martes, octubre 21, 2008

La actual Crísis financiera internacional. La gran estafa

A continuación voy a reproducir un artículo publicado hace un año por Bruno Estrada López. Creo qu esta refelxión con un año de antiguedad puede servir para comproder que pasa en el tiempo presente, descubriendo una vez más la mezquindad del sistema financiero interncional, en manos del neoliberalismo.

Bruno Estrada López Coordinador de Área de Economía y Medioambiente de la Fundación Sindical de Estudios, aporta elemento de analisis sobre las causas de la actual crisis financiera internacional.

____________________________________________________

Desde mediados del mes de Agosto (2007) un fantasma recorre las economías de EE.UU. y la Unión Europea: la posibilidad de que se desate una crisis financiera internacional derivada del exceso de hipotecas de riesgo concedidas en EE.UU. No es el objeto de este artículo analizar la magnitud de efectos de esa crisis financiera en la economía real. Ya que para poder evaluar dichas consecuencias es imprescindible conocer el grado de vinculación de los bancos europeos con los productos financieros que están relacionados con esas hipotecas de riesgo, y eso no se sabrá hasta principios de octubre. Aunque estimaciones de importantes organismos internacionales, como la OCDE, ya cifran los efectos que la incertidumbre y falta de confianza de los mercados generada por esta crisis financiera esta teniendo en la economía real, una reducción, como mínimo, de la tasa de crecimiento prevista del PIB para 2007 de un 10% en EE.UU., al pasar de un incremento estimado del 2,1% al 1,9%, y de un 4% en la UE, al pasar de un 2,7% a un 2,6%. Un claro ejemplo de la creciente financiarización de la economía mundial. El objeto de este artículo es ahondar en las causas de esta crisis financiera, ya que en todos los análisis, de organismos internacionales, de economistas de reconocido prestigio, de autoridades de los bancos centrales, de ministros de economía y de presidentes de gobierno hay una palabra que no se ha pronunciado: estafa. Estamos asistiendo a una gran estafa a escala internacional en la que han participado muchos agentes en diferentes pasos, pero sobre todo de forma muy activa algunos agentes que están encargados por el sistema de garantizar que no se produzcan engaños. La crisis actual recuerda mucho, aunque con dimensiones empresariales, sectoriales y geográficas mucho más amplias, lo que paso en EE.UU. hace unos años con la compañía de electricidad Enron. En aquel caso, un gigante empresarial se derrumbó porque sus directivos habían estado mintiendo, año tras año, sobre la solvencia financiera de la compañía, y a la vez habían estado sacando, solo para ellos, enormes beneficios económicos. Pero sus mentiras habían sido posibles por la connivencia de importantes empresas de auditoria y control de cuentas, que debían ser quienes garantizaban, ante los inversores, la fiabilidad de los datos contables de Enron. Resulta que esas importantes auditoras también hacían funciones de consultoría para la misma empresa, lo que les generaba ingresos mucho mayores que la mera fiscalización contable de la empresa. ¿Por qué iban a bucear en las cloacas de Enron, si eso solo podía significar perder jugosos contratos de consultaría con esa empresa? Unos pocos ganaron mucho dinero con ese juego, algunos directivos de Enron (varios de ellos están ahora en prisión) y de las afamadas empresas de auditoria y consultaría (alguna de las cuales desapareció como marca de prestigio). Pero muchísimos perdieron, miles de pequeños inversores de Enron, y también los clientes de esa compañía, que tuvieron que pagar la electricidad más cara por el dinero que se estaban llevando los directivos. Pero ahora la estafa tiene un volumen mucho mayor, y los colaboradores necesarios para su comisión están en la base del sistema capitalista, las agencias de rating. Es decir, las agencias que, por el sistema, están encargadas de indicar a todos los inversores sobre la fiabilidad financiera de una inversión. Pues bien estas agencias de rating tenían un nivel de contaminación similar al de las auditorias. Los pasos de la gran estafa han sido los siguientes: En primer lugar los bancos norteamericanos concedieron gran número de hipotecas inmobiliarias a personas que tenían mucho riesgo de no poder pagar la hipoteca, dado su bajo nivel de ingresos y los débiles avales que solicitaban los bancos para garantizar el pago de la hipoteca. Esto no puede darse en nuestro país dado el alto nivel de requisitos que piden en España las entidades financieras para conceder un crédito hipotecario. No obstante esto tan solo sería una autoestafa de los bancos si no fuera por el siguiente paso. Segundo paso, estos bancos juntaron estas deudas hipotecarias, que eran de baja calidad porque había muchas posibilidades de que no se cobrasen si subían los tipos de interés o bajaba el precio de la vivienda (porque seguir pagando por algo que vale menos de lo que estas pagando), con otras deudas de mayor calidad, en lo que los analistas financieros llaman “deuda estructurada”, es decir, un batiburrillo financiero en el que no se sabe que manzanas son buenas y cuales tienen gusano. (Casualmente Italia es el principal país europeo por emisión de deuda estructurada y México, el principal de los países emergentes). Este segundo paso no podría haberse producido si la evaluación del riesgo que hacen las empresas de rating hubiera detectado el riesgo exacto que contenían esos paquetes de “deuda estructurada”. Ya que quien garantiza a los mercados internacionales que esa “deuda estructurada” es fiable, es decir, que el porcentaje de manzanas con gusanos es pequeña, o que las posibilidades de que los gusanos crezcan es muy baja, son las agencias de rating, de las cuales solo hay tres importantes a escala mundial para los inversores comunes y corrientes, Moodys, Standard&Poor´s y Ficth Ratings (hay muchas más pero para los inversores que tienen dinero de verdad, y sus informaciones de calificación de riesgo no son gratuitas). Pero casualmente, y este es el tercer paso de la estafa con un nuevo colaborador necesario, las mismas empresas que catalogaban el riesgo de las inversiones, las empresas de rating, ayudaban a esos mismos bancos a colocar dichas emisiones de “deuda estructurada” en la bolsa. Y con importantes beneficios para las empresas de rating, ya que en los últimos años esas empresas han generado en torno a la mitad de sus ingresos por la colocación en bolsa de esos productos financieros poco transparentes. De forma similar a lo sucedido en Enron ¿Por qué las empresas de rating iban a profundizar mucho en las cloacas de unos productos financieros que cuanto más se cotizaran en bolsa más beneficios les iban a dar? Algo de culpa deben de tener estas empresas de rating cuando en medio de toda la crisis ha dimitido la presidenta de Standard&Poor´s. Resultado de lo anterior, muchos otros bancos del mundo han comprado esos cestos en los que se mezclan las manzanas buenas y las malas. El cuarto, y último paso, ha sido que en Europa muchos bancos se han dedicado hace tiempo a crear entidades fuera de su balance normal (conduits y SIV, Vehículos de Inversiones Especiales) para invertir a largo plazo en deuda de alto rendimiento, y supuestamente de buena calidad por la información facilitada por las agencias de rating, que luego no ha resultado tan fiable, y financiarlas a corto plazo emitiendo pagares avalados por esos activos. Pero si los inversores le dan la espalda a estos instrumentos, las entidades financieras se ven obligadas a financiarlas con sus propios recursos, lo que puede, si la cantidad de estos productos financieros en la cartera de inversiones del banco es muy grande, dar lugar a problemas de liquidez o quiebra, como ha sido el caso del banco regional alemán Sachsen LB. Debido a que esos SIV no están en el balance de los bancos, se ha eludido parte del exhaustivo control que los Bancos Centrales ejercen sobre las entidades de crédito, con el objetivo de evitar que se produzcan crisis financieras, y aquí nadie se ha enterado de nada hasta que ha caído la primera ficha del domino, hasta que en las hipotecas de alto riesgo estadounidenses han crecido mucho los impagados y se han convertido en productos de baja calidad financiera. La reacción en cadena ha generado una enorme desconfianza en los mercados financieros, actualmente en Europa ningún banco quiere prestar dinero a otro porque no sabe que cantidad de cestos con manzanas podridas tiene, y cuan podridas están. En octubre los bancos europeos tendrán que presentar información trimestral detallada y se sabrá la magnitud del problema. Hasta entonces nadie se fía de nadie en el mundo financiero, no se presta dinero porque hay muchas posibilidades de que no te lo devuelvan. La magnitud de los afectados por este cúmulo de estafas se vera en los próximos meses, de momento en EE.UU. solo la quiebra de dos fondos de inversiones de alto riesgo y el cierra de la división de hipotecas de alto riesgo de un banco norteamericano ha supuesto el despido de 1.200 trabajadores. Pero las instituciones económicas mundiales ya están advirtiendo de un menor crecimiento del previsto inicialmente, debido el encarecimiento del crédito. Estos son efectos colaterales de importar los mecanismos de funcionamiento del capitalismo de casino norteamericano, donde unos pocos ganan mucho, la banca siempre gana, y la mayoría pierde, pero eso si, con una sonrisa en la boca. Hagan juegos señores. Publicado el 10-9-2007

No hay comentarios: