboral hará más penosa nuestra vida, la empobrecerá y será menos digna. Pero también la de nuestros hijos e hijas y la de nuestros nietos y nietas...; ocultar esta verdad, es la misión del piquete mediático, utilizando para ello a radios, periódicos y televisiones (en este sentido hago una propuesta concreta: REALICEMOS SEGUIMIENTO DE LOS MEDIOS. SI LAS RADIOS Y TV DIGITALES COMO CONCESIONES DEL ESTADO, DE CARÁCTER PÚBLICO PARA  GESTIONAR UN BIEN COMÚN, TIENEN QUE TENER UN USO LEGITIMO, CONSTITUCIONAL Y DEMOCRÁTICO. DENUNCIEMOS ANTE LOS TRIBUNALES LA ILEGÍTIMA UTILIZACIÓN DE ESTOS MEDIOS PARA EL FOMENTO DEL “MAL COMÚN”, DONDE SOLO SE EXPRESAN LOS PODEROSOS, SIN NINGUNA POSIBILIDAD DE ACCESO A LA PARTE MÁS DÉBIL DE LA SOCIEDAD, COMO LOS TRABAJADORES Y TRABAJADORAS).

La guerra mediática está en marcha contra el mundo del trabajo y de quienes defienden sus derechos, los y las sindicalistas. Nosotros  sindicalistas tenemos que saber de la ofensiva, conocerla y combatirla.  

Reproduzco este texto, del que desconozco su origen, pero que rezuma inteligencia colectiva. Se trata de diez pasos para manipular y confundir. Estúdiese y  pongámonos como ejercicio diario (no más de cinco minutos, no hace falta más),  descubrir en cualquiera de los periódicos, radios, televisión o redes sociales, sus indecentes PRÁCTICAS: borrar del mapa el sindicalismo confederal, el derecho laboral, convertiendo las relaciones en el seno de la empresa en contrato de compra y venta, cómo el de los caballos, frigoríficos o aparatos de televisión.

La reforma laboral precariza nuestras vidas y también nuestra democracia (ya hablaremos).

Estrategias para una adecuada manipulación pública: 

1.- Estrategia de la distracción

El elemento primordial del control  social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas  importantes y de los cambios decididos por las élites políticas y  económicas, mediante la  técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes.

La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para  impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la  psicología, la neurobiología y la cibernética.

Mantener la Atención del Público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al  público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de  vuelta a granja como los otros animales.

2. Crear problemas y después ofrecer soluciones

Este método también  es llamado problema-reacción-solución. Se crea un problema, una situación prevista para causar  cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de  las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se intensifique  la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de  seguridad y políticas en perjuicio de la libertad. O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.

3. La estrategia de la gradualidad

Para hacer que se acepte una   medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos.

Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas  durante las décadas de 1980 y 1990: Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez.

4. La estrategia de diferir

Otra manera de hacer aceptar una decisión  impopular es la de presentarla como dolorosa y necesaria, obteniendo la aceptación  pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que todo vaya a mejorar mañana y que el sacrificio exigido podrá ser evitado. Esto da más  tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.

5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad

La mayoría de la  publicidad dirigida  al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y entonación particularmente  infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el  espectador fuese una criatura de  poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se intente buscar engañar  al espectador, más  se tiende a adoptar un tono infantilizante.  ¿Por qué? Si uno se dirige a una persona como si  ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la  sugestionabilidad, ella  tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un  sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad.

6. Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión

Hacer uso  del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el  análisis racional, y finalmente al sentido critico de los individuos.  Por otra parte, la  utilización del registro  emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para  implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos.

7. Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad

Hacer que el  público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su  control y su esclavitud. La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las  clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca  imposible de alcanzar para las clases inferiores

8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad

Promover al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto

9. Reforzar la autoculpabilidad

Hacer creer al individuo que es  solamente él es el culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su   inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema  económico, el individuo se auto desvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la  inhibición de su acción. Y, ¡sin acción, no hay revolución!

10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen  

En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídos y utilizados por las élites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el sistema ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un  control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de  los individuos sobre sí mismos.

Nosotros los sindicalistas que sabemos que el miedo, el terror se basa en la incomunicación. Rompamos  el aislamiento, comuniquemos lo que pensamos y sentimos de manera decente. Sintamos  la satisfacción moral de ejercer la libertad, promoviendo lo colectivo, valorando lo masivo,  sabiendo que en medio mundo por hacer sindicalismo, gente como nosotras y nosotros son perseguidos, como no hace mucho tiempo, apenas 30 años, nos pasaba a nosotros en España. Derrotemos el terror, tenemos la razón  y somos la mayoría.

Más viñetas en: Viñetas en Acción 29M2012.